Una alfombra roja marcada por la reivindicación. Así podría resumirse la antesala de los Premios Goya por la que cruzaron actores, directores y demás nominados ayer. Y, en este mismo tono reivindicativo, se mostró ayer la benidormí Cristina Rodríguez (espectacular con su vestido de Emilio Salinas) quien señaló que «dicen que vivimos como reyes, pero hay un paro del 50 por ciento». Unas declaraciones que llegaron a raíz de la polémica surgida ayer en Twitter con detractores y defensores de la ceremonia. «Yo les digo que cuando sepan lo que trabajamos pongan el hashtag, y que nosotros somos españoles», añadió.

Por su parte, la actriz Cuca Escribano posó ayer con un chal de color blanco roto con letras bordadas en negro, con el que reclamó «más papeles femeninos» en el cine. Escribano aseguró que es el primer año que no trabaja en cine y recordó que, según un estudio de la asociación de cineastas CIMA, solo un 20 % de los papeles que se escriben son para mujeres. «El cine tiene que contar la vida y nosotras también existimos, hay demasiada testosterona», dijo.

El actor Karra Elejalde también se sumó ayer a esta alfombra reivindicativa al señalar que ya ha sido galardonado en los Premios Goya «porque soy uno de los pocos que está trabajando».

La anécdota de la alfombra roja corrió a cargo del cineasta Daniel Sánchez Arévalo quien explicó que, días después de que el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, asegurara que no había visto ninguna de las películas que aspiran este año a los Goya, le llevó tres cintas españolas a la sede del PP en la calle Génova de Madrid. «El cine es también marca España», apuntó al tiempo que recordó el papel educativo del séptimo arte.