Los alicantinos encabezan el gasto en bingo y máquinas de azar

Cada ciudadano gastó de media 885 euros en distintos tipos de juegos el año pasado

Un hombre juega en un salón de apuestas deportivas. | INFORMACIÓN

Un hombre juega en un salón de apuestas deportivas. | INFORMACIÓN / J.Hernández / Diego Aitor San José

Los alicantinos son los que más gastan en bingo y en máquinas de apuestas en la Comunidad tal como se desprende del informe anual del juego elaborado por la Conselleria de Hacienda. De hecho, los alicantinos en 2021 gastaron en salas de bingo 63 millones frente a los 52 en Valencia y 7 en Castellón. Igualmente Alicante encabeza el gasto en máquinas de azar, sobre todo las de tipo A, de juegos recreativos, mientas que se equipara con Valencia en el gasto en las máquinas de tipo B, que son las recreativas con premio. Con todo, las cifras de gasto en juego de la provincia y en toda la Comunidad son muy inferiores a las de 2019. De hecho, la nueva legislación en vigor desde 2020 y la pandemia han provocado un frenazo al juego en toda la Comunidad.

Las apuestas han pasado de triplicar resultados entre 2013 y 2019 a reducir beneficios. De los 64 millones de ganancias que supusieron en el año previo a la pandemia para las empresas del sector a los 46,5 millones de 2021 en la Comunidad.

De hecho, mientras el dinero global destinado a juegos de azar ha aumentado en el último año un 25% (de 2.852 millones a 3.586 en la Comunidad), un incremento que tiene que ver principalmente con la comparación respecto a las restricciones de 2020 por el covid, el montante total vinculado a las apuestas ha bajado de 243 millones en 2020 a 220 millones, casi un 10 % menos. Y eso que 2020 estuvo marcado por la cuarentena.

El descenso es todavía mayor respecto al año previo a la pandemia. Fue en 2019, año en el que alcanzó el tope del dinero jugado en esta actividad, cuando se movieron 345 millones. Era el triple que en 2013. Dos años después, la pandemia y la nueva ley del juego que entró en vigor en 2020 parecen haber puesto tope al negocio y empujarlo hacia abajo: en 2021 ha registrado una caída del 36 % respecto a los datos de 2019.

El descenso coincide con el porcentaje de máquinas en las que se realizan estas apuestas que han desaparecido en la Comunidad en los últimos tres años: de las 6.440 en 2019 a las 4.075 con las que finalizó 2021. Según el informe, una parte importante de estas se encuentran en hostelería (1.710) y estas están en el foco de las limitaciones de la nueva legislación. Según la norma, estas máquinas auxiliares pueden continuar durante el periodo de vigencia de autorización, pero una vez finalizado este ya no se procede a su renovación.

Sin embargo, pese a la preocupación social de las apuestas, estas son minoritarias dentro de la amplia gama de juegos de azar. Son las máquinas recreativas las que se llevan la mayor parte del negocio en la Comunidad. En estas se jugaron 1.700 millones en 2021, siete veces más que en las apuestas, y 500 millones más que en 2020. En bingos se jugaron 200 millones y en casinos 61 por los 1.300 millones en loterías y cupones.

El incremento del global respecto a 2020 es patente. De media, cada ciudadano mayor de 18 años gasta 855 euros al año, 117 más que el año anterior, y el total se incrementó de los 2.851 millones a los 3.586. Pero son cifras viciadas por la pandemia y las restricciones por la covid. Estas aún continuaron vigentes en algunos meses de 2021 lo que también distorsiona respecto a 2019 donde la comparación muestra una bajada. Es decir, que el negocio no se termina de recuperar.

De este modo, sin contar 2020, se constata la consolidación de la reducción de los importes jugados desde la nueva ley que tiene como objetivo la prevención del juego patológico: los importes registrados en 2021 en la Comunidad aún se sitúan lejos de los 3.971 millones registrados en 2017; los 4.022 millones del año 2018, o los 4.230 millones que alcanzó en 2019.

El sonido de las máquinas es también de ingresos para la Generalitat. La Administración autonómica cuenta con impuestos propios sobre el juego presencial con los que se recaudaron 102,9 millones en 2021.

El Consell fija más de 600.000 euros en sanciones, un 33% más que en 2020

La Generalitat realizó un total de 50.533 actuaciones de control en los establecimientos de juego y hostelería el pasado año, un 5% más que en 2020 para evitar las prácticas ilegales, fomentar políticas de juego responsable y prevenir y luchar contra el juego patológico, especialmente en menores y personas vulnerables. Fruto de esas acciones, se iniciaron un total de 69 expedientes por faltas muy graves (un 25,45% más que en 2020) fundamentalmente por juego ilegal en locales no autorizados o venta de cupones ilegales (43 sanciones) y 18 por un control deficiente de admisión, como menores o personas inscritas en el registro de prohibidos, además de por publicidad no permitida. Los expedientes por faltas graves y leves crecieron un 155% al pasar de las 80 abiertas en 2020 a las 204 en 2021. De esta forma, el importe de las sanciones alcanzó los 637.840 euros en 2021, un 33,63% más que las impuestas a lo largo de 2020. Además, la mayor parte de las sanciones —430.606 euros— corresponden a sanciones por faltas muy graves.