Trozos de escayola en el suelo y marcas de agua. Parte del techo del Centro Cultural de Benidorm se ha caído estos días dejando destrozos en la zona central del edificio, una gran sala con las paredes de ladrillo. Así, también se pueden ver restos de zonas húmedas tanto en la parte más alta como en las paredes de alrededor. Unos destrozos que se producen con el edificio aún cerrado y sin uso.
El incidente se ha producido en esa situación, aunque las obras llevan terminadas desde el pasado mes de marzo. Con todo, la caída de esa parte del techo ha dejado a la vista el interior del mismo en algunas partes. Las marcas de agua podrían ser señal de que las lluvias de las últimas semanas hubieran tenido algo que ver, según algunas fuentes consultadas; aunque no se ha confirmado esta cuestión o si ha sido por otro motivo. No solo la parte alta de la sala interior tiene daños. Una de las puertas de acceso también tiene desperfectos; en concreto el cristal se ha "hecho añicos" pero sin acabar de romperse del todo.
Cabe recordar que la Sociedad Proyectos Temáticos de la Comunidad Valenciana (SPTCV), la empresa pública de la Generalitat, finalizó la primera fase de las obras del Centro Cultural de Benidorm el pasado mes de marzo, tras terminar todos los "flecos pendientes". La entidad confirmó que se habían hecho todas las pruebas y certificaciones de todos los aparatos instalados, desde ascensores a luminarias, aires acondicionados, etc., con lo que estaría ya en disposición de entregar el edificio al Ayuntamiento para que éste empiece a utilizarlo.
Las mismas fuentes confirmaron a este diario que se está "a la espera" precisamente de cerrar todo el proceso con la administración local y que "el edificio se entregará en perfecto estado". Es decir, que se arreglaran todas estas cuestiones en el momento en el que se den las llaves al Ayuntamiento.
El Centro Cultural es una de las obras más esperadas para la ciudad. A él se trasladarán los Conservatorios de Música y Danza en cuanto se entregue el edificio. Ahora mismo, los alumnos dan clase de forma provisional en el nuevo edificio multiusos del CEIP Leonor Canalejas después de que tuvieran que abandonar los locales de la parte baja de la plaza de toros por los problemas estructurales de la misma.
La finalización de la obra de esta infraestructura cultural se producía casi con un año de retraso sobre la fecha inicialmente prevista, mayo de 2021, y seis meses después de concluir el grueso de la obra civil, que se demoró debido a distintos problemas generados por la pandemia, como cuarentenas de sus trabajadores o falta de suministro de muchos materiales de obras. Después, vino la rotura de stock a nivel mundial del mercado de los microchips, que retrasó la entrega de los elementos necesarios para realizar la instalación eléctrica definitiva.
Como ya publicó este diario, el Ayuntamiento debía abonar la parte del IVA que por convenio se comprometió a asumir con fondos propios -cuya cuantía podría estar en torno a 2,6 millones de euros-. Además tendrá que amueblar el edificio, dotarlo de personal y de otros servicios, así como darle la actividad cultural para la que en su día se concibió.
La primera fase del Centro Cultural cuenta con una superficie de 11.000 metros cuadrados construidos y contempla la puesta en marcha del Conservatorio Municipal de Danza, el Conservatorio Profesional de Música José Pérez Barceló, ambos ahora dando provisionalmente clase en otros espacios, una sala menor con capacidad para 450 butacas y una cafetería para dar servicio a todos estos espacios, todo ello con acceso desde la calle Jaén, ahora también en obras para reurbanizarla y mejorar la escena urbana.
El proyecto de este Centro Cultural se inició en 2006 con el popular Francisco Camps en la Generalitat. La obra se adjudicó en 2007 con un presupuesto de licitación de 45 millones de euros, que la adjudicataria rebajó hasta los 37. La obra comenzó en 2008 y en 2010 se paralizó. Tras muchos capítulos en su historia, en 2015, el socialista Ximo Puig se comprometió a retomar las obras y finalizarlas a lo largo de aquella legislatura. En julio de 2018 se firmó un nuevo convenio con el Ayuntamiento para dividir el proyecto por fases. Finalmente, en 2019 volvieron a retomarse los trabajos que ya han terminado. Está previsto que en 2023 se pueda iniciar la finalización de todo lo que falta.
