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Las series que empezaron hace veinte años

Las series que empezaron hace veinte años

Parece que fue ayer cuando nos subimos al carro del año 2000. Nuevo siglo y medio milenio, aunque luego nos dijeron que realmente el cambio era un año más tarde. Tiempo para la nostalgia hoy en el blog. Hacemos un repaso a algunas de las series más influyentes que se estrenaron ese año en la televisión. Una lista que hará sentir sentirse a uno un poco más viejo al darse cuenta de que han pasado dos décadas desde su estreno. La mayoría de las series se ofrecían en abierto, aunque el cable ya se iba extendiendo y ya se empezaba a vislumbrar que HBO iba a cambiarlo todo en el mundo de la televisión, mientras que Netflix era un servicio de videoclub que funcionaba por correo. Los Soprano Los Sopranohabían empezado en HBO un año antes y todavía faltaban cuatro para que terminara Friends.

Ala-dina: Esto era el prototipo de lo que eran las series españolas durante aquellos años. El día de su estreno contó con casi cinco millones de espectadores. Título creado en Televisión Española para mayor gloria de Paz Padilla. La humorista interpretaba a una genio que es liberada de su lámpara cuatrocientos años después y se ponía a trabajar como empleada de hogar para una familia formada por un viudo y sus dos hijos. Cuando en Paquita Salas Paquita Salasse refieren a Lidia San José como la niña de Ala-dina, sí, están hablando de esta serie. A mitad de la series, Paz Padilla fue reemplazada como protagonista por Miriam Díaz Aroca. Este relevo causó que la audiencia se desplomara y se cancelara a finales de 2002 en la quinta temporada. En 2015, hubo un intento fallido para resucitarla.

Andromeda: Space-opera surgido de un guión escrito por Gene Roddenberry, el creador de Star Trek, y que estuvo durante muchos años guardado en un cajón. El proyecto fue desempolvado para el lucimiento de Kevin Sorbo que pretendía que se convertiría en una suerte de Hércules en el espacio. Si Stargate recicló a Richard Dean Anderson para seguir haciendo papeles de acción tras MacGyver, Andromeda iba a cumplir este mismo papel para él. Aunque en el inicio de la serie se contrató a uno de los guionistas estrella del renacer trekie de los 90, Robert Hewitt Wolfe, las injerencias de los ejecutivos, que querían episodios autoconclusivos y menos tramas a largo plazo, provocaron su precipitada marcha. Los bandazos argumentales fueron la seña de identidad de la serie que poco ayudó al género de la space opera. Aguantó cinco años en antena.

CSI: La serie de los agentes de la policía científica de Las Vegas fue en un éxito de la noche a la mañana. Gill Grissom (William Peterson) se convirtió en uno de los iconos televisivos del nuevo siglo por sus originales métodos de investigación basados en la ciencia forense. CSI fue en una rentable franquicia que generó otros tres spin offs: Miami, New York y la fallida Cyber, creada en el declive de la serie. Hay dos etapas claramente diferenciadas en la serie: antes y después de Grissom. Hasta Quentin Tarantino dirigió un episodio doble al final de la quinta temporada en uno de los años más dulces para la franquicia. Tras la marcha de Grissom en la novena temporada otros intentaron recoger su legado. Ni el carisma de estrellas como Liev Shreider, ni Laurence Fishburn, ni Ted Danson pudieron remontar la serie, que ya empezaba a repetirse más que el ajo y en la que ya no quedaba casi nadie del reparto inicial. Terminó en la temporada 16 con un episodio doble episodio dobleen el que Grissom regresaba para un último gran caso.

Dora la Exploradora: La serie educativa que llegó para martirizar a los padres de miles de niños a la hora del desayuno. Con lo que molaba Vaca y Pollo. Mejor que el video sea de la parodia de Oregón Televisión que la serie ¿no? Fue como una sucesora de los Teletubbies. Dora, el mono Botas y Swiper el zorro vivían cada semana nuevas aventuras en un entorno selvático y cuya dinámica recuerda a las aventuras gráficas de los juegos de ordenador, donde van resolviendo distintos enigmas con la ayuda de los niños. Duró la friolera de ocho temporadas y 172 episidios y en España se veía a través de los canales infantiles de TVE.

