El Ayuntamiento de Benidorm ha iniciado un ambicioso proyecto cuya finalidad es crear una red de tuberías que lleve el agua depurada por todo el núcleo urbano y, de esta forma, ahorrar miles de litros de agua potable que ahora se utilizan para regar jardines y zonas verdes de urbanizaciones públicas y privadas. La medida, en la que el Consistorio lleva ya trabajando varios años, pretende promover todavía más la reutilización de agua procedente de la depuradora, que en la actualidad ya se emplea para el riego agrícola o para el baldeo de vías públicas.

El municipio aprovechará parte de los fondos europeos Next Generation para poder habilitar por todo el subsuelo una tela de araña de cañerías que enlazarán con la tubería general de la EDAR de la Serra Gelada, que atraviesa todo el término desde el Trinquet prácticamente en paralelo a las vías del tren, para poder llevar los caudales hasta distintas zonas del casco urbano. Principalmente, los ensanches de Levante y de Poniente.

La instalación de las primeras tuberías se realizó junto a las obras de reforma de algunas de las grandes avenidas, como la de Europa o del Mediterráneo. También se incorporará ahora a la zona de La Cala, a través de las obras de remodelación de la avenida Marina Alta, que han empezado esta misma semana con cargo a la concesionaria Hidraqua y que cuentan con una inversión de 203.629 euro, y las de la avenida Marina Baixa. Y, a partir de ahí, con el proyecto presentado a los Next Generation, se irán desplegando otros tentáculos de esta red hasta alcanzar todos los barrios a excepción del casco antiguo, donde apenas hay zonas ajardinadas y se ha decidido no incorporar.

Estación Depuradora de Aguas Residuales de Benidorm, desde donde sale la conexión principal a la que se engancharán el resto de ramales. David Revenga

Todas estas ramificaciones se contemplan en el denominado "Plan de Enraizamiento de Benidorm en su mallado urbano”, dotado con 4,3 millones y que prevé en materia hídrica la creación de cuatro grandes redes: Rajarell, Foietes, l'Aigüera y Séquia Mare, a partir de las cuales saldrían el resto de bifurcaciones para alcanzar "absolutamente" toda la ciudad, explica el concejal del área, José Ramón González de Zárate. Con estos canales de distribución hídrica se cubriría el abastecimiento de aguas depuradas a todos los parques públicos y avenidas principales, desde las cuales la red seguiría expandiéndose a vías de menor tamaño, para facilitar el enganche a la red de las distintas urbanizaciones privadas.

Multiplicar el ahorro por ocho

Fuentes municipales han explicado que actualmente, con un uso mínimo de aguas regeneradas, limitado a los jardines de la avenida Comunidad Europea y Foietes y al baldeo de calles, el Ayuntamiento ha conseguido en los últimos 3 años un ahorro medio de agua potable de unos 60.000 metros cúbicos al año. Con esta red municipal de distribución de agua depurada que se proyecta ahora, los técnicos estiman que se podría llegar a un ahorro superior a 500.000 m3/año. Es decir, multiplicar por ocho este ahorro, que aún podría ser mayor cuantas más comunidades de propietarios decidiesen sumarse al proyecto.

¿Tiene capacidad la ciudad para poder llevar a cabo este proyecto? La Marina Baixa produce del orden de 20 hectómetros cúbicos de agua depurada al año, según se recoge en un informe elaborado en su día por el Instituto de Geografía de la UA. Según el mismo estudio, la comarca reutiliza del orden de 10,8 Hm3, de los cuales 7,2 se reaprovechan de forma directa y otros 3,6 se reutilizan de manera indirecta. Por tanto, casi la mitad se acaban vertiendo al mar al no poderse destinar ahora mismo a otros usos.

Para evitarlo, el Consorcio de Aguas aprobó en 2017 la construcción de dos balsas para derivar y almacenar parte de esos caudales, una en cabecera junto a la EDAR de Benidorm, de 16.810 m3; y otra de cola, en La Nucía, con capacidad para almacenar 19.596 m3 y que ya está en funcionamiento. Pero siguen sobrando recursos.

Además de la construcción de esa red, para poder empezar a usar esta infraestructura, principalmente a nivel privado, el Consistorio tendrá que modificar ordenanzas y pedir los permisos necesarios tanto a la Confederación Hidrográfica del Júcar como a los agricultores, que ahora son los titulares de los caudales regenerados. El edil González de Zárate cree que «no habrá oposición, porque el objetivo es ser más eficientes y ahorrar en un bien tan preciado como es el agua potable».