Paseos con Azorín es el título de la conferencia con la que ha abierto el IV Congreso Internacional dedicado al escritor.Paseos con Azorín

Es un título modesto y lo que quería hacer es ofrecer un paseo por un escritor cuya obra amo desde hace mucho tiempo. Azorín construyó una nueva visión de España, logró aplicar lo que aprendió de otras literaturas a una mirada sobre España. Me fascina eso que decía de «yo vivo en el siglo XVI», aunque también le interesaba el progreso, las máquinas. Pero lo identificamos más con el campo castellano, de la Mancha, porque era un amante de las viejas ciudades. Lo que más me gusta es esa especie de hilado descosido en su escritura, tan particular, con el uso de términos repetitivos, un esquema que se puede repetir. Y yo soy muy amante de la monotonía en la literatura, pero una monotonía creativa intensa. Azorín es así un poco, me encanta la música de su prosa y cómo te va metiendo en ella.

¿Cómo se puede conjugar la modernidad de Azorín, que es el tema de este congreso, con la visión de escritor sobrio y clásico?

Pues en su manera de describir un paisaje es muy moderno, aunque después aprendió mucho de los clásicos. Su forma de hacer descripciones es más parecida a la del simbolismo francés. Luego se fue más al mundo del siglo XVI. La mirada de Azorín es muy moderna y en casi todas las ciudades de España han aprendido de él. Enseñó a muchos a escribir y hay autores que así lo reconocen. Por ejemplo, Ortega y Gasset y Ramón Gómez de la Serna. Escribió dos novelas muy vanguardistas, Félix Vargas y Superrealismo, que tituló después El libro de Levante. También llegó a conocer a Picasso, que en 1901 vivía en Madrid y conoció a Azorín, Baroja y Unamuno que escribían en la revista Arte Joven.

¿Es un escritor suficientemente reconocido?

No, no está reconocido. Está demasiado relegado a los manuales, demasiado metido en esos libros. Iniciativas como este congreso ayudan a hacer lo que él hacía con los clásicos. Él decía que había que desempolvarlos. La gente puede pensar que sus libros tienen una imagen añeja, pero sigue siendo maravilloso leer sus páginas y cómo cuenta historias. Yo lo sigo leyendo. Tengo dos estanterías llenas de sus libros.

Quizá hace falta acercarlos más a la gente y que se conozca la imagen global de una figura que dio nombre a la Generación del 98, que fue político, periodista, escribió de cine y por supuesto fue autor literario.

Como periodista lo que hizo sobre todo fue ser protagonista de la presencia de la literatura en el periodismo. Atiende al hecho pero luego tiene algún detalle azoriniano. Él recicló sus crónicas periodísticas de la I Guerra Mundial en un libro que publicó más tarde. Luego sus libros sobre ciudades son estupendos, también escribió de cine y fotografía, y atendió a las demás artes porque también escribió sobre arte.

¿Cree que es un escritor fácil para los jóvenes?

Mis primeros recuerdos de Azorín y Machado son del colegio, y ya me gustó de entrada, se me quedaron grabados muchos párrafos. Un buen profesor puede introducir a este autor de muchas formas. Yo creo que es de fácil lectura, no es nada hermético, es unas prosa que fluye, sencilla, muy natural, que él dice que ha aprendido de su tierra alicantina y de los clásicos.

¿Queda aún por descubrir?

Yo creo que queda sobre todo difundirlo, llevarlo a la gente, y congresos como este ayudan mucho. También ayudan escritores que lo reivindican, como hizo Cela y toda la generación realista de la posguerra. También escritores viajeros como era él. Alguien que ha dicho siempre que ha aprendido mucho de Azorín es Vargas Llosa y Andrés Trapiello.

¿En Alicante hay autores que ya no están que superan las fronteras, como Azorín o Miguel Hernández, y artistas como Sempere o Varela, del que usted intentó hacer una exposición cuando era director del Museo Reina Sofía. Ahora está al frente del Instituto Cervantes. ¿Hay alguna sensibilización con estos autores desde esta entidad?

El Instituto Cervantes colabora con instituciones que apoyan la obra de autores. Sobre Miguel Hernández presentaremos la Obra Completas el día 31 en Madrid y hemos firmado sendos convenios con la Diputación de Jaén y el Ayuntamiento de Orihuela para difundir su obra. Y el acuerdo es llevar eso a los Cervantes de todo el mundo. También vamos a presentar unas traducciones que se han hecho de sus obras en Nueva York y Reino Unido. Y vamos a hacer algo en torno a su figura en la biblioteca del Instituto Cervantes de Manila, que lleva su nombre. Con Varela tengo una espinita, pero nosotros no competimos con museos. Sí que vería a Varela en una exposición que pudiéramos hacer por ejemplo sobre paisaje español.

¿Cómo está de salud el idioma español?

Es uno de los idiomas más hablados en el mundo, así que goza de buena salud y el Instituto Cervantes tiene por misión enseñarlo como lengua de comunicación y formar a profesores para que lo enseñen.

La lengua forma parte de la identidad cultural de un pueblo pero no es lo única.¿Cree que Cataluña seguirá hablando castellano pase lo que pase?

Cataluña es una tierra que tiene una condición bilingüe; se habla tanto catalán como español. Ha tenido épocas en las que ha estado mal visto por el Estado, pero los catalanes han tenido posibilidad de expresarse y hoy en día el idioma que tiene más problema allí es el español por el ambiente que existe. La cultura catalana forma parte de las culturas que conviven en España. En todas las épocas ha habido un diálogo entre esos idiomas que coexisten. Confrontarlos no tiene sentido y es lamentable que escritores catalanes que escriben en español sean mal vistos o se les insulte incluso, como Juan Marsé o Serrat.