Nada tiene que ver este Lucentum con el que enamoró en la primera vuelta. Era un partido para haber dejado sentenciado al descanso ante uno de los peores equipos con los que se ha enfrentado el equipo alicantino, sin ningún argumento y plagado de nervios desde el principio. Sin embargo, el Lucentum le perdonó la vida, dejó que se lo creyera y cosechó su tercera derrota consecutiva (sin contar la sufrida en la Copa) tras un último parcial de escándalo (27-11). Preocupante bache en el que habita el equipo de Vidorreta, incapaz de superar al colista en Valladolid en un feo partido de los dos equipos.

Falta el alma que siempre ha tenido el equipo esta temporada, el hambre de ganar y mejorar la actitud de algún jugador en la pista. Ivanov estuvo demasiado solo en la pintura para combatir ante un enorme Borchardt (10 puntos y 15 rebotes). Junto al americano, entre Robinson y Diego García rompieron a un Lucentum que se arrastró en el último cuarto. El equipo alicantino es infinitamente superior al pucelano, pero ayer faltaron algo más que puntos para evitar el sonrojo ante un débil Blancos de Rueda .

Ni Lucentum ni Valladolid ofrecieron una lección magistral de baloncesto en los primeros diez minutos, aunque eso sí, el conjunto alicantino contó con el acierto de Rautins. El escolta americano comandó el ataque lucentino con 8 puntos vitales para encauzar el partido ante un Valladolid temeroso, con muchos nervios y sin ideas. Vidorreta confió en Kone para el quinteto inicial en sustitución de Barnes en un intento de frenar a Borchardt, que hizo daño mucho en el rebote aunque no en anotación. Ambos equipos intercambiaron canastas en un primer cuarto para olvidar pleno de errores. Buenas defensas pero ataques infames.

Apretó el Lucentum en un segundo cuarto mucho más activo. Barnes, que recibió una monumental pitada al entrar en pista, mantuvo el tipo, se sobrepuso al ambiente y firmó unos minutos muy correctos aunque escasos. El equipo alicantino se soltó y dos triples consecutivos de Stojic y Luz junto a un mate de Dewar elevaron la ventaja del conjunto alicantino (16-26). Parecía que iba a ser el despegue definitivo, pero el Blancos de Rueda de Valladolid se resistía a su suerte. Con un triple enorme de Uriz, un buen trabajo de Diego García en el perímetro y la constante lucha de Sonseca, el equipo pucelano se volvió a meter en el partido (26-30) ante un Lucentum que caminaba con dificultades. Con poco que hiciera, el conjunto alicantino podía infundir mucho daño a un rival con escasa fuerza y con demasiadas pérdidas (9 al descanso) aunque con mejor rebote. Todo se decidió en la segunda parte.

La igualdad marcó un tercer cuarto en el que el público se volcó con su equipo. El conjunto pucelano dio la vuelta al choque con un 5-0 de salida que sólo Ivanov pudo romper. Cuando más apretaba el Valladolid llegó el triple de Rautins, agua bendita para un Lucentum atascado en ataque. Ayudó el triple de Dewar, pero Robinson le replica segundos después. Festival de triples en el que se une Luz, después Ivanov y Robinson. El encuentro entró en una fase interesante y de desconcierto. El Lucentum mandaba, pero los locales no se rendían a la espera de un último cuarto que iba a decidir el choque del Pisuerga (42-46).

Desconexión

Un parcial de 15-3 mató al Lucentum. El equipo alicantino quedó paralizado ante el festival de Borchardt y el empuje de un Blancos de Rueda con mucha hambre. La ventaja se fue ampliando hasta el 58-49 a falta de 4 minutos. Sólo alguna canasta aislada del Lucentum evitó una derrota más sonrojante. Rautins ya no aparecía, Ivanov mata el aro para descargar la rabia que llevaba dentro y Kone frena el parcial con dos puntos sin trascendencia. Los últimos instantes fueron un suplicio para un equipo que necesita recobrar la moral. Duelen las derrotas pero la plantilla no ha cambiado, es la misma que maravilló, la que enamoró a la afición y la que sigue en el quinto puesto junto a los mejores de la Liga. La ACB deja un mensaje claro: sin actitud no se ganan partidos. Cierto es que las bajas han dañado la impecable línea que trazó el conjunto de Vidorreta. Lo mejor, en 48 horas otro partido. Espera el Valencia en el derbi en el Centro de Tecnificación.