Espectacular imagen de varios delfines saltando sobre el mar frente a la playa de Benidorm

Preciosa escena frente al litoral de la capital turística de la Costa Blanca

Algunos fotogramas del vídeo que ha grabado los saltos de varios delfines frente a la playa de Benidorm

Algunos fotogramas del vídeo que ha grabado los saltos de varios delfines frente a la playa de Benidorm / INFORMACIÓN

El mar en calma reflejando los últimos rayos de sol que se cuelan entre los rascacielos del skyline de Benidorm. Una tonalidad malva se encarga de colorear un paisaje casi idílico, tan sencillamente extraordinario que cuesta creer que sea fruto de la propia espontaneidad. Hasta el siempre elegante vuelo de unas gaviotas se suma a completar una escena difícil de mejorar y que sería un digno fondo de pantalla en cualquier ordenador o móvil. Pero de repente, la naturaleza pone la guinda y escenifica el truco final.  

Un afortunado a bordo de una embarcación que se encontraba navegando en ese justo instante y en ese preciso lugar se encarga de grabar el momento con su cámara. Y gracias a la tecnología, el resto de mortales podemos disfrutar de un espectáculo por el que el público suele tener la mala costumbre de pagar para verlo desde las gradas en las instalaciones de algún parque acuático.

Pero en este caso, no han hecho falta domadores, ni horarios, ni funciones. Nada de cautividad. Naturaleza en estado puro. Ante un marco incomparable, con los imponentes edificios de la capital de la Costa Blanca como telón de fondo, unos delfines emergen del agua ante el asombro de la persona que filma unos segundos que difícilmente olvidará. El vídeo del momento circula desde hace días por las redes sociales, pero su verdadero autor es David Aznar, espectador de lujo de un encuentro casual con los animales que suele ser todo un acontecimiento para quien tiene la suerte de verlo en directo.

Sus gritos de júbilo y su sincera reacción nos representan a todos, cualquier expresión queda justificada ante un presente que la naturaleza suele brindar en la intimidad del mar y sin previo aviso, exactamente, como en esta ocasión. Los delfines aparecen y comienzan a ofrecer su mejor repertorio de saltos, como si fueran conscientes de la maravilla que están creando, y con la magia de la perspectiva, sus piruetas y acrobacias parecen superar en altura los 186 metros del Bali.

Sus siluetas, cortadas por la luz del atardecer, aparecen en primer plano por delante del inconfundible perfil de Benidorm, cuyo mar ha sido escenario de una imagen que sería la envidia de cualquier campaña de promoción turística.