Los daños causados por la borrasca Celia en el paraje de les Fonts de l'Algar van a impedir al Ayuntamiento de Callosa d'en Sarrià reabrir este paraje para las vacaciones de Semana Santa, cuando se cuentan por cientos los turistas que acuden a conocer la zona y también los vecinos de la Marina Baixa que lo eligen como escenario para comerse la mona.
Además de provocar importantes daños en muchas playas del litoral alicantino, la lluvia y el viento del temporal de Levante que azota estos días la provincia han impedido iniciar la reparación de muchas infraestructuras que quedaron seriamente dañadas semanas atrás por las fuertes precipitaciones de Celia, como en este espacio natural callosino.
Allí, la fuerte crecida del caudal del río Algar hizo que el agua arrasara dos de los tres puentes que discurren por este paraje y causara destrozos en el único que ha quedado en pie, donde arrancó barandillas y escaleras y tan solo ha salvado parte de la estructura, según ha informado este martes el alcalde de la Callosa, Andrés Molina. Igualmente, la fuerza del agua también arrancó árboles y arrastró ramas y todo tipo de vegetación por el cauce, mucha de la cual todavía sigue sin poderse recoger.
El Ayuntamiento estima que el coste de reparar los daños podría superar los 70.000 euros. Sin embargo, no ha podido indicar cuándo se podrán iniciar las obras, dado que, al bajar aún muy fuerte el caudal, habrá que esperar aún semanas para poder hacerlo, ha agregado el primer edil.
Ante la falta de las infraestructuras más básicas, y debido al riesgo que ello comporta, el paraje no podrá abrir para Semana Santa, algo que causará un perjuicio a las arcas municipales por partida doble: sin ingresos por los visitantes de l'Algar y con la obligación de acometer un gasto importante para hacer frente al arreglo de los daños provocados.
Molina ha indicado que, pese a lo negativo que será el hecho de no poder abrir, "lo principal y lo que más preocupa es la seguridad". Por eso, ha hecho un llamamiento a vecinos y visitantes a la prudencia y ha rogado que la gente no acuda a les Fonts hasta que el paraje pueda reabrir o hasta que el caudal baje con menos fuerza, ya que a la velocidad con la que discurre el agua, "cualquier incidente, por pequeño que sea, puede comportar mucho riesgo".
El Consistorio mantiene vigilancia en la zona, a pesar del cierre al público de las fuentes, para evitar precisamente que acudan curiosos.
Por último, Molina también ha lamentado los daños que las fuertes precipitaciones de las últimas semanas han causado tanto a algunos negocios de la zona de l'Algar como a los agricultores locales, después de que la gran cantidad de agua caída haya rajado miles de kilos de nísperos y haya arruinado los primeros frutos de la cosecha y también haya destrozado caminos o márgenes en algunos campos.
