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Benidorm

Tradición y deporte en una «Pilota»

Los municipios de la Marina Baixa apuestan por una de las tradiciones más antiguas

Un grupo de niños entrena en Sella. información

La emoción es la misma que si de un partido de fútbol se tratara. Decenas de personas siguen desde las escaleras la batalla entre los dos equipos, uno de rojo y otro de azul, que hacen que la pelota vaya de un lado a otro sin tregua. Finalmente, uno de los jugadores da al golpe final. El punto es de ellos.

Así se vive una partida de «Pilota valenciana» en cualquier trinquet. Este deporte es uno de los que más tradición lleva sobre sus espaldas y, en la Marina Baixa, se sigue jugando como hace siglos.

En la comarca, deporte y tradición es uno. Los municipios no sólo cuentan con destacados deportistas que llevan el nombre de sus pueblos por todo el mundo, sino que los más pequeños quieren ser uno de ellos. En localidades como Sella o Finestrat, los niños no quieren ser Piqué o Cristiano Ronaldo sino como Santi, Pablo o Pere Roc II. De ahí que las escuelas de Pilota estén llenas de menores que quieren aprender a jugar al «raspall», la «escala i corda», o «llargues», las diferentes modalidades de este deporte.

En la Marina Baixa, las calles de muchos municipios sirven de cancha para jugar este deporte que cada vez tiene más seguidores. Pero también existen dos trinquets en Benidorm, uno de ellos de «carrer» como se conoce al que simula ser una calle. El primero se abrió en 1985 y lleva el nombre del que fuera alcalde de la ciudad Vicente Pérez Devesa. A ellos se ha sumado hace unas semanas uno nuevo en Sella, un pequeño municipio del interior de la comarca de 600 habitantes.

La localidad siembre ha tenido una gran tradición en la modalidad de calle. De hecho su plaça Major sirve como cancha todos los fines de semana y ella acuden desde otros pueblos a ver las partidas donde se llegan a jugar más de 80 al año en esa plaza. Pero la intención era tener un trinquet propio donde poder jugar y lo consiguieron hace unas semanas. «Hemos tenido muchos intentos para tenerlo y, finalmente, con la ayuda de la Diputación de Alicante, lo hemos hecho», explicó el concejal Pablo Giménez. Así, el antiguo frontón se ha convertido en ese trinquet al construir una muralla (como se denomina a la pared en este deporte). «Ha sido una obra innovadora. Técnicamente es un minitrinquet». La inauguración fue el pasado mes de julio con varias partidas entre mayores y pequeños a las que acudieron clubes de la comarca. También el «pilotari» Pablo de Sella, quien cuenta a sus espaldas con varios campeonatos, el último de ellos el de Europa, conseguido con la Selección. Él es uno de los deportistas más conocidos junto a Pere Roc II o Santi de Finestrat quienes, junto a otros, llevan el nombre de sus municipios por donde van. Ellos llevan la tradición de jugar a la «pilota» en la sangre. Pere Roc II, de Benidorm, es nieto de otro «pilotari» de Sella. «Son el estandarte de la comarca», afirmó el edil.

Desde pequeños

Sólo en la escuela de Sella hay 30 niños que practican «Pilota». Pero el número también es alto en otras poblaciones. En Finestrat, también con gran tradición de «pilotaris» hay 25 niños repartidos entre las categorías de prebenjamines, benjamines, alevines, infantiles y cadetes. Entre ellos, Reyes Picó García, cuarta clasificada de «raspall» en categoría alevín. En l'Alfàs del Pi, también los niños llenan la escuela de Pilota. Allí, Laura, con sólo 14 años, ha sido seleccionada para el Mundial de Holanda de 2019 y está en la selección de Pilota Valenciana. Y como ellos, centenares de niños repartidos por las escuelas de Benidorm, La Nucía o La Vila donde en los colegios también se enseña este deporte con tradición. De hecho, el municipio nuciero y también el vilero cuentan con pequeños trinquets en los IES.

Tradición y visualización

La «Pilota Valenciana» es mucho más que un deporte para los municipios. A los pueblos más pequeños les permite tener una competición de primer nivel que supone un acontecimiento deportivo cada semana, como ocurre en Sella. «Nos permite estar en la prensa y que el municipio se conozca», indicó el concejal. Y eso les aporta mucho en su parte turística.

Pero hay más. Este deporte es tradición y pasa por encima de otros: «en Sella prácticamente no se juega al fútbol» porque los amigos quedan para ver las partidas de «raspall» o ahora para ir al trinquet, algo que se traslada a otras localidades de la Marina Baixa.

Además, para los más pequeños supone un enriquecimiento cultural. «Los niños viajan a otros pueblos y conocen otras tradiciones como fiestas diferentes a las suyas», explicó Vicent Buigues, responsable de la escuela de l'Alfàs. En el fondo, la «Pilota» es como cualquier otro deporte, se corre y se tiene técnica, pero conlleva la tradición de un pueblo generación tras generación. Todo un logro.

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