Quien vea en una librería Curso intensivo para hacerse rico no encontrará el nombre de Roberto Aliaga en la portada, aunque es su autor. El alicantino ha cedido protagonismo a Sir Francis Milyoneri, personaje que narra la historia en primera persona para contar su experiencia que de dormir en la calle le ha llevado a ser poseedor de una de las cinco mayores fortunas de Inglaterra. Ironía y humor en este «manual», dirigido a niños de entre 9 y 12 años, pero también una reflexión sobre la importancia del dinero y si conlleva necesariamente la felicidad.
«Milyoneri es una de las cinco mayores fortunas de Inglaterra y ha creado este curso paras adiestrar al lector en educación financiera desde su más tierna infancia, porque cree que cuando eres niño cualquier capital, por pequeño que sea, puede generar intereses», resume Aliaga.
El libro, con ilustraciones del también alicantino Miguel Ángel Díaz, lo escribió en 2018 y quedó finalista en el Premio Edebé -«a un voto del ganador, creo que porque no tiene un final políticamente correcto», bromea-, editorial bajo cuyo sello se ha publicado ahora, aunque, de momento, debido a la pandemia, su presentación se ha retrasado a octubre. «Es mi sexagésimo primer libro, pero estoy emocionado como si fuera el primero», asegura el autor ganador el Premio Barco de Vapor en 2017, entre otros muchos galardones. «No me costó nada escribirlo y además lo escribí en voz alta porque lo iba leyendo y ponía voz de anciano porque el narrador es Milyoneri, así que los vecinos pensarían que me había vuelto loco».
El origen del libro y de la historia surgió en los encuentros que hace en colegios para fomentar la lectura. «Siempre pregunto si a alguien le gustaría ser escritor o ilustrador, y siempre me acaban diciendo que lo que quieren ser es youtubers, influencers o famosos porque quieren ganar dinero sin hacer nada».
Así nació Sir Francis Milyoneri, «un hombre que no es feliz porque no es el más rico de Inglaterra y él quiere ser el número 1; lo primero para él no es el amor o cualquier otra cosa, tiene mucho dinero, pero no el que quiere y tampoco tiene otras cosas en la vida; es un anciano de 97 años que está solo con su dinero».
Aliaga, cuyas obras han sido traducidas a 16 idiomas, asegura que el libro es «pretendidamente irónico y divertido porque el personaje tiene muchas salidas de tono, es un poco gamberro». Aunque su pretensión no es dejar muy claras las moralejas, «sí quiero moralizar, pero el lector tiene que pensar y ver si eso que se plantea en el libro es lo que querría, quiero que saque sus propias conclusiones».
Le acompaña en este viaje Miguel Ángel Díaz, que ya ha ilustrado una decena de sus libros. «Me encanta, se lo propuesto yo a la editorial y en la colección que hicimos para Anaya trabajamos codo con codo». En este caso, ha sido igual. «Hemos trabajado juntos y la cubierta me parece fantástica», destaca el escritor.
Díaz empezó su carrera en el mundo del cómic y la pintura, «aunque parezcan cosas antagónicas», asegura el artista. El problema es que «vivir del cómic no es fácil, así que me pasé a la ilustración y son campos muy diferentes». En esta obra de Aliaga ha recuperado el espíritu inicial del cómic y el dibujo porque «al ser un tema irónico y divertido se prestaba más»
Para el ilustrador alicantino, trabajar con Aliaga es distinto a lo habitual. «Normalmente la editorial te pasa el texto y tú creas los dibujos tal como lo ves, pero en este caso, como nos conocemos mucho, hemos trabajado de forma conjunta. Me explicaba el texto y yo le enseñaba lo que me sugería, hasta que nos poníamos de acuerdo. Tenemos una relación muy fluida y al estar los dos en Alicante además era más sencillo».
Lo único que les hizo «sufrir» fue la portada. «Hice varias versiones hasta que dimos con la que le gustó a Roberto».
