CONSORCIO DE AGUAS DE LA MARINA BAJA

Un ejemplo de economía circular de la gestión del agua

La gestión del agua planteada por el Consorcio, es un modelo de éxito fundado en el acuerdo, la interdependencia y los compromisos mutuos.

La gestión del agua planteada por el Consorcio, es un modelo de éxito fundado en el acuerdo, la interdependencia y los compromisos mutuos. / David Revenga

La comarca de la Marina Baja, está formada por 18 municipios y sólo 7 municipios en el área de la franja costera,  forman el Consorcio de Aguas de la Marina Baja, que representa el 97 % de la población y el 41 % de la superficie. La extensión de la Comarca es de 578,67 km² y desde el punto de vista geográfico, la comarca puede dividirse en dos: un interior montañoso dónde se localizan sierras (Aitana, Puig Campana, Bernia y el Cabeçó d’Or) y una llanura costera.

La Marina Baja, es uno de los nueve sistemas de explotación en el que quedó dividida la Cuenca Hidrográfica del Júcar, a raíz del PHJ en 1997. Tiene un clima mediterráneo semiárido, con una temperatura media anual, entre los 14° del interior y los 19° de la costa. La evolución pluviométrico anual de la comarca presenta dos facciones bien diferenciadas; por un lado se encuentran las cuencas de los ríos Algar y Guadalest, con una pluviometría elevada, situándose el valor medio entre 600 l/m2 y por otro lado, se encuentra la cuenca del Amadorio, que son sensiblemente inferiores en torno a 225 l/m2.

Hasta el año 1997, cuando el Ministerio realiza la última gran Obra que es el Bombeo de Fenollar y la Conducción Fenollar-Amadorio, la comarca de la Marina Baja, estaba aislada de las grandes Cuencas Júcar y Segura, de ahí que el agua siempre se haya concebido como un recurso muy limitado y normalmente sujeto a considerables impactos, por esto la gestión del agua en la Marina Baja, lleva muchos años aplicando los principios de la economía circular y de sostenibilidad, siendo la reutilización de las aguas de las 3 EDARs (Benidorm, Villajoyosa y Altea), un pilar fundamental en esa economía circular.

El difícil desafío de hacer compatible el extraordinario desarrollo turístico y urbano de su franja litoral, con centro en Benidorm, y unas disponibilidades hídricas exiguas e intermitentes, muy desiguales de un año hidrológico a otro, ha encontrado en los acuerdos entre las Comunidades de Regantes y Consorcio, el marco adecuado para una gestión armónica, pactada, integral y sostenible del agua, fructífera y provechosa para municipios consorciados y Comunidades de Regantes concertadas.

Gestión y recursos del Consorcio

La gestión del agua planteada por el Consorcio, es un modelo de éxito fundado en el acuerdo, la interdependencia, los compromisos mutuos y las obligaciones recíprocas de los partícipes, que producen extraordinaria y singular sinergia; resulta viable y sostenible, con la amplia y certera respuesta de una planificación hidrológica imaginativa y técnicamente bien resuelta, que incluye mayor regulación de caudales epigeos, mejora sometida a continuo y riguroso control, de los campos de pozos existentes y adición de nuevos sondeos; y, muy destacada, por sus características y consecuencias, la reutilización, muy perfeccionada, de aguas regeneradas, asistido todo ello de conducciones generales que permiten una lograda simbiosis de dos sistemas independientes -los de aguas blancas y recicladas-, que funcionan al unísono a tenor del año pluviométrico e hidrológico, sin duda la componente más singular de un mecanismo tan complejo y bien articulado.

Añadamos, por último, el recurso a caudales foráneos, a través de la conducción Rabasa-Fenollar-Amadorio, o a la reserva en la planta desalinizadora de Mutxamel. Y es de resaltar que, en períodos prolongados de intensa sequía, el efluente de la EDAR de Benidorm, al que deben sumarse, en un futuro cercano, con similar calidad, los de la EDAR de Villajoyosa y Altea, supone la máxima garantía de disponibilidad para uso agrícola.

En suma, convenios justos, satisfactorios para todos, y actuaciones hidrológicas adecuadas han permitido enfrentar, con óptimos resultados, uno de los mayores desequilibrios planteados en territorio español entre disponibilidades y demandas hídricas; evidenciando cómo la existencia de una gestión adecuada y de las infraestructuras, habitualmente compartidas, diseñadas al efecto pueden permitir y propiciar acuerdos, con ventaja mutua y beneficio recíproco, entre usuarios cuyas posturas pudieran parecer o resultar, en principio, antagónicas y difícilmente conciliables.

La gestión de las aguas superficiales y subterráneas, su captación y almacenamiento en los Embalses de Guadalest y Amadorio y la regeneración de las aguas reutilizadas y su distribución a las cabeceras del riego, tiene especial incidencia los costes energéticos, que en el año 2022 han llegado a triplicarse, constituyendo una gran amenaza en el incremento de los costes de gestión de agua y aun teniendo uno de los menores precios del servicio de distribución en alta. La incidencia económica de dicho condicionamiento en los costes del agua es muy elevada, al influir de forma decisiva en el binomio agua-energía. La situación más desfavorable, se plantea con la compra de caudales externos de la conexión Rabasa-Fenollar-Amadorio, durante situaciones de intensa y prolongada sequía. Para garantizar que esta instalación de emergencia se encuentre siempre en perfecto estado de funcionamiento, desde el Consorcio se ha propuesto que todos los años se transfiera una cantidad mínima de agua para garantizar las infraestructuras y ayudar a complementar el máximo de recursos hídricos.

El cambio climático ya es visible y sus posibles consecuencias nos obligan a una mejor eficiencia del agua en el abastecimiento y en el regadío. Esta estrategia, nos permitirá reducir la demanda y fomentar la oferta sostenible de recursos, pero debe ir acompañada de una adecuada planificación, que debe pivotar sobre 2 ejes: Aumento de la capacidad de almacenamiento para aprovechar los excedentes que de forma periódica se producen en esta Comarca y la implantación de nuevos terciarios en EDARs de Altea y Villajoyosa, además de la ampliación del Terciario de la EDAR de Benidorm, esto no será posible sin la implicación de las grandes administraciones: Ministerio y Conselleria. Recordar que el agua en la Marina Baja, no habría estado nunca garantizada, si no fuera por la continua implantación de infraestructuras.

De forma paralela a la planificación de nuevas infraestructuras, que generen recursos ante el cambio climático, también se están llevando a cabo infraestructuras que produzcan ahorro energético y con la posibilidad de subvenciones a nivel Europeo, que favorezcan el paso a economía baja en carbono: inversiones en instalaciones fotovoltaicas (actualmente en iniciación la instalación Solar Fotovoltaica de Autoconsumo para Estación de Bombeo Reutilización nº1 de Villajoyosa con 89 KW), inversiones en Microcentrales hidráulicas (en funcionamiento la microtubina en La Nucía 75 kw) y con una previsión en el medio plazo de autoconsumos de 1,5 Mw, además de una apuesta por la Digitalización mediante la implantación de modernos Sistemas Scada y generación de bases de datos integradas, con la implantación final de un gemelo digital.