Fuencisla Francés (Segovia, 1944) aparenta fragilidad y calma. Nada que ver con la potencia, fuerza y viveza del arte que a lo largo de medio siglo ha ido convirtiendo su figura en una de las más destacadas de la Comunidad Valenciana. La sala de la Lonja de Alicante acoge hasta el 21 de febrero la exposición Punto de fuga, muestra que realiza un recorrido por los 50 años de trayectoria de esta artista, ligada a la saga de pintores alcoyanos iniciada a mediados del XIX por Plácido Francés y Emilio Sala Francés.
Esta propuesta fue una de las seleccionadas dentro de la primera convocatoria de comisariado Trajectòries del Consorcio de Museos, función que realiza la alicantina Pilar Tébar, que eligió la figura de Francés con el objetivo de analizar y dar a conocer una obra que va desde la figuración de sus trabajos iniciales hasta la abstracción, que domina la mayor parte de su producción, con instalaciones, collages o cajas luminosas, en las que el papel, en diferentes tamaños, gramajes y texturas, es el principal protagonista.
La exposición de Alicante reúne una selección y readaptación de 200 piezas de la muestra original que se pudo ver en el Centre del Carme de València el pasado año. «La pintura cuenta muchas cosas y hay que estar muy atento porque una obra la quieres poner en un espacio y a veces el propio espacio te dice que no, de manera que se transforma cuando la mueves a otro sitio», aseguró ayer en Alicante la artista, que tiene su estudio en una antigua fábrica de calzado de València, en el que hay un refugio de la guerra.
Su continua tarea de investigación y experimentación han labrado una trayectoria en la que «hay obras que a lo largo del tiempo crecen, se hacen más importantes que cuando las hiciste en su momento». Por eso, con esta exposición ha sido conscientes de «cómo juegan las obras antiguas con las de ahora, es como encontrarte con algo lejano».
Montar una exposición con un recorrido de medio siglo supone «una gran complejidad porque hay obra que he perdido y otra que ha aparecido y no contaba con ella». Esto le lleva a plantear su trabajo «como si llevara un lápiz en la mano y en vez de dibujar con él, dibujo con las obras, de manera que una obra está en función de todas las demás».
De esa labor de búsqueda y del discurso de las piezas se ha encargado Pila Tébar, que reivindicó el papel a veces olvidado del comisario. «La obra de Fuencisla es estupenda, con muchísima potencia y fuerza creadora, y la búsqueda de piezas ha sido apasionante».
La comisaria destacó que el tamaño de la sala ha hecho que se tenga que prescindir de piezas «muy grandes» y otras se han adaptado, por lo que son instalaciones «creadas exprofeso para la Lonja».
«Cada exposición -según el director del Consorcio de Museos, José Luis Pérez Pont- es única y cada una de las instalaciones, adaptadas y rediseñadas, nos invita a seguir profundizando en sus múltiples lecturas».
Para la secretaria autonómica de Cultura, Raquel Tamarit, «sorprende cómo trabaja un material tan delicado para transmitir una visión tan potente y esa energía sigue patente en su obra».
El concejal de Cultura, Antonio Manresa, destacó esta exposición como una de las más interesantes que se han visto en la Lonja.
