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El secreto enterrado que salva a València de las inundaciones

Una ‘megaconstrucción’ oculta bajo tierra permite a la ciudad aliviar la presión sobre el alcantarillado, evitar inundaciones y vertidos contaminantes durante las gotas frías

Tanque de tormentas de la calle Eugenia Viñes, en el Cabanyal.

El subsuelo de la ciudad de València oculta varias «megaconstrucciones» secretas. A la orilla de la playa de las Arenas, junto a los antiguos Dock’s donde se ubicaba la discoteca Ánimas Puerto, un «búnker» subterráneo aguarda la próxima gota fría.

Esta construcción de hormigón proyectado es una de las infraestructuras que se activan en momentos de emergencia, cuando los episodios de lluvias torrenciales llevan al límite el sistema de alcantarillado de la ciudad, dependiente del Ciclo Integral del Agua.

A los pies de la ciudad, un sistema de tuberías, canales y colectores permiten gestionar las aguas residuales del «cap i casal». Cuando una tormenta descarga tantos litros que supera la capacidad de todo este entramado subterráneo, las compuertas del tanque de tormentas se abren hasta completar su capacidad ideal, que asciende a 14.000 metros cúbicos.

El pasado noviembre, la gota fría dejó fuertes precipitaciones sobre la provincia de Valencia durante cuatro jornadas consecutivas. El día 5 de noviembre, una tromba de agua descargó durante una hora sobre el Cabanyal alcanzando cifras históricas de precipitaciones. Gran parte del callejero del barrio marinero sufrió pequeñas inundaciones de un palmo de agua después de que las precipitaciones superasen la capacidad del alcantarillado.

Bajo tierra, en el enorme depósito de tormentas el agua alcanzó el techo, inutilizó el sistema de iluminación y ocupó cada centímetro de los 20.000 metros cúbicos de capacidad máxima que dispone el mayor tanque construido, por el momento, en València.

Muchos vecinos desconocen la utilidad de esta piscina «secreta», donde se almacenaron 20 millones de litros en solo media hora. De no existir el tanque, todo ese agua habría anegado las calles del Marítimo. Juan López, ingeniero del Ayuntamiento de València, recuerda una escena que permite entender la utilidad de este tipo de instalaciones. Hace varias décadas, cuando las lluvias torrenciales azotaban a la ciudad, en algunos puntos del Cabanyal el agua llegaba a las rodillas.

Infraestructura subterránea contra las inundaciones

La regidora del Ciclo Integral del Agua, Elisa Valía, asegura que se trata de infraestructuras «históricamente menospreciadas» pero sobre las que ha cambiado la percepción al producirse «lluvias más fuertes y frecuentes por el cambio climático» y existir mayor conciencia ecológica.

De hecho, además de evitar las inundaciones, previene los vertidos de aguas contaminantes (las primeras lluvias lo son porque arrastran la suciedad de la superficie) al mar. El tanque de Eugenia Viñes es capaz de almacenar el agua hasta que el sistema recupera capacidad y se bombea para que sea depurada en Pinedo.

La concejala del Ciclo Integral del Agua, Elisa Valía, y Carlos Espinosa.

La ciudad cuenta ya con otro tanque de menor tamaño en La Torre, pero el consistorio quiere construir otros seis depósitos en la ciudad. El de mayor envergadura se ubicará bajo el Paseo de la Alameda, pero otro en El Saler pondrá punto final a los vertidos contaminantes sobre l’Albufera.

El Ayuntamiento ha presupuestado en 170 millones de euros la inversión necesaria en los próximos 15 años para edificar los nuevos tanques proyectados, salvo que las ayudas europeas permitan iniciar las seis obras al unísono, algo que no descartan desde el gobierno local de una ciudad con 26 lluvias torrenciales al año.

Los depósitos proyectados se ubicarán junto al viejo cauce del Túria, punto de recolección original de la ciudad dada su orografía. Pese a la sorpresa que generan las inundaciones por lluvia en el antiguo río, es una de las herramientas de la ciudad para evitar inundaciones.

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