«Quedan semanas muy difíciles». Los hoteles de Benidorm y otros destinos turísticos de la Costa Blanca han iniciado 2022 con unas cifras de ocupación bajo mínimos y corroborando lo que los empresarios ya venían alertando desde hace días: que el turismo está viviendo «el segundo peor invierno de su historia» debido al duro efecto de la sexta ola de la pandemia y el brutal avance de la variante ómicron. Así lo ha asegurado el presidente de la patronal hotelera Hosbec, Toni Mayor, que además ha lamentado que la recuperación en el sector vacacional no se empezará a notar hasta finales del próximo mes de febrero, siempre que también haya una importante recuperación desde el punto de vista sanitario.
La agrupación empresarial ofreció este martes el primer balance de ocupación del año, según el cual los establecimientos de Benidorm lograron ocupar, del 3 al 9 de enero, el 43,7% de sus camas disponibles, dejando por el camino diez puntos porcentuales con respecto a la semana anterior y evitando una caída mayor gracias, en parte, al efecto arrastre de los días de Navidad. Sin embargo, finalizado este periodo festivo y las vacaciones escolares, la previsión para esta semana apunta que la media no alcanzará, ni siquiera, el 35%. Y ello, a pesar de que la ciudad está trabajando en la actualidad a menos de la mitad de su capacidad total, con algo menos de 20.000 camas de hotel disponibles y medio centenar de hoteles abiertos, de los cuales 48 establecimientos y 18.000 plazas están asociados a Hosbec.
El turismo internacional está siendo en este periodo el mejor «colchón» para sostener la ocupación en los pocos establecimientos que siguen abiertos en la ciudad. Así lo constatan los datos de la patronal, según los cuales los turistas procedentes de otros países representaron más del 55% del total de clientes alojados en hoteles tanto de Benidorm como del conjunto de la Costa Blanca, mientras que el turismo nacional redujo enormemente su presencia y apenas alcanzó el 45%.
Dentro del cupo de foráneos, los británicos fueron el mercado extranjero mayoritario, ocupando el 34% de las plazas de hotel, a pesar de que la pasada semana el Gobierno de Boris Johnson todavía mantenía duras restricciones a los viajes de turismo al extranjero. Por este motivo, los hoteleros confían en que ahora, con la relajación en las medidas acordadas en Reino Unido y que, entre otras, excluyen de la PCR obligatoria para poder volver a todos los vacunados con la pauta completa, se abra la puerta a la llegada de unos 180.000 turistas británicos al mes a la Costa Blanca, tal y como ya publicó hace escasos días este diario.
Por detrás de los británicos, destacan también belgas y neerlandeses, con un 8,1% y un 8% de cuota de mercado, respectivamente, mientras que ya en una posición muy residual nos encontramos con el mercado alemán, que supuso un 1,4% del total de turistas alojados, según Hosbec.
Nuevos cierres
Desde la patronal turística han avanzado que, debido a la difícil situación prevista para las próximas semanas, las empresas hoteleras ya están volviendo a programar nuevos cierres de establecimientos ante las malas perspectivas de los mercados, tanto nacionales como internacionales. En este sentido, el presidente de los hoteleros ha destacado que el número de hoteles funcionando ahora en Benidorm es una «cantidad nada despreciable», tras lo cual ha destacado que las plazas operativas, en torno a 19.000, representan una cifra «muy superior a la de muchos otros destinos españoles» en etapas de bonanza, por lo que ha vuelto a reivindicar el peso del sector. En cualquier caso, los cierres ya ejecutados y los que hay programados de ahora en adelante, han hecho que muchas zonas de la ciudad, como el Rincón de Loix, La Cala o incluso calles del centro, den en determinados momentos del día la imagen de una ciudad desierta, casi al nivel del invierno de 2021, cuando debido a las restricciones a la movilidad por la tercera ola de covid, estuvo cerrada casi la totalidad de la planta.
Por lo que se refiere al resto de destinos de la Costa Blanca, exceptuando Benidorm, la situación es prácticamente similar a lo que ocurre en la ciudad turística. La ocupación media en la primera semana del año fue, según Hosbec, del 34,6% mientras que para la semana en curso, la patronal confía en superar el 33%, con 32 hoteles abiertos y unas 8.000 plazas asociadas a Hosbec.
