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Medidas para proteger a la víctima de la manada

La Audiencia prohíbe difundir datos o imágenes que vulneren la intimidad de la joven, así como los vídeos de la violación en grupo

Tres de los acusados suben al furgón de la Guardia Civil, el día en que se decretó su ingreso en prisión. DAVID REVENGA

Días antes del juicio por la presunta violación en grupo de la manada de Callosa d’En Sarrià , la Audiencia de Alicante ha dictado un auto para acordar medidas que garanticen la intimidad de la víctima, así como de algunos de los testigos que van a declarar. El arranque del juicio está señalado para este lunes 5 de julio, aunque este viernes seguían las negociaciones entre las partes para intentar alcanzar un acuerdo. Conformidad por la que los acusados podrían ver disminuidas las penas que se les reclaman a cambio de que se declaren culpables, tal como ya informó este diario en su edición de ayer.

La sala no quiere que se vulnere la intimidad de la víctima y ha dictado un auto con el que pretende evitar que se repita algo que pasó durante el juicio de la Manada de Pamplona, ocurrida durante las fiestas de San Fermín de 2016. El tribunal, del que es ponente el magistrado Julio Úbeda, ha acordado la prohibición de facilitar tanto la identidad como el domicilio de la víctima, así como de los testigos que tengan que declarar en el juicio por causas ajenas a su razón profesional. Ante la expectación mediática, dicha prohibición se extiende al hecho de tomar y difundir imágenes de esas personas.

Otro de los aspectos en los que incide la resolución es en las vistas en las que está prevista la reproducción de los vídeos que los propios acusados hicieron con sus teléfonos móviles de la violación. Está prohibido grabar tanto la sesión en la que se visionen estos archivos, así como aquellas en las que se vaya a reproducir algunos momentos para interrogar sobre ellos a los testigos.

La resolución deja claro que tanto la declaración de la víctima, como el visionado de estas grabaciones se van a llevar a cabo a puerta cerrada. Sin público en la sala y solo con las partes y los acusados. Una medida que hace prever que la sala acabe tomando alguna restricción similar en el resto de la vista oral y todo el juicio se celebre también a puerta cerrada. Aunque esta decisión no se adoptará hasta el lunes cuando vaya a arrancar la vista oral. Por el momento, la Sección Segunda tiene previsto celebrarla en la sala destinada a juicios con jurado popular, que es la que más capacidad tiene en el edificio.

De todas maneras, si finalmente lograra cerrarse el acuerdo, el juicio se celebraría, aunque se despejaría una buena parte de la larga lista de testigos, manteniendo los responsables de la investigación y algunos de los peritos. La víctima también tendría que declarar, aunque su interrogatorio no sería tan exhaustivo como en otros procesos por agresiones sexuales.

En el banquillo se sientan cuatro acusados por haber violado entre todos a una joven de 19 años en el sótano de una vivienda en la localidad de Callosa d’En Sarrià, después de haber estado celebrando el Año Nuevo en Benidorm. Para los acusados se reclaman penas que suman más de 200 años de prisión. Los acuerdos que se están negociando pasarían por imponer 18 años al presunto cabecilla y 15 años a cada uno de los tres restantes acusados. Las familias de los procesados han ingresado ya 60.000 euros en la cuenta del juzgado para indemnizar a la víctima. Desde la Fiscalía se había planteado una revisión por cuestiones jurídicas de algún extremo de este acuerdo y las negociaciones seguían abiertas este viernes.

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