Probablemente las Navidades del año 2020 serán recordadas como las más extrañas de nuestras vidas. El coronavirus ha provocado que lo que tenía que ser una fecha de reuniones familiares, celebraciones multitudinarias y fiestas hasta bien entrada la madrugada se haya truncado y convertido en todo lo contrario. Limitación de personas, distancia social, mascarillas y toque de queda. Esto obviamente ha supuesto que las Navidades este año las asociemos a emociones algo más negativas, algo que también le ocurre a los niños.

Sin duda estas fechas son una fuente de experiencias positivas, pero también existen distintos factores que generan lo que se denomina «Christmas Depression», una bajada del estado de ánimo cuando llega la época navideña. El aumento de la ingesta de comida, el mayor nivel de gasto económico y el cumplimiento a veces «obligado» de diferentes compromisos familiares generan en algunas personas una peor sensación de bienestar.

En el caso de los niños, las vacaciones y el tener nuevos regalos suele vivirse habitualmente como positivo, pero no hay que perder de vista otros elementos como la pérdida de hábitos y rutinas o el aumento del uso de las nuevas tecnologías, entre otros. Estas cuestiones, si bien pueden experimentarse de una manera agradable en el momento, pueden generar dificultades cuando el niño vuelve a su rutina normal en el colegio. Especialmente este año, este parón de las rutinas puede suponer un problema para unos niños que han estado seis meses sin ir al colegio y que en algunos casos era ahora cuando estaban volviendo a habituarse a madrugar, acudir al colegio, hacer las tareas académicas, etc.

Para que las Navidades sean una época de diversión y descanso pero que no venga seguida de estrés y problemas, os recomiendo seguir en casa durante las vacaciones estos sencillos consejos:

• Alterar lo menos posible los hábitos de nuestros hijos en Navidad. Siempre se puede sacar tiempo para jugar al aire libre, practicar algo de deporte, preparar alguna comida sana y dedicar tiempo a leer o a repasar algo del cole.

• Aprovechar el tiempo libre en casa y compartir tiempo juntos con los juguetes que ha traído Papá Noel, haciendo actividades que no solemos hacer por falta de tiempo o simplemente cocinando algo en familia.

• Transmitir una experiencia positiva de estas Navidades, intentando no verbalizar cuestiones excesivamente negativas o que hagan hincapié en las limitaciones de estas Navidades en vez de en las cuestiones positivas.

• Ser más flexibles, pero no olvidar los límites. Tener más tiempo libre permite poder dedicar más tiempo a jugar a la videoconsola o levantarse algo más tarde, pero no es adecuada la «barra libre». Se puede negociar una ampliación de esos límites durante las vacaciones con nuestros hijos, dejando claro que en ningún caso se sobrepasará y que además esos permisos acabarán cuando empiece el colegio.

Solo os deseo que disfrutéis estas fiestas los peques y las familias, deseando que el 2021 que viene nos traiga la vuelta a la normalidad a nuestras vidas, esa normalidad que tanta falta nos hace y que tanto daño nos ha hecho perderla. ¡Hasta el año que viene!

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