Laia Marull llega al Teatro Español de Madrid convertida en Mariana Pineda, una mujer "valiente", que se mueve por "amor" y que hoy "lucharía sin parar, porque sigue habiendo injusticias en una democracia", dice la actriz, quien advierte "tenemos que estar vigilantes y no perder las libertades que tenemos".

"Mariana Pineda se mueve por amor, un amor puro dotado de tanto valor y valentía que se ve en la disyuntiva de seguir con sus ideales o de perder su propia vida. Ella decide ser valiente", ha explicado este martes, en una entrevista con Efe, Laia Marull (Barcelona 1973).

Se siente cómoda en la piel de esta heroína, un personaje, "fuerte e icónico, con gran dignidad para defender sus ideas hasta la muerte", dice la actriz, quien asegura que siente "indignación" con los políticos actuales.

 Si tuviera que comparar a los políticos actuales con Mariana Pineda, le gustaría que, al menos, fueran "consecuentes con sus ideas y que tuvieran la capacidad de hacer lo que dicen".

Algo tan simple y sencillo. "No están a la altura del puesto que tienen", añade la actriz, quien prefiere mantener silencio en cuanto a la pandemia al considerar que es una situación complicada y que "nadie tiene la varita mágica, pero señala que las cosas que se podrían hacer mejor" y que "estamos constantemente en el quiero y no puedo".

Mariana Pineda encajaría perfectamente en la actualidad del siglo XXI, "tendría muchas cosas por las que luchar y lo haría sin parar; a día de hoy sigue habiendo muchas injusticias en una democracia", dice la actriz, quien advierte que "tenemos que estar vigilantes y no perder libertades que tenemos como sociedad y como individuos".

Cree que la covid-19 va para largo. "Nos tenemos que relajar y actuar con responsabilidad para poder vivir, esto no va a desaparecer de un día para otro".

En su opinión, Mariana Pineda es un personaje fuerte, pero no ha sido "tan bestia" como otros que ha interpretado, recuerda su "Lulú", bajo la dirección de Mario Gas. "Me va la marcha, busco cosas complicadas y difíciles".

A pesar de su carácter, "la Mariana de Lorca se lleva sola, tiene tanta poesía el texto", añade la actriz, ganadora de tres Goyas, el primero en 2001 a la Mejor Actriz Revelación, el segundo en el 2004 a la Mejor Interpretación Femenina Protagonista y el tercero en 2011 a la Mejor Interpretación Femenina de Reparto.

 Su nombre siempre va pegado a mujeres valientes como Pilar en "Te doy mis ojos" (2003), de Icíar Bollaín. "Me van los personajes dramáticos, los disfruto mucho, cada uno es un mundo en el que me tengo que sumergir".

 Daría la "bienvenida" a una comedia, aunque reconoce que le gustan los personajes que le retan, "aquellos que cuando leo no sé si voy a ser capaz de interpretar".

Las artes escénicas y el cine están muy tocadas económicamente, pero asegura que se considera "una suertuda" con esta Mariana Pineda", aunque ahora, con el toque de queda por la pandemia, cada función es un reto.

"Poder levantar el telón es una sensación tan bonita; agradezco tanto que la gente venga al teatro", apunta la protagonista de "Pan negro" (2010), quien recomienda en estos días tan tristes "alimentar el alma y dar luz a los corazones" con la voz de Lorca y otros grandes de la escena.

El cine y la televisión también han encontrado hueco en su carrera profesional. "Pensaba que me gustaba más el cine, que la cámara entrara en mí, pero ahora soy más de teatro, me aporta mucho, me tiene atrapada".

Junto a Marull, Álex Gadea, Óscar Zafra, Aurora Herrero, Marta Gómez, Silvana Navas, Sara Cifuentes, Fernando Huesca y José Fernández conforman el elenco de esta obra, que estará desde mañana hasta el 7 de febrero en el Teatro Español de Madrid

 Cuando se le pregunta qué tiene en común con Mariana Pineda, dice: "como ella, mi motor en la vida es el amor y la libertad, también comparto esa energía para perseguir los sueños. Ojalá tuviera su valentía".