Iba a ser una de las obras más emblemáticas de Benidorm pero lleva más de 10 años paralizada. Ahora, a dos semanas de las elecciones, las máquinas han vuelto estos días al Centro Cultural de la capital turística en lo que es un nuevo reinicio de las obras, el segundo este año, después de que el Consell tuviera que parar las mismas en el mes de enero para comenzar un nuevo proceso de licitación. Ahora, los trabajos para completar la primera fase se han iniciado de nuevo con el retranqueo de las vallas y la limpieza del esqueleto de hormigón además de algunas demoliciones internas que permitirán arrancar el grueso de los trabajos en unos días.
Durante todo este año, pasar por delante del Centro Cultural de Benidorm era ver una gran lona de colores azules que cubre dos de las fachadas del mismo; justo la parte que no se ejecutará con esta primera fase de los trabajos. El resto del recinto estaba cerrado y sin movimiento hasta hace unos días cuando los primeros operarios realizaron trabajos para retranquear las vallas de la calle Jaén; o llegaban las primeras casetas de obra. Esta semana, los camiones y obreros ya trabajaban en las instalaciones. Según las fuentes consultadas por ese diario, en unos días comenzarán el grueso de los trabajos.
Con ellos se pretende terminar la primera fase de este espacio cultural que incluirá una sala menor de conferencias con 546 butacas, una cafetería y las instalaciones para los conservatorios de música y danza. Y hasta ahí. El resto tendrá que esperar a que algún gobierno quiera acabar la infraestructura en el futuro.
Fue el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, quien anunció en 2015, justo después de elecciones, que era una promesa de su gobierno autonómico acabar esta infraestructura. Así, prometió terminarla antes de que acabara la legislatura, es decir, en 2019, y fue también con las elecciones de abril y junio cuando se volvió a hablar del Centro Cultural. Pero los problemas surgidos en este tiempo han retrasado de nuevo esa fecha de finalización. Ahora, con otras elecciones a la vuelta de la esquina el 10-N, los trabajos se han vuelto a retomar con un plazo de ejecución de 14 meses.
Para comenzar esa primera fase, el Ayuntamiento y la Sociedad Proyectos Temáticos de la Comunidad Valenciana (SPTCV) llegaron a un acuerdo y se firmó un nuevo convenio el 31 de julio de 2018 que sustituía al primero de 2006 que llegó de manos del entonces gobierno del PP en la Generalitat. El proyecto, del arquitecto Juan Navarro Baldeweg, se adjudicó entonces el 1 de marzo de 2007 a la UTE Dragados y Rover Alcisa. El presupuesto de licitación ascendía en aquellos años a 45 millones de euros y el ofertado por la UTE se rebajaba hasta los 37 millones. Ahora, sólo para terminar la primera fase, se pusieron sobre la mesa 11 millones de euros aunque finalmente la adjudicataria, la UTE formada por Ecisa-Orthem, lo hará por 9 millones de euros (sin IVA).
Dos paralizaciones en 10 años
La paralización de 2010 no fue la última. En enero de este año, el Consell anunciaba que había reiniciado las obras del Centro Cultural. La empresa OHL era la encargada de entrar en el esqueleto de hormigón a limpiarlo y a sacar de allí enseres e incluso «okupas». Cuando se acabaron estos trabajos previos, ningún movimiento más. La empresa pública Tragsa, a quien la SPTCV había encomendado las obras, no pudo seguir con ellas tras denunciarse esta circunstancia ante el Tribunal Administrativo Central de Recursos Contractuales. Así que la SPTCV, que ya había preparado unos pliegos, sacó a licitación los mismos.
La adjudicación, tras presentarse 14 empresas, llegó en julio y la entidad pública prometió que se iniciarían los trabajos en otoño. De hecho puso como fecha el 15 de octubre y esa misma semana se comenzaron a mover las primeras vallas.
Ahora el plazo de ejecución es de 14 meses en los que, si nada lo impide ya, Benidorm contará con una parte del Centro Cultural acabado y ese esqueleto de hormigón que ocupa una de las principales avenidas de la ciudad comenzará a tener actividad. Terminar el resto aún no está sobre la mesa.
Auditorio pedido por el sector turístico y arma política
Benidorm no cuenta en la actualidad con una gran sala pública en la que poder realizar congresos y conseguir con ella movilizar a un tipo de turismo que reclama estas instalaciones. Así que la finalización del Centro Cultural de Benidorm siempre ha estado en las reclamaciones del sector. Pero además, ha sido un arma arrojadiza entre partidos que iba cambiando de manos según quién gobernara en la Generalitat. Así, en plenas elecciones, el retraso de estas obras fue uno de los argumentos electorales. Ahora, con los trabajos empezados de nuevo, quizá llueva a gusto de todos por una vez.