Gran Hermano: Después de que en la década de los 90 viéramos descender la televisión a los niveles más bajos de la telebasura y pensábamos que lo habíamos visto todo, llegó Gran Hermano y su particular modo de entender la telerrealidad. Durante su primer año se convirtió en todo un fenómeno social con Mercedes Milá como presentadora y el día en el que se emitió la gala de despedida de la primera entrega el país se paralizó. Puede ser objeto de debate el incluirlo en la categoría de series de televisión, sobre todo por parte de quienes creían que eso era realidad en estado puro. Pero de realidad poco. Cuando en muchos países este tipo de programas ya se había pasado de moda, aquí todavía tenemos una gran legión de seguidores. Aunque su credibilidad quedó muy tocada tras el último escándalo de violación. Durante sus años de mayor popularidad, yo ya había dejado de ver para siempre televisión convencional.

Hospital Central: Mientras hacía cosas como Gran Hermano, Tele 5 no se había olvidado todavía de que comenzó como la cadena de las series. Aunque han llovido muchas series de médicos desde entonces, Hospital Central era la respuesta española al boom de Urgencias, protagonizado por un jovencísimo George Clooney. Con el personaje de Hospital Central con el que se ha quedado la gran mayoría de sus seguidores era con el doctor Rodolfo Vilches interpretado por Jordi Rebellón, en un papel de médico del que muchos se acordaron cuando llegó House. La serie duró doce años en antena y recientemente durante la crisis del coronavirus los miembros del reparto han vuelto a juntarse para rendir homenaje a los sanitarios que se han estado dejando la piel para luchar contra la pandemia.

Las chicas Gilmore: Stars Hollow era ese pueblo en el que nunca pasaba nada y al que nos encantaba viajar cada semana para acompañar a sus personajes. Los diálogos de Amy Sherman Paladino, que ahora podemos disfrutar en La maravillosa señora Maisel. inspirados en la comedia clásica norteamericana siguen siendo tan ágiles y tan divertidos como lo eran al principio de esta serie. Las noches de cine en casa de Lorelai y Rory, las cenas en casa de sus padres, los plenos del ayuntamiento, el café de Luke... Siete temporadas que muchos incluyen en los listados de las series de oro de la historia de la televisión y que están en Netflix. La plataforma intentó hace unos años un revival de Las Chicas Gilmore, con Las cuatro estaciones pero el resultado fue más bien discreto.

Malcolm in the Middle: Aventuras y desventuras de un chico superdotado en una familia disfuncional. Malcolm resulta ser un genio tras los resultados de un test del colegio y su vida y la de toda su familia se pondrá patas arriba. En ella podemos ver a Bryan Cranston con pelo antes del boom de Breaking Bad. La telecomedia de la Fox acabó tras su séptima temporada, dos años antes de que el actor pegara el pelotazo con el papel del químico que fabricaba pastillas de meta de color azul. De hecho, hay páginas en la red que se dedican a buscar cosas de esta serie que puedan interpretarse como una precuela de Breaking Bad. En realidad, en Malcolm in the Middle el personaje del niño genio era el que menos importaba y lo que el público quería ver es a los miembros de su disfuncional familia.

Queer as a folk: Adaptación de otra serie británica, fue una de las primera en mostrar abiertamente el estilo de vida de los homosexuales en Estados Unidos. La trama transcurría en Pittsburg, donde episodio tras episodio seguimos las andanzas de un grupo de amigos formado por cinco hombres y dos mujeres. La serie avisaba que su intención no era reflejar a toda la comunidad gay, sino contar la historia de un grupo de amigos. Comedia, drama y sexo mezclados a partes iguales en una serie que estuvo durante cinco años en antena en el canal Showtime.

X-Men Evolution: Las películas de Joel Schumacher sobre Batman en los 90 hirieron de muerte al género de los superhéroes durante muchos años. A lo largo de esa década, los justicieros enmascarados con superpoderes sobrevivieron en televisión gracias a las series de animación. El Batman de Bruce Timm o la adaptación de los X-Men en la Fox. Algo cambió con el estreno de la versión de X-Men de Brian Singer, película que marcó el desembarco en la pantalla de lo que después se nos vino encima. La serie de animación X-Men Evolution se estrenó para afianzar el estreno en cines de las adaptaciones de los cómics de mutantes. No tuvo el impacto que su predecesora de los 90, pero contaba con mejores técnicas de animación. Duró cuatro temporadas en antena.

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