Los alicantinos Miguel Martínez y Fede Molinero han escaneado mediante digitalizaciones 3D la esfinge de Agost que se conserva en el Museo del Louvre en París con el propósito de trabajar una copia exacta para, posteriormente, ubicarla en la localidad alicantina o bien en otro museo o entidad cultural de la provincia. La esfinge, que data del siglo VI antes de Cristo, y que fue descubierta en 1893 en el yacimiento de El Camp de L'Escultor de la localidad alicantina, ya cuenta con una copia en Agost pero que, sin embargo, registra leves diferencias al realizarse años atrás y no contar, por supuesto, con los medios tecnológicos de los que se disponen hoy. De ahí estas nuevas labores de digitalización, fotografía y escaneado para un proceso que cuenta con una especial simbología al cumplirse el 125 aniversario del hallazgo de la esfinge.

«El trato fue increíble en el Louvre y estuvieron en todo momento muy amables y muy atentos. Colocaron la pieza en medio del pasillo y pudimos trabajar sin problemas, prepararon todo lo que nos hacía falta», comenta Fede Molinero después de los permisos especiales y el visto bueno del prestigioso museo parisino para llevar a cabo el proceso de escaneado cuya misión va encaminada a obtener «la reproducción más fiel posible a la original de la esfinge». Para ello, comenta Molinero, se ha empleado un escáner portátil de alta definición, tridimensional y que funciona «con un haz de luz que no es invasivo y, por lo tanto, no daña en absoluto la escultura».

Esta esfinge de Agost se descubrió en 1893 junto a otra escultura muy similar mientras se realizaban los trabajos de cimentación de un edificio. Pero un coleccionista francés, Arthur Engel, las compró y las depositó en el Louvre hasta que en1941, tras las gestiones realizadas por el Gobierno español, una de ellas se recuperó y pasó a formar parte de los fondos del Museo Arqueológico Nacional (MAN) en Madrid. De hecho, esta última, próximamente también será sometida a este mismo proceso de escaneado tridimensional, según confirman Fede Molinero y Miguel Martínez. «En estos momentos se está gestionando el mismo procedimiento para la esfinge conservada en el MAN de Madrid», apunta Martínez, quien por otro lado destaca la «celeridad y efectividad» de los trámites efectuados por el Louvre para el primer escaneado en París.

La esfinge que se encuentra en el Louvre (y que ha sido escaneado por los alicantinos Miguel Martínez y Fede Molinero) está realizada en piedra caliza blanca y ha perdido las patas y la cabeza. La que está en el MAN de Madrid es del mismo material y mide 80 centímetros de altura. Se trata de un animal fantástico con cabeza y cara de mujer, cuerpo de león y alas de ave, aunque a esta última pieza le falta la parte inferior de la cara, las patas delanteras y las extremidades de las alas. Para el MARQ, ambas piezas son fundamentales para entender la influencia griega en Alicante, y parece que se esculpían para utilizarlas como protectoras para los difuntos por lo que se colocaban en las tumbas.

Cabe recordar que el MARQ exhibió las dos esfinges de Agost juntas (lo que no ocurría desde finales del XIX) para la exposición «La belleza del cuerpo» con piezas del British Museum en el 2009.