P ¿Cómo lleváis la suspensión de una gira que se preveía multitudinaria, con entradas agotadas, y realizar ahora conciertos acústicos en el marco de la nueva normalidad?
R Antes de que se tomaran medidas de aplazar eventos culturales ya estuvimos moviendo en febrero los conciertos que eran inminentes, porque tenemos amigos fuera que nos contaban lo que iba a llegar a España tras varias suspensiones de eventos en Italia o Alemania. Nos planteamos los aplazamientos sin saber muy bien lo que pasaría. Cuando estábamos confinados en casa pensábamos que sería muy difícil actuar este año y de pronto muchos organizadores de conciertos empezaron a pensar en intentar hacer algo, con aforos limitados y todas las medidas sanitarias especificadas, e incluso algunas mas, y aceptamos por varios motivos. Primero por curiosidad, porque Eva y yo teníamos mucha curiosidad por ver cómo sería la energía que se crea en un concierto en una situación tan diferente y atípica. También porque nos aseguraron que las medidas iban a ser muy estrictas para trabajadores y público y además porque era volver a la actividad con parte de nuestro equipo. Y un cuarto motivo, porque la música nos acompaña en momentos difíciles y puede estar presente en una situación no tan buena. Cuando se acabó el confinamiento nos juntamos para preparar lo que estamos haciendo en esta gira.
P ¿Qué balance haces de la docena de actuaciones realizadas hasta la fecha?
R La verdad es que estamos muy contentos por la reacción del público, por la acogida, todos los conciertos han estado llenos. Vemos que se pueden hacer las cosas bien y que el lema «cultura segura» es una realidad.
P ¿Por qué habéis dejado al grupo en casa?
R Pues porque los conciertos con banda, escenografía, grandes equipos de sonido y mucha infraestructura se estaban aplazando todos para 2021. Y como la realidad es cambiante, aunque nosotros hemos tenido la fortuna de que todos los conciertos se están realizando, no descartábamos que pudiera cambiar la situación en alguna comunidad autónoma de pronto y caerse. Es mucho más sencillo desmovilizar un equipo pequeño, que es el que viajamos, que desmovilizar trailers, escenarios y una banda numerosa más los técnicos. En las artes escénicas y conciertos hay mucha gente entre bambalinas que no se ve.
P Había un temor a que con las medidas de seguridad los conciertos resultaran fríos.
R El otro día lo decía Eva sobre un escenario, ahora te das cuenta que la cercanía no tiene que ver tanto con la proximidad física, es cierto.
P El principal damnificado es el disco Salto al Color
R Sí, sí, toda la parte de experimentación sonora y de texturas, toda la parte electrónica y de movimiento, rítmica, es la gran damnificada en esta gira. Es la parte ausente, pero por otro lado hay otros hallazgos sonoros que hemos tenido: viajamos con cuatro guitarras distintas, Eva maneja un sintetizador analógico antiguo y yo llevo un loop en el que voy grabando y soltando algunas cosas rítmicas. Fue un reto desde el principio y la verdad es que el hecho de transportar las canciones a este formato nos ha hecho aprender bastantes cosas. Sabemos que toda la propuesta sonora de Salto al color se recuperará y esos descubrimientos se quedarán cuando volvamos a juntarnos con nuestra banda y a hacer concierto con caña.
P Aun con todo hacéis conciertos largos, de mas de hora y media.
R Sí, porque intentamos recorrer los ocho discos de estudio, que no son muchos, y hay bastante espacio para la improvisación noche a noche.
P ¿Siempre cerráis con Entre la Multitud
R Entre la Multitud cierra el primer bloque porque es una de las canciones que se están haciendo imprescindibles en directo, tanto en acústico como cuando empezamos las presentaciones en eléctrico.
P ¿Te atreverías a aventurar cómo va a quedar el panorama musical en España ?
R Una previsión no, pero sí haría una reflexión para la gente que nos lea y decirle que el mundo de la música es muy amplio. Las bandas que vemos son la punta del iceberg. Hay una enorme variedad, estilos minoritarios, músicos que trabajan para la publicidad, compañeros de profesión que trabajan en orquestas en verano, bandas emergentes... La música es todo eso, pero sin toda esa variedad no existiríamos... el mundo de la música de cada país es muy importante. Lo tienen muy claro en Francia, en Inglaterra, es su patrimonio. Si ya era difícil antes del covid para mucha gente, ahora está siendo duro, muy duro. No tengo ninguna propuesta concreta porque ni soy gestor ni epidemiólogo, pero lo que si me gustaría es que empaticemos con toda esas profesiones que viven de la música y las artes escénicas, igual que en su día hemos empatizado con los sanitarios y con muchos sectores,ahora los profesores. A mí me gustaría que esto que ha pasado sirviera para que empaticemos con el que tenemos cerca.
P ¿Compusiste en el confinamiento?
R Como duró tantos días nos ha dado tiempo a pasar por distintos estados de ánimo y actitudes. Había días que intentaba componer, que me saliera cualquier cosa, menos algo relacionado con la situación. Había días productivos y otros que no salía nada. He estado haciendo música casi todos los días y lo que me ha servido para no venirme a abajo es hacer deporte, leer, ver series, hablar con amigos.
