Escribir que con k, tb en vez de también, cdo en vez de cuando o ay en vez de hay puede considerarse una aberración lingüística. O no. Si no vestimos igual para ir a una boda, para ir a misa o a una discoteca, no escribimos igual un whatsapp o un sms a una madre, al colega o al jefe. Daniel Cassany, profesor titular de Análisis del Discurso en lengua catalana en la Universitat Pompeu Fabra de Barcelona en el Departament de Traducció i Ciències del Llenguatge, lo tiene claro. «Desde que existe Internet hemos empezado a escribir de maneras no normativas, sin respetar las reglas de ortografía, pero eso responde a que la gente lo utiliza para marcar su identidad. Yo escribo con k en vez de con q porque soy diferente, mi forma de escribir es alternativa, es como hablar con un argot. También lo hemos visto en los sms entre Rajoy y Bárcenas, no ponían ningún acento».

¿Eso empobrece el lenguaje? «Pues no, incluso al contrario». Cassany, que trabaja en materias de análisis del discurso, redacción, ciencias del lenguaje, didáctica de la lengua y discurso especializado, participó esta semana en el curso de verano de la Universidad de Alicante El lenguaje en las redes sociales: de Facebook a whatsapp, donde rompió con los tópicos en torno a la «destrucción» del lenguaje con las nuevas tecnologías por las elipsis, las faltas de ortografía o la simbología.

«Las investigaciones que tenemos demuestran que más bien lo contrario. Los chicos que durante mucho tiempo tienen móvil y empiezan a enviarse mensajes de texto con sus compañeros o con su familia o con colegas de clase, suelen entender que son tres perspectivas distintas y que tienen que escribir de tres maneras diferentes. Si se pasan haciendo esto cuatro años y comparamos cómo escriben y leen estos chavales con otros que no han tenido móvil y no han utilizado esas experiencias, el resultado es que los que tienen móvil sacan mejores notas en el estándar de lectura y escritura», apunta el profesor. «De investigaciones como ésta se deduce que no es malo necesariamente. Es como si dices que si te pones unos vaqueros rotos o que enseñas los calzoncillos por encima del pantalón en una discoteca esto te perjudica porque si vas a una celebración con tu familia el domingo por la mañana no vas a saber vestirte más formal. Eso es absurdo, distinguimos perfectamente los usos. Decir que las personas escriben peor porque esto genera problemas de aprendizaje no tiene ningún fundamento científico».

De hecho, Daniel Cassany, que ha realizado multitud de publicaciones y participado en numerosas investigaciones, considera que la gente es «más consciente y tolerante» de lo que a veces podemos pensar. «Hay personas que dicen que esto está muy mal porque no se respetan las normas. pero nadie tiene derecho a decirme a mí cómo tengo que hablar con mi madre, yo hablo con ella como quiero, no hay problema. Y si nos mandamos mensajes igual, es una conversación privada. No hay que darle más importancia a estas formas de lenguaje».

Nuevos términos y símbolos

Otra cuestión es la introducción de nuevos términos y símbolos que conlleva la incorporación a nuestra vida cotidiana de esta tecnología. «Sencillamente es el resultado de la vida, de la evolución. Siempre ha existido cuando se ha inventado algo nuevo; algunas se adaptan a la lengua receptora, pero al principio se utiliza el término original. Cada uno tiene que entender cuál es su audiencia en cada momento y qué palabra va a ser más efectiva y más adecuada para que se entienda mejor. La norma es solo un recurso que tienen las personas para intentar comunicarse mejor. A veces soy correcto con mi madre y a veces soy incorrecto porque me comunico mejor así».

Desde finales de 2004, Daniel Cassany dirige el grupo de investigación denominado Literacidad crítica, que ha ganado varios premios y que aspira a desarrollar recursos para enseñar a los ciudadanos a leer la ideología de los discursos. «En un mundo como el que tenemos ahora, global, el conocimiento no es neutro ni objetivo ni desvinculado de la vida real, sino que los conocimientos están situados en un lugar y un momento particular. Si miras ahora en wikipedia la palabra fumar te va a dar unas definiciones y si lo miras en el historial de hace cinco años te va a decir otra cosa porque entonces fumar no estaba tan estigmatizado. Enseñar a leer la ideología es enseñar que no basta con entender las ideas principales, sino que también necesitas poder entender quién es la persona que te está diciendo algo y desde dónde».