Las series de televisión que ven los personajes de ficción nos ayudan a comprender cosas sobre ellos y permiten a los guionistas mandar algún que otro mensaje que, unas veces, sólo los más entendidos pueden coger y, otras, son tan obvios que llegan a todos los públicos. Dime qué serie ves y te diré cómo eres. No hay nada como los gustos televisivos para entender a una persona. Y si quieres profundizar en el conocimiento de cómo son tus personajes favoritos, mejor. Algunas de las series que se muestran dentro de estos ejercicios de metatelevisión son imaginarias, otras reales. Esta semana en el blog veremos varios ejemplos.

Scream: Una de las cosas más recordadas de la saga cinematográfica de Wes Craven eran sus afilados diálogos en los que el guionista Kevin Williamson se mofaba de los topicazos del cine de terror. Este tipo de conversaciones también los tenemos en la adaptación de Scream para la pequeña pantalla, cuya segunda temporada se estrena el mes que viene, pero aquí se ven amplíadas también a las series de televisión. No sólo se habla de The Walking Dead y la naturaleza de la relación entre Daryl y Carol, también podemos encontrar encendidos diálogos sobre los giros de guión de Juego de Tronos, Cómo Defender a un Asesino, así como las últimas tendencias en redes sociales.

Mad Men: La carrera de Megan Draper fue meteórica. De secretaria del jefe, a esposa del jefe y finalmente dio el salto de Nueva York a Los Ángeles para que despegara su carrera como actriz. Al final de la sexta temporada, la marcha de Megan a la cuna de Hollywood supuso que muchos fans vaticinaran para ella el mismo final que Sharon Tate, la mujer de Roman Polansky asesinada por la secta de Charles Manson. Afortunadamente no fue así y Megan triunfó en la televisión en un culebrón: To Have and Hold. Lo que no sobreviivió fue su matrimonio con Don Draper que con la distancia quedó herido de muerte. Todo apuntaba al final de la serie.

Jane the Virgin: Rogelio de la Vega es una estrella de culebrón que descubre que tiene una hija, Jane. Su personaje es uno de los mejores de Jane The Virgin. Nada mejor que contar con una estrella de los soap opera para la parodia definitiva sobre el género. Un galán latino de pelo engominado, sonrisa brillante y un ego del tamaño de su audiencia. Al inicio de la serie es la gran estrella de Passion Of Santos donde interpreta al intrépido líder de una nación centroamericana con uniforme militar y grandes galones. En un momento de la serie comienza su decadencia como estrella y se ve relegado a otros papeles cada vez más ridículos.

Friends: Admitamos que por muy bien que nos cayera Joey Tribbiani, sus dotes interpretativas no valían un pimiento. Por eso cada vez le llegaban papeles más dignos de Ed Wood. Sin embargo, su carrera tuvo su particular momento de gloria: durante la etapa en la que encarnó al doctor Drake Ramoray en Days of our Lives, un culebrón entre médicos muy anterior a Anatomía De Grey. El personaje fue fulminado por los guionistas después de que a Joey se le ocurriera decir en una entrevista que él se escribía sus propios diálogos, El atractivo doctor quedó en coma al caer por el hueco de un ascensor y posteriormente cuando trataban de operarle alguien le asesinó en el quirófano.

The Good Wife: Al comienzo de la sexta temporada de The Good Wife vimos a Alicia Florrick enganchada a una serie de televisión en la que aparecían detectives con caras de amargados que se ponían a filosofar sobre la futilidad de la existencia en mitad de un tiroteo, mientras aparecen extraños ciervos en mitad de una carretera nevada. Algunos interpretaron estas escenas como una parodia de una fallida serie policíaca que en aquel momento emitía la AMC. Pero verdaderamente a lo que Talking at Noon recuerda es a True Detective y las secuencias pueden ser toda una premonición del batacazo de la serie en su segunda temporada. Hay otra teoría que contaré para dejar claro lo retorcidos que pueden ser los guionistas. Talking at Noon es el título de una novela que cuenta la historia de un veterano bolchevique que de la noche a la mañana se ve encerrado por unas injusta acusación de traición por los compañeros del partido que él ayudó a crear. A quienes les suene esta situación, quizás es porque es algo parecido a lo que le ocurre a Cary Agost en el inicio de esa temporada. El papel de Alicia ante los delicados momentos que vive su socio de despacho es de mera espectadora, ya que está muy ocupada en sus nuevos proyectos políticos. Una actitud pasiva como la que tiene mientras ve los episodios de Talking at Noon. Casualmente, cuando Cary supera sus problemas legales, las referencias a esta serie también desaparecen.

The Big Bang Theory: La panda de frikis de esta serie son adictos a todo tipo de sagas de ciencia ficción y los gags suelen girar en torno a la dependencia que sufren estos personajes hacia el género. Star Trek, Star Wars, Firefly, Babylon 5 y los superhéroes de DC Cómics, Batman, Superman, Wonder Woman, The Flash... Sin embargo, me temo que hay una cosa de la que casi nunca hablan: de Marvel. No es algo casual. Warner, el canal de la serie, es también el dueño de la editora de DC, con lo que cualquier alusión a la Marvel sería dar publicidad a la competencia. Aún no he visto las últimas temporadas por lo que me intriga saber si habrá alguna alusión a las series Marvel de Netflix, Jessica Jones y Daredevil.

The Leftovers: Si uno se fija en los monitores de televisión que aparecen de fondo en algunas escenas de The Leftovers puede darse cuenta de que muy frecuentemente en ellos están poniendo reposiciones de la tele comedia Primos Lejanos (sí, la del primo Lari). Los protagonistas de esta telecomedia de los años 90 figuran entre los desaparecidos aquel fatídico 14 de octubre, el Día de la Marcha Repentina, en el que un 2% de la población se volatilizó en el aire sin dejar rastro. Otros desaparecidos fueron Benedicto XVI y Jennifer López. En un mundo traumatizado, donde nadie ha sabido superar el duelo por la pérdida de algún ser querido, las televisiones repiten una y otra vez los programas que grabaron los desaparecidos, aunque hace años que dejaran de tener gracia.

Los Simpsons: Con 27 temporadas a sus espaldas, el universo de Springfield se ha ido ampliando año tras año, aunque hay cosas que han estado ahí desde el principio. Una de ellas es Pica y Rasca (Itchy and Scratchy), la serie de dibujos animados favorita de Bart Simpson y que se emite dentro del Show de Krusty el payaso. En un primer momento, era una parodia sobre la violencia que tienen las series de dibujos animados emitidas en horario infantil. Un gato y un ratón haciéndose la vida imposible permanentemente y que recuerdan mucho a Tom y Jerry, con un toque de Mickey Mouse y su propio parque temático al estilo Disneylandia. Las trastadas que el ratón hace a su rival suelen ser cada vez más bestias. Los personajes lograron su propia serie de cómics en la realidad.