Los últimos grandes éxitos de la televisión nos han traído a algunos ejemplares selectos de lo más bajo de la sociedad contemporánea. Tras habernos enseñado la vida de traficantes de droga, jefes de la mafia y asesinos en serie, faltaba poner al día a otro gran personaje de la galería de villanos: el político corrupto. Un concepto que quizá resulta raro en España, puesto que aquí eso es algo que no existe.(...) Bueno ya podéis dejar de reir. Y ésta es la historia de House of Cards, las "hazañas" de un político corrupto. Pero la corrupción de Frank Underwood (el congresista interpretado por Kevin Spacey) es un poco distinta a lo que estamos acostumbrados a ver por estos lares. Francis no está en política para forrarse, sino que lo él quiere es el poder y para conseguirlo, vamos a ir comprobando que no hay nada que no esté dispuesto a hacer, conspirando sin cesar para ascender a lo más alto en los despachos de Washington. Además Underwood es una especie de variante oscura del rey Midas, que tiene el poder de corromper todo aquello que toca.

House of cards es el remake americano de una serie británica de los años 90 y que ahora han adaptado a los nuevos tiempos David Fincher y Kevin Spacey, dos de los productores de esta fcción. Desde el primer episodio vemos que Francis Underwood, es un veterano político bregado en trabajar en las cañerías del poder que espera ser designado secretario de Estado tras la victoria del nuevo presidente de los Estados Unidos. Sin embargo, el presidente le necesita para que siga con su papel de negociador en la sombra para afianzarse la aprobación de varias reformas clave en su primer año de mandato. Esa marginación no le sienta muy bien al amigo Francis, que decide emprender su propia hoja de ruta para quitarse de enmedio a todos aquellos que le relegaron. El congresista hace cómplice al espectador de todas sus triquiñuelas hablando directamente a la cámara, explicándole sus jugadas y sonriendo malevolamente cuando el incauto que tiene enfrente ha mordido el anzuelo que le acaban de lanzar. Si eres fan de Kevin Spacey estas escenas te encantarán, sino le soportas, me temo que ésta no es tu serie. (Otra palabra para añadir al diccionario de series, Cuarta Pared, que es cuando los personajes se dirigen directamente al espectador). Junto a él se encuentra su esposa, interpretada por Robin Wrigth, en una relación que veremos cómo, a medida que avanza la serie, más que un matrimonio es una unión de intereses. Dentro de pocos meses empezará la tercera temporada, cuyo reto es ver si las conspiraciones de Spacey continúan tras haber tocado techo o llegan a su final. Para aquellos que no soportamos esperar semana tras semana a los nuevos episodios y nos gusta tener varios acumulados de golpe, esta serie tiene la ventaja de que todos los capítulos llegan de golpe. Netflix, la plataforma de televisión de pago que la produce, cuelga la temporada completa en el día de su estreno. El ritmo al que se consuma depende de cada nuo, pero a mayor lentitud, más riesgo de sufrir spoilers por parte de los impacientes. Un nuevo modo de ver televisión en el que las series son prácticamente películas de diez horas cuyas nuevas entregas se van contando de año en año.

Si alguno se ha molestado en consultar quiénes son los directores de House of Cards se encontrará con que cuenta con algunos pesos pesados de la gran y pequeña pantalla. Hagamos un repaso de todos.

1) El primero es David Fincher, el artífice de la serie, y autor de títulos como Seven, Zodiac, Benjamin Button. En La Red Social unió fuerzas con el creador de otra gran serie sobre la política norteamericana, Aaron Sorkin (El ala oeste de la Casa Blanca) y quizá allí le vino la idea de contar su historia sobre los entresijos del poder.

2) James Foley: comenzó dirigiendo videoclips para Madonna en los 80, ya trabajó con Spacey en Glengarry Glen Rose, y ha hecho otros thrillers como Cámara Sellada o Seduciendo a un Extraño.

3) Joel Schumacher: el hombre que casi se carga la franquicia de Batman, también tiene otras pelis interesantes como Un día de Furia, Jóvenes Ocultos, Línea Mortal o Asesinato en 8mm.

4) Charles McDougall: Curtido en las series de televisión, ha estado tras las cámaras también en episodios de The Good Wife, Los Tudor o The Mindy Project.

5) Carl Franklin: Uno que ha hecho un poco de todo. Discretas pelis como Toda la verdad o El demonio vestido de azul y episodios de The Pacific y Falling Skies.

6) Allen Coulter: Un director HBO. Entre las series en las que ha trabajado están Los Tudor, Los Soprano, Roma, Boardwalk Empire, Luck y Ray Donovan. Si llega a salir en The Wire, hace pleno.

7) John Coles: Otro director de la televisión, que tiene en su curriculum episodios de Mujeres Desesperadas, Anatomía de Grey, Sexo en Nueva York y ¿cómo no? El Ala Oeste de la Casa Blanca.

8) Jodie Foster: ¿Pero no era una actriz? Pues sí, pero esta estrella, que además es amiga de David Fincher, también ha hecho sus pinitos tras las cámaras el El pequeño Tate y El Castor, y se ha sumado a la moda Netflix filmando algún episodio de Orange is the New Black.

9) Robin Wright En el mundo de la televisión no es raro que algunos de los protagonistas de las series que interpretan acaben poniéndose detrás de la cámara. Algunos grandes directores de series son antiguos actores que se curtieron en sus propios títulos. El décimo epidosio de la segunda temporada de House of Cards ha sido su debut como directora.

Ahora cuando llegue la tercera temporada habrá que ver si Kevin Spacey se anima también a dirigir algún episodio, ya que tiene sus propias pelculas como realizador (Beyond the sea).