Con el mensaje del año pasado aún en la retina, sobre todo por el escenario tan tremendo que eligieron (puedes leer el análisis completo pinchando aquí), este año sólo podía ir a mejor. Y sí, en general, podríamos decir que este mensaje de Nochebuena de 2016 ha estado mejor que el del año pasado. Al menos en lo que a la puesta en escena se refiere.

Este año, ha desaparecido el oro y la ostentación que inundaban la escena del año pasado, filmada en el Palacio Real, y ha dado paso a una escena más recogida, en un rincón del despacho del Rey en La Zarzuela, con detalles cotidianos como un cubilete con bolis y rotuladores; varios portafotos con su mujer y sus hijas, o con una imagen de la coronación; una decoración navideña pero discreta, con un cesto de mimbre con flor de pascua y un pequeño belén. La verdad es que la decoración ha sido a mi juicio mucho más acertada que la del año pasado (tampoco era muy difícil hacerlo mejor que el año pasado). Os pongo una foto de la del año pasado y juzgáis vosotros mismos.

Bueno, y hasta aquí la crítica al trabajo de los asesores de comunicación. Ahora vamos a analizar al Rey en su mensaje.

Os dejo aquí el vídeo completo del mensaje del Rey.

Si tengo que resumir en pocas palabras el mensaje de este año del Rey, diría: dudas, gestos obvios ensayados y poca emoción.

Vamos primero con las dudas:

- min. 1'48: mientras dice "siempre se ha dicho que los momentos más difíciles de la vida son las mejores oportunidades para descubrir nuestra fuerza interior", hace un breve movimiento en el que se recoloca en la silla. O bien está incómodo con la frase o bien duda acerca de lo que está diciendo. Por cierto, a mí esta frase me parece salida de una taza de desayuno o de un mensaje motivador de Facebook, de esos que se hacen virales. No me esperaba escuchársela decir al Rey de España en el mensaje de Navidad.

- min. 2'25: mientras dice "he comprobado una vez más el valor que tiene en nuestra sociedad la familia", hace un aleg. Es decir, se va hacia atrás con el tronco y luego vuelve. Este gesto inconsciente se produce en momentos en que o bien lo que se dice o bien el interlocutor se convierte en fuente de amenaza, en algo que molesta. Tendemos a alejarnos de aquello que nos amenaza o que nos molesta. Es curioso que haga este gesto de incomodidad cuando está afirmando contundentemente algo con un "he comprobado".

- min. 6'16: afirma "hemos superado una compleja situación política". Sin embargo, si os fijáis, levanta el músculo del mentón, el músculo mentalis. Esto es un indicador de duda.

Acto seguido, en el min. 6'18, hace un movimiento vertical de hombros, es decir, levanta levemente los hombros. Éste es un gesto inconsciente que indica duda. Así que no sé hasta qué punto considera que se ha superado la compleja situación política.

- Min. 6'36: vuelve a hacer un movimiento vertical de hombros cuando dice "es esencial el diálogo y entendimiento entre grupos políticos".

- Min. 11'03: un movimiento vertical de hombros más al verbalizar "espíritu emprendedor".

Como véis, en determinados asuntos, el Rey pierde contundencia en el discurso al generar de forma inconsciente determinados gestos de duda e incomodidad con la verbalización.

Los gestos obvios ensayados:

¿Por qué digo que ha hecho gestos obvios ensayados? Fijaos en el min. 11'48, y en el min. 12'07.

En ambos casos, utiliza los gestos con las manos a modo de ilustradores del discurso que está verbalizando. Pero no lo hace con naturalidad, sino de una forma muy forzada. Además, cierra varias veces el puño para ilustrar lo que está verbalizando (min. 1'50, 8'30, 11'20 y 12'17 hasta 12'29).

Cuando los gestos son naturales, es decir, nacen fruto del verdadero estado de ánimo, aparecen un instante antes de la palabra. En este caso, como se están realizando de manera consciente, los gestos aparecen a la vez o un instante después de la palabra. Esto es porque es el neocórtex, la capa más racional del cerebro (la que también ordena las palabras), la que está dando la orden de realizar el gesto, en lugar de ser el sistema límbico el que desencadene el gesto.

Poca emoción:

La expresión facial del Rey no refleja casi cambios a lo largo de su discurso salvo en alguna ocasión puntual.

- Min. 0'48: al referirse a las familias que han sufrido las inundaciones, hay una expresión facial de tristeza, que se caracteriza por la parte interna de las cejas que se levantan.

Además, si os fijáis en las manos que acompañan esta verbalización (min. 0'52) las levanta bastante. La altura a la que hacemos los gestos es significativa del enfásis que queremos darle. Por ejemplo, no es lo mismo aplaudir con las manos hacia abajo que aplaudir con las manos por encima de la cabeza.

- Min. 4'35: al decir "una sociedad que mantenga estas actitudes, estas convicciones y estos valores no puede tenerle miedo al futuro", baja las cejas y las junta, acentuándose la glabela (la arruga que tenemos entre las cejas). Se trata de una expresión de ira.

- Min. 11'44: hay una expresión facial de rechazo al decir "si entendemos que ya no vivimos tiempos para encerrarnos en nosotros mismos".

- Min. 11'55: hay otra expresión facial de rechazo al decir "si tenemos claro que no lo son tampoco para fracturas".

Y ya está. Cuatro expresiones faciales en un discurso de 13 minutos no es mucho. Y no penséis que lo del principio es una sonrisa, porque no lo es. Si os fijáis, no se ve el movimiento ocular característico de la sonrisa (el que hace que aparezcan las patas de gallo). Es una sonrisa falsa o social.

Lo que sí se aprecia a lo largo del mensaje es cierta tensión, normal por otro lado teniendo en cuenta la cantidad de personas que ven y analizan su mensaje. Se aprecia en las manos, y más concretamente en los dedos. Fijaos qué tensos.

Como véis, la emoción ha sido escasa, los gestos algo forzados y la contundencia del discurso se ha visto mermada por los gestos de duda del Rey.

Por último, no sé si soy yo que estoy un poco paranoica, pero ¿no os habéis fijado que las últimas fotos que ponen justo después del mensaje del Rey (a partir del min. 12'50) tienen un efecto 3D que parece un guiño al mannequin challenge?