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La Vila vuelve a andar sobre la Vía Lucentina

El municipio recupera 8,5 metros de la calzada romana que unía las antiguas ciudades de Allon y Lucentum y que fue construida en el siglo I de nuestra era

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Recuperan unos metros de la "autopista Vespasiana", una calzada romana del siglo I, en La Vila Joiosa

Volver a andar los pasos que ya recorrieron los romanos que en el siglo I de nuestra era vivían en la ciudad de Allon, la antigua denominación de La Vila Joiosa, está desde ayer al alcance de la mano de cualquiera. El Ayuntamiento de la localidad presentó ayer los resultados de los trabajos de recuperación y reconstrucción piedra a piedra de un tramo de la denominada «Vía Lucentina», una auténtica autopista de la época romana construida durante el mandato del emperador Tito Flavio Vespasiano y que conectaba las ciudades de Allon y Lucentum (Alicante).

Este nuevo museo al aire libre al alcance de todos es una pequeña parte de esta importante calzada romana y se sitúa a las afueras de La Vila, en concreto, en la calle Callosa d'en Sarrià. Su supervivencia ha sido posible a partir de las obras de un complejo de viviendas promovida por la firma Espacio, cuya sensibilidad hizo que diera aviso a las autoridades para compatibilizar la recuperación del patrimonio arqueológico y el desarrollo urbanístico. En concreto, se encontraron 50 metros de esta antiquísima calzada, de la cual se reconstruyeron piedra a piedra un total de 8,5 metros, para su disfrute e incluso para ser pisada en el mismo lugar donde se hallaba hace veinte siglos, aunque a una cota 1,5 metros superior para hacerla coincidir con el nivel de la calle, según explicó ayer el director del Vilamuseu, Antonio Espinosa.

Esta calzada romana unía en el siglo I el importante puerto de Allon (que ya operaba en el VII a.C. con los fenicios) con la antigua ciudad de Alicante, y pasaba junto al santuario de la Malladeta, por lo que también era una vía sacra. Está considerada una «auténtica autopista» del principio de nuestra era porque fue encargada por emperador Vespasiano coincidiendo con el otorgamiento de la categoría de municipium a Allon en el año 74 d.C., como reflejo del crecimiento de esta localidad, que en la época tenía entre 1.000 y 2.000 habitantes.

Los ingenieros romanos buscaban siempre la línea recta y esta calzada es un claro ejemplo, con una anchura además de 4,2 metros –14 pies romanos–, suficiente para el cruce en sentido contrario de dos carros de 1,4 metros de eje. Para su construcción, los ingenieros romanos hicieron un rebaje del terreno y efectuaron un muro de contención en uno de los lados para evitar la erosión por la lluvia, a lo que siguió un relleno de la trinchera con un primer nivel de tierra apisonada. Finalmente, se echó una capa de cantos rodados que se compactó para soportar el tránsito de personas y carros.

Este hallazgo refleja la importancia de la antigua Villajoyosa, una de las nueve ciudades romanas de la Comunidad, en el mundo clásico, cuyos dominios abarcaban lo que hoy en día es toda la comarca de la Marina Baixa.

La calzada rehabilitada conectaba con la Vía Augusta, entre Cádiz y Roma, por lo que unía esta parte del Mediterráneo español con «todo el mundo». La idoneidad del trazado se demuestra en que se ha seguido caminando por el mismo sitio hasta pasado el año 2000, ya que los caminos que se sucedieron llegaron hasta la carretera Nacional 332.

Este antiguo tramo se sitúa junto al complejo de viviendas que ha permitido su descubrimiento y, según destacaron ayer las autoridades, supone un claro ejemplo de cómo puede compatibilizarse el negocio económico con la cultura ya que a partir de su musealización en la calle desde la promotora creen que se revalorizan las viviendas cercanas y se mejora el entorno.

Para el alcalde vilero, el socialista Andreu Verdú, estos trabajos demuestran que se puede «compatibilizar la salvaguarda del patrimonio y el desarrollo urbanístico», mientras que jefe del Servicio Territorial de Cultura de la Generalitat, José Antonio López Mira, confió en que esta colaboración ayude a «desterrar el viejo latiguillo del tapa, tapa, que viene el arqueólogo». Antonio Asunción, director técnico en Levante y Murcia de Espacio Living Homes, valoró la creación de este «museo en la calle» y señaló que este patrimonio es «un privilegio para clientes y vecinos».

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