¿Qué le parece la iniciativa de impartir este máster de guitarra, pionero dentro y fuera de España?

Sí, es totalmente pionero. Nunca he tomado parte en algo así, donde participan grandes profesionales de la guitarra. Va a ser algo muy intenso y muy intensivo para los alumnos. Cada profesor ha elegido un tema que desarrollar y el mío se centra en las transcripciones para la guitarra, obras para otros instrumentos adaptadas a la guitarra.

¿Hay poco repertorio musical para la guitarra, en comparación con el piano o el violín?

La verdad es que no. Aparte del piano, no hay otro instrumento que tenga tanto repertorio como solista, otra cosa es con orquesta, pero el piano es el único que tiene más que la guitarra. El problema no es que falten obras, sino que hay huecos en la historia de la música donde los grandes compositores no han escrito para guitarra. Bach escribió para laúd y se transcribió de un instrumento a otro. Eso se hacía en el barroco y en la época romántica, hay épocas en las que había guitarristas muy buenos pero salvo excepciones no tenían grandes compositores que se compararan con Mozart o Bach.

Le consideran el mejor intérprete actual de guitarra clásica. ¿Cree que exageran?

Eso es una exageración. Hay mucha gente muy buena, aunque me alegro de que alguien diga eso de mí. Esto va por gustos y con los años la reputación aumenta o disminuye (ríe), pero ahora hay mucha gente que toca muy bien la guitarra. Antes estaba prácticamente solo Andrés Segovia y dos más pero hoy hay muchos más.

¿Vive un momento bueno la guitarra española, entonces?

En cuanto a intérpretes, vive la mejor época que ha habido nunca. Otra cosa es que la música clásica sobreviva, como la cultura en general, y tenemos que luchar por que se mantenga en estos tiempos. En épocas de bonanza es más fácil apoyar la música, aunque en mi época tampoco era fácil.

¿Cómo empezó su relación con la guitarra?

Yo soy escocés de nacimiento y de niño nos fuimos a vivir a Menorca. Mi padre tocaba la guitarra y cuando eres pequeño te gusta hacer lo que ves en casa y en mi casa había mucha música, no había televisión. Para mí la música clásica fue la original que oí de pequeño y mi padre me enseñó a tocarla desde los 3 ó 4 años y a los 10 ó 12 pensé que era lo que quería hacer. Si eres bueno de pequeño en algo, te anima más. Llegué a ser el mejor guitarrista de mi casa, y luego de mi calle y de mi pueblo.

En su pueblo de Menorca, Es Migjorn, tiene incluso una calle con su nombre.

Sí, sí, me han hecho muchas cosas, estoy muy agradecido.

La guitarra suele ser el instrumento preferido cuando uno es joven, pero luego hay pocos guitarristas clásicos en comparación con los que se dedican a la guitarra eléctrica. Usted se quedó con la clásica.

En el pueblo, los chicos más jóvenes que yo sí pillaron más la época rockera. Antes de la "invasión" turística en la isla y de la llegada de la música rock, que en España llegó un poco más tarde, el folclore español estaba más vivo que en el norte de Europa. Los más jóvenes sí hicieron sus grupitos de rock pero yo ya estaba metido en la música clásica y no me llamó la atención luego.

Pero usted sería joven cuando llegó el rock.

No tanto. Yo nací en el 53 y tengo 59 años. En cantidad, puede que haya muchos más que tocan rock pero a mí la música clásica es la que me satisface, la veo más desarrollada. El rock se basa mucho en el ritmo muy directo, de sonido increíble, pero no tanto el armónico.

¿Qué diferencia hay entre la guitarra clásica y la española?

No hay ninguna, es simplemente otro término. Algunos confunden la guitarra española con la flamenca y por eso se le llama clásica también a la española.

El guitarrero José Luis Romanillos decía que la guitarra española debía ser patrimonio de la humanidad, como el flamenco. ¿Usted lo cree también?

¡Romanillos! Nacho Rodes ha tocado con una guitarra suya... Puede ser, no sé. Parece que cuando las cosas se declaran patrimonio de la humanidad es porque necesitan protección y la guitarra quizá no la necesita. Yo acabo de llegar de Calcuta y hay un montón de guitarristas clásicos, encuentras la guitarra española en casi todos los países del mundo. Es un instrumento muy respetado.

¿Cree que se valora más la guitarra en países como Japón o EE UU que en España?.

No lo veo así, pero tampoco tengo un punto de vista. Allá donde voy veo muchos guitarristas clásicos y, por ejemplo, Alicante siempre ha sido un centro de atracción de guitarristas desde que estaba José Tomás.

¿Alicante se ha convertido en un referente para la guitarra?

Se va a convertir ahora más. Ya lo fue en su momento, tiene la historia a su favor. Si este máster lo hiciéramos en otro sitio no sería igual, no tendríamos la historia. Hay mucha gente de mi edad que vino a estudiar aquí y llevamos esta semilla desde siempre.

Usted estudió con José Tomás.

Durante varios veranos estudié un mes aquí con José Tomás. Ya había acabado la carrera, yo veía que había cosas que me faltaban e hice un curso con Tomás en Santiago y me vine directamente aquí, y él me prestó mucha atención. Guitarrísticamente, el último impulso me lo dio José Tomás, conseguí levantar alas y pensar que podía ir para arriba. Al principio no sabes si vas a poder llegara ahí y él me dio mucha confianza y se lo agradeceré siempre.

Es escocés, de niño vivió en Menorca, estudió también en Londres y ahora vive en Galicia. ¿Influye en su modo de tocar la guitarra?

No sé. Vivir en España te familiariza mucho con la música de aquí. La fuente es la misma y eso ayuda. La música clásica no tiene fronteras y creo que haber roto las mías también ayuda.

¿Qué es lo que más le emociona de tocar la guitarra?

A mí me lo ha dado todo. Momentos que disfrutas por compartir una emoción musical con otros, también momentos que no son tan bonitos porque tienes que estudiar mucho... Pero lo comparo con cualquier otra cosa y es una maravilla. Era mi sueño cuando tenía 16 años y lo estoy cumpliendo.

¿Cómo cree que es tratada la música en España?

En España siempre ha habido filarmónicas y bandas en las ciudades y en los últimos veinte años se ha invertido mucho en la cultura musical, en los conservatorios, mucho más que cuando yo era niño. En estos últimos años se ha apoyado mucho la música y las orquestas son muy dignas hoy; antes no tenían un nivel tan bueno y hoy son una maravilla. Lo que hay que hacer es seguir luchando para no perder público y eso requiere promoción e invertir en información, hay que seguir luchando.

Creo que cuando no toca la guitarra juega al golf. ¿Ve alguna similitud entre ambas disciplinas?

Yo diría que ninguna (ríe) y creo que me gusta por eso, porque también es un escape, y es un deporte muy social. Aunque la concentración es necesaria en las dos cosas, y el dominio de los movimientos también. En Escocia es que juega todo el mundo al golf, no es nada elitista, le pasa lo que le sucedía al tenis aquí antes, que solo lo jugaban unos pocos, pero espero que al golf le pase aquí lo mismo que al tenis.