Acabo de encender la chimenea y me dispongo a recomendarte que de vez en cuando te programes un retiro.

Estoy solo, me he venido una semana a mi casa de Vejer de la Frontera a concentrarme, a instalarme la última actualización de mi propio software interno y a diseñar un curso del que muy pronto tendrás noticias en mi web y en mis redes.

Me encanta el retiro, lo reconozco, y tengo la fortuna de que mi mujer entiende que para mi es necesario desaparecer unos días de vez en cuando y olvidarme del mundo (para ella seguro que es también un alivio perderme de vista un rato).

Mi trabajo es inspirar y para inspirar hay que estar inspirado.

Pero sea cual sea tu dedicación necesitas estar contigo para luego poder estar mejor con los demás y poder aportarles aquello que necesitan de ti quienes te rodean.

Image by Kristjan Lyngmo

Retiro vs desconexión

Practicar el retiro va un paso más de lo que expresaba en la Manera 51, va más allá de la mera desconexión. Desconectar se puede hacer en familia, en pareja, con amigos, pero un retiro no son unas vacaciones, bien al contrario supone un importante trabajo personal. El reto consiste en estar contigo las 24 horas durante unos días, en este caso van a ser 6 días.

Sé por experiencia, que a mi vuelta funcionaré mejor, con las correcciones y mejoras necesarias en mi propio sistema operativo.

Si logras quitarle a la palabra el peso de la cultura, el bagaje histórico y la carga religiosa, creo que la mejor manera de definir este tipo de retiro es llamarlo ejercicios espirituales.

Para que un retiro funcione es mejor salir de tu entorno, irte al pueblo, a un monasterio como hace el amigo César Piqueras cuando tiene que escribir un libro, o encontrar tu refugio espiritual. Yo encontré Vejer Vejerhace 10 años. Pero te recomiendo que en función de tus gustos rastrees un refugio espiritual en el que poder practicar tu retiro.

Hoy es un lujo poder estar solo y aislado, reconozco que no es fácil, pero como en todo, a medida que vas practicando le vas cogiendo el gusto. No se trata de convertirte de repente en un eremita, es más bien un descanso del ruido externo de la vida para centrarte en asuntos más íntimos.

Expo túmismo

Enfréntate a tu momento, celebra un Congreso Profesional de la Asociación Nacional de Ti Mismo y preside la sala. No olvides tratar todos los puntos necesarios para volver con mayor claridad, con mayor fluidez y sobre todo habiendo tomado perspectiva de la amalgama de acciones, decisiones y movimientos que se precipitan en tu vida y que de vez en cuando necesitas observar desde la distancia.

Cuando pasas tiempo en soledad y aislado despierta el testigo consciente y te conviertes con mayor facilidad en el observador de lo que sucede en tu mecanismo profundo. En un retiro puedes tomar decisiones de una manera más sencilla, pues al estar solo no tienes la posibilidad de confundir tus ideas con la de otro, tus emociones con las de otro, tus proyectos con los del otro.

En el retiro te das cuenta de que la velocidad es una variable que va a más en nuestras vidas y también vuelves a reconocer la influencia del entorno. Observas cómo metido en la vorágine del día a día dejas de distinguir cuáles son tus verdaderos propósitos y cuáles de ellos son inducidos por el ambiente en el que te rodeas.

El mejor refugio que encontrarás más allá de tu hogar y tu familia es tu propia interioridad. Tu universo interno es del mismo tamaño que el universo que retrata el Hubble.

Eres tan infinito por dentro de como lo es todo por fuera, porque en realidad no hay dentro ni fuera como reza el principio de la correspondencia ‘Como es arriba, es abajo; como es abajo, es arriba’.

Siéntete grande

Afina el oído y la vista y escucha a la Fuente, te está dando motivos para sentirte un ser merecedor de la vida que deseas llevar. Pero para afinar te vendría muy bien retirarte unos días. No vale la excusa de que no tengo tiempo, de que no tengo espacio o de que no puedo…si quieres puedes aunque sean 2 días.

En un retiro te recomiendo unos buenos libros que te ayuden a reflexionar sobre tu filosofía de vida. Alimentarte ligero y cocinar para ti, beber mucha agua, pasar de las noticias y la prensa, reposar y aunque estés trabajando en algún proyecto, darte espacio para la introspección, para reunirte contigo mismo y plantearte situaciones a debatir. Puedes hablar en voz alta sin miedo a que te tachen de loco pues nadie te va a ver ni escuchar.

Date permiso para pasar unos días contigo mismo y abrir un paréntesis lejos del mundanal ruido, volverás reforzado. Para inspirarte has de tomarte un respiro.

Manera 60 de conectarse a la Fuente: Practica el retiro.