Cuando dejes de buscar la respuesta a todo recibirás la información necesaria. Si te abres a escuchar, a sentir, a percibir, las respuestas llegan y suelen ser las que precisas.

Comunicarte con la Fuente te resulta difícil precisamente porque es algo sencillo. No estamos acostumbrados a ser sencillos. Nuestra hipertrofia mental nos ha llevado a un nivel de complejidad que está acabando con el goce de las cosas simples, elementales, naturales.

Comunicarse con la Fuente no es hacer esfuerzos, no es meditar horas y horas, ni orar hasta caer rendido, no es leer libros y libros para comprender, ni seguir con fe ciega a los expertos y los gurús.

Comunicarse con la Fuente es más simple, es más una cuestión de afinación que de acumulación o esfuerzo. Es volver a entrar en su frecuencia. La frecuencia en que la naturaleza toda y el cosmos vibran. La frecuencia en la que por defecto tú vibras, la que viene de fábrica en tu manual de instrucciones.

Nacemos con todo lo necesario para permanecer en continua comunicación con esa conciencia que todo lo abarca y todo lo une, esa fuerza que da sentido existencial a este estado bioquímico que llamamos vida.

Suena místico y parece complejo, pero es que lo sencillo nos hace dudar. A medida que vamos creciendo se nos va reprogramando (con nuestra connivencia) alterando así la frecuencia natural, el código básico con el que nos conectamos a la Fuente.

Image by Danai Gkoni

Creerse las creencias

Esas creencias tan arraigadas en nuestra cultura de que la vida es lucha, de que la vida es esfuerzo y de que si tu vida no es dura no conseguirás nada en ella, es un mantra que nos persigue y nos hace caminar arrastrando verdaderos yugos que nos frenan y nos pesan.

¿Qué se supone que has de conseguir? ¿qué es ser un hombre o una mujer de provecho? ¿quién marca esos parámetros?

La tan cacareada cultura del esfuerzo, si no es bien entendida, puede entrar en paradoja con el verdadero motivo de tu vida, que es disfrutarla al máximo, compartirla y, si se quiere y se puede, reproducirla.

Está claro que una vida con propósito, en la que pones toda la carne en el asador es una vida con sentido, pero de ahí a pasarte toda una vida trabajando para que otros se enriquezcan, dejando tus mejores años en un levantarte sin motivo, un llegar a final de mes y un vivir esperando que el futuro sea mejor, media un abismo.

La Fuente siempre esta en conexión contigo, solo tú pones las montañas en medio. Solo tú construyes barricadas, porque no alcanzas a creer que vivir es sencillo. Y vivir es sencillo. Lo que es difícil es vivir como la cultura masiva actual pretende hacernos creer que se ha de vivir.

Para mantener una comunicación limpia, has de estar limpio. Limpio de hábitos y creencias, pero como eso solo lo consiguen dos monjes y cuatro virtuosos en el mundo, he de decirte que comunicarte con la Fuente es como limpiar un desván. No se trata tanto de llenarte de conocimientos y experiencias sino de aprender a soltarlos. Ir dejando caer las prendas que te cubren una a una, hasta que sientas que cada día eres más liviano.

Revisa tus creencias. Que creas que algo es cierto no significa que lo sea, sobre todo si es algo que te limita. Abandona los no puedo, no lo merezco, no se me da bien y cámbialos por yo sí puedo, soy merecedor y, si quiero lo conseguiré.

Unas pistas

La sensación de ligereza refleja un estado de comunión con la Fuente, la alegría, la paz, la confianza, son estados naturales del ser que te dan pistas de que estás en la frecuencia correcta. Funciona como la radio y como tal es una frecuencia fácil de distorsionar pues nos rodean miles de interferencias y por si no fuera suficiente con el entorno, nosotros provocamos otras miles más.

Claves para comunicarte con la Fuente hay muchas, ahora mientras escribo me vienen a la mente unas cuantas: Cultiva la interioridad, la soledad y el silencio. Entrena la paciencia, la reflexión y la sensibilidad. Profundiza en la aceptación, el agradecimiento y el perdón.

Ser feliz es sencillo. Lo complicado es ser sencillo. Manera 48 de conectarse a la Fuente: Comunícate con ella