Odia Facebook y Twitter lo mira con distancia. «Alguna vez tengo que sacar la lista de la gente que me caía bien antes de tener Twitter, que sé que no es justo por mi parte, pero estamos en unos momentos que...», reflexiona Marceli, sobre la intensidad de las redes sociales, sobre el aluvión y lluvia de comentarios de uno y otro lado en el debate permanente de internet. «Pongo alguna foto en Instagram porque hay que alimentar al bicho, al Tamagotchi», ironiza.