En cuanto creas que ya lo sabes todo estarás dando el primer paso en el camino de la ignorancia.

Aprovecha para continuar aprendiendo siempre. Hoy tienes la suerte de que la red te permite averiguar todo tipo de oferta formativa que puedas imaginar, online, presencial, en el extranjero, al lado de tu casa.

El keniata Julius Yego comenzó a aprender a lanzar la jabalina viendo videos en Youtube y hoy es el campeón del mundo de esa disciplina. Hace unos años eso era inimaginable.

Apuntarte a un curso, a un taller, a un seminario o ir a una conferencia, no solo te enriquece por los conocimientos que vas a recibir, sino por la experiencia en sí misma. La experiencia de aventurarte en algo nuevo, salir de tu inerte comodidad para introducirte en un grupo con gente que no conoces y con expectativas de aprender cosas nuevas.

Cultivar tu cerebro y abrirte a nuevas personas es abrir todo un mundo de posibles combinaciones y conocimientos. Quién sabe si quien se sienta a tu lado puede convertirse en tu futuro cliente, en tu socio, en la mujer de tu vida, en un buen amigo. El mundo, cada día más, se basa en las relaciones. Permítete de vez en cuando rodearte de personas interesadas por un mismo tema, con un buen profesor/ponente delante, y date el gustazo de aprender.

Image by Lynn Skordal

Aprende sobre ti

Cualquier tema que te interese es perfecto para aprender, pero una de las mejores inversiones es apostar por aprender sobre ti.

Invertir tu tiempo y esfuerzo en tu propio desarrollo personal te va a hacer viajar a grandes distancias evolutivas en poco tiempo.

Por supuesto que ese curso de francés o ese otro de redes sociales te van a venir muy bien, pero ¿qué tal si aprendes a meditar o a solucionar conflictos personales? Atrévete a averiguar cómo podría cambiar tu vida si ese tiempo y dinero de más que te gastas en cervezas el finde o en el centro comercial un día festivo, lo dedicaras a aprender a saber quién eres. A averiguar por qué repites patrones de comportamiento, por qué atraes a tu vida al mismo tipo de personas o por qué siempre vas justo de dinero.

Cuanto mejor conozcas tus emociones, qué te sienta bien y qué te perjudica, mayor capacidad tendrás de llevar una vida en conexión con la Fuente.

Te invito a buscar alguna formación, por sucinta que sea, en la que aprendas sobre ese ser único y misterioso que eres.

Cómo en todo, en el mundo del crecimiento personal también puedes tropezarte con malas experiencias, de ti depende informarte bien y pedir referencias para no frustrar después tus expectativas.

Encuentra la manera de formarte siempre y si en estos momentos tu economía no te permite ir a cursos, busca grupos, espacios de colaboración donde se abran puertas al conocimiento. Quizá te frene no saber muy bien qué te gusta o qué quieres aprender, pero has de saber que se trata de una vieja trampa del inmovilismo. Lo que aprendas es lo de menos, lo importante es dar el paso, imbuirte de algo y vivir durante un tiempo, quizá solo unas horas, una experiencia de la que extraer una vivencia que te va a hacer una persona más completa, con mayores conocimientos y con mayor capacidad para afrontar el futuro.

Aprender es una actitud

Bien es cierto que para aprender no hacen falta cursos, puedes aprender en una conversación en la panadería o charlando con tu hijo, con un buen amigo, un anciano… Para aprender solo necesitas una actitud, la del eterno aprendiz que se entusiasma y se sorprende por todo lo nuevo que hay aún por descubrir.

El mundo cambia, tu cerebro cambia, cambia tú si no quieres quedar anclado en un pasado que cada día se diluye con mayor fuerza y rapidez.

Mantén una actitud de eterno aprendiz y vivirás una vida con sentido y llena de motivación. Manera 45 de conectarse a la Fuente: Continúa aprendiendo.