Otro retraso en la finalización de las obras de la segunda fase de regeneración del frente litoral en Altea tras aplazarse por primera vez el pasado mes de junio y anunciar que se acabarían el 27 de octubre. La nueva fecha prevista, según ha anunciado este lunes el alcalde Jaume Llinares Alvado, será el día 18 de este mes de noviembre “tras concederle el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO) a la empresa concesionaria, Torrescámara y Cía. de Obras S.A., una segunda prórroga de 21 días el 31 de octubre atendiendo a la solicitud de la empresa ante la falta de cumplimiento de los plazos acordados el 30 de mayo y en donde se comprometían para acabar las obras el 27 de octubre”. Las obras se han estado desarrollando divididas entre las partes terrestre y marítima llevadas a cabo, respectivamente, por el Ayuntamiento de Altea y el MITECO. El alcalde ha indicado que la terrestre “estará acabada en el plazo prorrogado que acaba dentro de 14 días”, mientras que la marítima “se acabará antes de la Semana Santa próxima, pues faltan aún 15.000 metros cúbicos de áridos para finalizar la nueva playa proyectada”.

Reivindicación desde hace más de 20 años

El proyecto de regeneración de la fachada costera es una reivindicación que comenzó a finales de los años 90 del siglo pasado para restaurar la costa entre el río Algar y el puerto pesquero. La primera fase se realizó en 2016 eliminando el “charco” y creándose la playa de L’Espigó con una inversión superior a los cuatro millones de euros financiados por el Ministerio de Medio Ambiente. Esta segunda fase, que se inició el 24 de mayo de 2021 con la previsión de acabarla en doce meses, creará una playa de unos 400 metros de longitud entre la playa de L’Espigó y la mitad de la playa La Roda (frente a la oficina de Turismo), y un espacio lúdico con zonas verdes y áreas recreativas que sustituirán al aparcamiento que había en el paseo marítimo con una superficie cercana a los 4.700 metros cuadrados y capacidad para 175 vehículos. Además, el proyecto prevé mejorar esta nueva playa hasta el puerto de Altea en una longitud cercana a los 200 metros.

La segunda fase tiene un presupuesto de 4,1 millones euros, de los que el Ayuntamiento financia la parte terrestre con 2,6 millones, y el MITECO asume los costes de las obras en la zona marítima, valorados en 1,5 millones de euros. Además, el ministerio dirige las obras, pues fue quien las adjudicó a la empresa Torrescámara y Cía. de Obras S.A. Con esta segunda fase, Altea volverá a tener una playa de la que disfrutaron los ciudadanos hasta la década de los 70 del siglo XX, cuando el mar comenzó a comérsela y fue necesario construir un espigón de protección que llevó a la creación del aparcamiento que ya ha desaparecido.

Trabajos a marchas forzadas

En estas dos últimas semanas los trabajadores de la concesionaria están trabajando a marchas forzadas para cumplir el plazo final de las obras de la parte terrestre. El alcalde Jaume Llinares ha indicado que “el MITECO, directamente y a través de su dirección territorial, mantiene un contacto permanente con el Ayuntamiento y la dirección de obra desde el principio. Debido a problemas en la extracción de canto rodado, en donde faltan aún 15.000 metros cúbicos de áridos, y a algunas cuestiones logísticas, la empresa adjudicataria solicitó a mediados de octubre prorrogar en tres semanas más la finalización de las obras. El ministerio consideró justificada la solicitud y se ha aceptado como plazo definitivo el 18 de noviembre”.

Llinares ha afirmado que la obra “ya se consideraba de difícil ejecución desde el principio, pero las dificultades sobrevenidas por la invasión de Ucrania, con la subida de precios y los problemas de fabricación y suministros, han complicado mucho su cumplimiento. Así y todo, el coste no ha variado respecto al presupuesto inicial. Esta ha sido una de las condiciones que más ha determinado el proceso y las dificultades para acabar la obra, pues la empresa ha solicitado en varias ocasiones un modificado de proyecto con revisión de precios que no han sido aceptados nunca”.

