No fichar en uno de los 27 lectores de huella digital que tiene instalados el Ayuntamiento de Benidorm en sus distintos centros de trabajo todavía sale «gratis» a algunos de los cerca de 800 funcionarios municipales de la ciudad turística que siguen «olvidando» registrar su presencia de lunes a viernes en su puesto de trabajo. Y ello, a pesar que la inmensa mayoría de los trabajadores lleva casi tres meses cumpliendo con su deber y utilizando el dispositivo cuando llegan o se marchan al término de la jornada laboral. El gobierno local, formado por PP y CBM, tenía previsto comenzar a aplicar a rajatabla el reglamento a partir de este mes de febrero, pero ha vuelto a ampliar el periodo de pruebas debido a distintos fallos en el sistema informático; unos fallos que, casi con toda seguridad, no estarán resueltos al menos hasta mediados de marzo.
Tras numerosos años de promesas y reivindicaciones, el Consistorio de la ciudad turística comenzó el pasado noviembre a controlar la asistencia a su puesto y el cumplimiento de horarios de sus cerca de 800 trabajadores, entre los que también se incluyen a quienes tienen una plaza como cargo de confianza. Entonces, se anunció que las pruebas se prolongarían por un periodo de 15-30 días, pero distintos problemas derivados de la puesta en marcha del sistema han ido retrasando los planes iniciales hasta hoy.
Un informe elaborado por el departamento de Recursos Humanos relata las diferentes incidencias detectadas en el funcionamiento del sistema, entre ellas el «retraso» que en algunos casos acumulan los dispositivos a la hora de registrar la huella de un empleado. También habla de que hay funcionarios a quienes el sistema no reconoce por mucho que inserten el dedo para su lectura. Ahora bien, el técnico describe como «incidencia más común el olvido por parte de algunos trabajadores de registrar su presencia a la entrada o a la salida diaria», aunque a la vez deja constancia de que esta situación se da «cada vez en menos ocasiones» por esta larga fase de adaptación.
El empleado sin rastro
Ahora bien, todavía hay un trabajador que nunca ficha. Así se trasladó por parte del Consistorio en el último encuentro de la comisión municipal de Control y Seguimiento del Reglamento de Control Horario, celebrada el pasado enero, y donde se expuso la existencia de un único empleado que no había fichado ni un solo día desde que el sistema comenzara a operar a finales del mes de noviembre. O, dicho de otro modo, que llevaba dos meses sin dejar su rastro en ninguno de los 27 lectores habilitados, probablemente a sabiendas de que no recibiría por ello ninguna sanción por no estar operativo el reglamento.
Plan semanal
Aunque todavía no hay fecha definitiva para hacerlo, una vez que comience a aplicarse, este documento recoge cómo se penalizará a quienes no cumplan. El sistema sumará las horas efectivas que cada empleado ha fichado en su puesto de trabajo y las descontará a las 37.30 horas semanales que se han de cubrir por ley. Si el balance sale negativo, se comunicará al empleado y se le dará la opción de recuperarlas fuera de su horario laboral. En el caso de que no lo haga, se descontará la parte proporcional de esas horas de su nómina, de modo que no cobrará por las horas que realmente no ha prestado, explicó el concejal de Personal, Jesús Carrobles.
Para que cada trabajador pueda saber cómo va su particular contador, se está desarrollando una aplicación que enviará un correo electrónico personalizado con un informe semanal de las horas que ha sumado de lunes a viernes. Carrobles indicó que, una vez que este método esté plenamente operativo, se comenzará a sancionar a los absentistas según el reglamento.
