Tenían enfrente nombres de peso como Juan José Millás, Carlos Marzal, Rafael Chirbes, Antonio Cabrera o Carmen Amoraga, pero el jurado de los Premios de la Crítica Literaria Valenciana les ha elegido a ellos, con la singularidad de que este año, por primera vez en su historia, los galardones han recaído en tres escritores alicantinos: José Manuel Carcasés en la modalidad de ensayo, con Miguel Hernández, periodista; José Luis Ferris, en narrativa, con El sueño de Whitman, y Antonio Moreno con Nombres del árbol, en poesía.

No es esta la única singularidad, ya que José Luis Ferris también ha logrado su particular hat-trick al convertirse en el primer autor que ha obtenido premio en las tres modalidades: en 1986, su obra Píelago logró el galardón de poesía, y en 2002 su biografía sobre Miguel Hernández obtuvo el de ensayo. Otra coincidencia es que los ensayos de Ferris y Carcasés versaron sobre el poeta oriolano, además del vínculo que les une con INFORMACIÓN, ya que Ferris ha sido colaborador del diario y Carcasés trabajó de periodista.

Los Premios de la Crítica Literaria Valenciana, que cumplen su XXI edición y se entregan hoy en el Auditorio de Paiporta, se conceden a las mejores obras publicadas de autores nacidos o residentes en la Comunidad Valenciana. Los socios de la Asociación Valenciana de Escritores y Críticos Literarios eligen a los finalistas y los jurados -formados por críticos, profesores de universidad, escritores...- emiten sus veredictos. Entre ellos, figuras como Vicente Gallego, Ángel Luis Prieto de Paula o Vicente Muñoz Puelles.

Aunque se trate de una mera coincidencia, a José Manuel Carcasés (Aigües, 1966) le hace especial ilusión la conjunción de los tres alicantinos en unos premios en los que el peso de los valencianos, aunque sólo sea por una cuestión de cantidad, suele ser mayor. "Lo veo como algo relevante y es una manera de ensalzar la cultura alicantina y de promocionar a sus autores, ya que encuentras pocos libros de gente de aquí en los centros comerciales especializados", apunta el autor del ensayo sobre Miguel Hernández, a quien se refiere en su ejemplo: "No hablo de mí, de Ferris o de Moreno, hablo de que pides la obra completa de Miguel Hernández o de Azorín y no la encuentras, tienes que ir a Madrid".

Carcasés, que se enteró de su condición de finalista "por la prensa", también valora que el premio le llegue con una obra centrada en el poeta oriolano: "Es lo más, después de 25 años investigando sobre Miguel Hernández es otro reconocimiento a su figura".

Para Ferris (Alicante, 1960), el pleno alicantino es "un caso sin precedentes de pura casualidad", además de "un orgullo" por tratarse de unos premios "a los que no te presentas, que te reconoce gente de la crítica y lectores asociados y sólo aparecer entre los finalistas ya es mucho porque la lista de gente que publica es larga. Eso tiene un gusto especial". Además de su triplete en estos premios, el primero de los cuales se lo entregó el propio Juan Gil-Albert, considera que "tiene mérito que los tres seamos alicantinos" en unos premios que mayoritariamente se llevan los valencianos y que valoran la literatura "escrita con espejo retrovisor, que exige un esfuerzo".

Mientras negocia con un director de cine los derechos de su novela, Ferris destaca los competidores que los tres tenían, al igual que Antonio Moreno (Alicante, 1960) quien estima la poesía de Antonio Méndez, finalista con dos obras, y Antonio Cabrera, "que podían haber ganado igualmente". Moreno, profesor en un instituto de Elche, indica que "hace tiempo que no me presento a concursos, el premio es que Tusquets aceptara editar mi libro, y una de las razones por las que me siento honrado es porque en este premio, que no tiene dotación económica, te eligen". Sobre el triplete literario, aclara no ser "muy alicantinista, mi patria son los libros", pero manifiesta su ilusión por el reconocimiento "sobre todo por el estímulo que supone".