Obras en segunda fase remodelacion frente litoral Altea. Diego Coello Calvo

Sobre el desarrollo de las obras, el alcalde ha expresado que “no debemos de olvidar que venimos de una prórroga anterior que nos hizo sufrir mucho porque se hubiera podido provocar su paralización y entrar en una situación de litigio que nos hubiera llevado como mínimo a que estuvieran paradas durante dos años. Afortunadamente se llegó a un acuerdo con la concesionaria y el ministerio para acabar la obra dentro del plazo de la segunda prórroga. Al menos la parte terrestre”. En este sentido, el primer edil ha afirmado que en la zona del paseo “el proyecto se ha ejecutado como se diseñó. Otra cosa ha sido la parte marítima en donde no se ha podido extraer el volumen necesario de canto rodado para configurar la playa como estaba proyectada, lo que significa que temporalmente veremos una playa con menor sección que la definitiva”.

Problemas para crear la nueva playa

De la extracción de áridos, Llinares ha explicado que “nos hemos encontrado con que las parcelas adyacentes al cauce del Algar dispuestas para la extracción de cantos rodados han tenido poco rendimiento. No se ha llegado a las cifras previstas al inicio, y faltan 15.000 metros cúbicos para acabar la playa. Cuando nos dimos cuenta de la falta de piedras, comenzamos a buscar nuevas parcelas junto al río y ya se ha llegado a un acuerdo con los propietarios de otras dos parcelas. El ministerio ha encargado sondeos técnicos pero aún no tenemos los resultados, aunque pienso que no habrá problema porque las nuevas parcelas son grandes y darán el rendimiento esperado de cantos rodados para acabar la playa”.

Esta circunstancia lleva a que con toda probabilidad “la nueva playa esté finalizada antes de Semana Santa, pues la idea es hacerla en el invierno para que esté en perfectas condiciones cuando se inicie la campaña turística”. Así mismo, el alcalde ha adelantado que Torres Cámara “no se encargará de acabar la playa. El ministerio contratará a la empresa pública estatal Tragsa (la misma que ejecutó la playa de L’Espigó tras quebrar la primigenia concesionaria) para acabar los 15.000 metros cúbicos que faltan y el reperfilado de la playa. No se impedirá el uso normal del nuevo paseo y zonas lúdicas, ni las terrazas de los restaurantes, pues los camiones circularán desde el río por la playa de L’Espigó”.

Importancia de la remodelación costera

Llinares Alvado se ha mostrado optimista al considerar que “la importancia del nuevo paseo y la recuperación de la playa va a ser determinante para el futuro de Altea, como lo fue en su momento la protección del pueblo antiguo. Este es un proyecto que reforzará de manera significativa nuestra imagen turística y mejorará considerablemente la calidad de nuestros espacios públicos. Y con ello la calidad de vida de nuestros ciudadanos y visitantes”. Además, ha añadido que “también es absolutamente necesaria la remodelación y mejora del actual Paseo Sant Pere. Ya hay un proyecto para la construcción de un aparcamiento subterráneo en su parte más ancha, cerca del puerto. Y hemos mantenido varias reuniones con Puertos de la Generalitat para integrar urbanísticamente todo el frente del puerto y del Club Náutico de Altea, con la desaparición del vallado actual y la construcción de un nuevo paseo que se prolongaría hasta enlazar con el existente en Cap Blanc. Los proyectos con Puertos son lentos, pero van avanzando. Ya nos han mostrado propuestas que son coincidentes con nuestros objetivos y planificación. Ahora se trata de ir de la mano con Puertos y el Club Náutico de Altea para conseguir la mejora urbanística y una nueva concesión para el club”.

Finalmente, el alcalde de Altea ha hecho una mención especial para los restaurantes y comercios de la primera línea: “hemos tenido problemas importantes por la convivencia de la zona de obras con la explotación de las terrazas en dominio público. Se ha hecho un gran esfuerzo por parte del Ayuntamiento, la dirección de obra y la constructora para poder coordinar las fases de ejecución y permitir el uso parcial de las terrazas. Es de agradecer la actitud colaboradora de la mayoría de comercios para facilitar, tanto, el desmontaje de los cerramientos existentes como el proceso de la obra”, ha apostillado.