El Museo de Arte Contemporáneo de Alicante dedica, por primera vez desde su inauguración en 2011, una muestra a la obra de Abel Martín como autor y como serígrafo. La obra de Eusebio Sempere estampada en serigrafía por Abel Martín es bien conocida y un alarde de técnica y oficio. Sin embargo, poco se han visto las serigrafías realizadas por él como artista.

Su faceta creativa se desarrolla en apenas cuatro años, desde 1968 a 1972, y comprende muy pocas piezas, algunas de las cuales se recogen en esta muestra. Esta exposición ha sido posible gracias a las obras donadas por Florencio Martín, hermano de Abel, y a las obras depositadas en el MACA por el sobrino del artista, Javier Badenes Martín, de su colección Ars Citerior Comunidad Valenciana, que esta mañana ha recorrido el museo junto al concejal de Cultura, Antonio Manresa, y la conservadora del centro alicantino, Rosa Castells.

La muestra, que podrá visitarse desde el próximo día 9, cuando se reabrirá el museo tras una serie de reformas, hasta finales de año en la primera planta, está formada por 24 obras de la Colección Arte Siglo XX, una de ellas del propio Abel, además de Andreu Alfaro, Eusebio Sempere, Soledad Sevilla, Cristóbal Halffter, Gustavo Torner, Pablo Palazuelo, Eduardo Chillida, Horacio García Rossi, Julio Le Parc, François Morellet, Francisco Sobrino, Joël Stein, Richard Anuszkiewicz o Victor Vasarely.

También incluye 21 obras de otros artistas estampadas por él entre los que destacan Jean Arp. Auguste Herbin, Eduardo Chillida, Pablo Palazuelo, Manuel Barbadillo o Elena Asins; y finalmente 27 obras de su autoría como artista entre las que que destacan las 6 serigrafías de la carpeta Musical, realizadas gracias a una beca que le concedió la Fundación Juan March en 1971.

Para Castells, "era de justicia estética homenajear de alguna forma al artista que compartía vida, tiempo y proyectos artísticos con Eusebio Sempere; descubrir la importancia de su trabajo como serígrafo para toda una generación de artistas que tenían su trabajo como referencia de compromiso y calidad, y cómo contribuyó de forma esencial a divulgar la obra de arte".

En su opinión, "adentrarse en la obra estampada por Abel Martín como artista, es descubrir hasta qué punto su trabajo estaba en sintonía con las corrientes geométricas y concretas de su tiempo; o cómo fue uno de los participantes olvidados de los Seminarios de Generación Automática de Formas Plásticas del Centro de Cálculo de la Universidad de Madrid junto a artistas, ingenieros, arquitectos, o programadores. Esta era una pequeña muestra necesaria que debe de iniciar un proceso de investigación en torno a este artista del que conocemos tan poco".

Manresa, por su parte, se ha mostrado “agradecido a todo el equipo del MACA, encabezado por Rosa, por el gran trabajo que han realizado durante estas semanas, para mostrar al público una brillante exposición, gracias a la que podremos conocer a Abel, un artista excepcional, pero muchas veces olvidado”.

Contexto geométrico de la Colección Arte Siglo XX  

Eusebio Sempere y su compañero Abel Martín aprendieron en París la técnica de serigrafía. A su vuelta a España en 1960, introducen esta técnica de estampación realizando bellísimas estampaciones de ellos mismos y de sus amigos artistas, difundiendo así el arte abstracto hasta ese momento desconocido. Al principio, Sempere y Abel trabajaban juntos y después, a mediados de los años 60, Abel solo se encargaba del proceso técnico. Y así se convirtió en figura clave en la reproducción y difusión del arte contemporáneo en nuestro país.

La profunda convicción de que la obra gráfica merecía status de obra original, de que ponía el arte contemporáneo al alcance de una gran mayoría de público convirtiéndolo en fenómeno de masas y el respeto y entusiasmo que ambos profesan por la obra gráfica, repercute en la propia Colección Arte Siglo XX. Una muestra de dibujos, grabados, litografías y serigrafías viene a completar la extensa nómina de artistas imprescindibles, recorriendo así los territorios sugerentes del entramado artístico del siglo XX. Esta exposición muestra las obras realizadas en el contexto concreto, desde los cinéticos de París a los geométrico españoles.

El arte hecho serigrafía

Abel Martín (Mosqueruela, Teruel, 1931-Madrid, 1993) fue un experto serígrafo. Tras dedicarse a diversos oficios, marchó a París en 1958 siguiendo la estela de su hermano Florencio. Allí conoció a un grupo de jóvenes artistas como Salvador Victoria, Lucio Muñoz, Pablo Palazuelo o Eusebio Sempere. Con Sempere establecerá una estrecha relación de amistad y una colaboración artística hasta el final de sus días. Juntos aprenden en el taller del artista cubano Wifredo Arcay la técnica de la serigrafía, un aprendizaje “lento y cuajado de pequeños secretos”, mientras estampan obras de los artistas de la Galería Denise René: Jean Arp, Auguste Herbin, André Bloc o Victor Vasarely.

Ya en Madrid, ambos instalan un taller para estampar las primeras serigrafías artísticas en España. Un complejo libro de Lucio Muñoz con texturas con arenas atrae, por su perfección, encargos de otros artistas, sobre todo, de los que se aglutinan en torno al Museo de Arte Abstracto de Cuenca: Antonio Saura, Fernando Zóbel, José Guerrero, Manuel Millares, Hernández Mompó, Gustavo Torner o Gerardo Rueda.

Abel se convirtió en referencia del oficio de serígrafo con una gran calidad en la realización de estampas y libros bellísimos que salían de los talleres de Cuenca primero y de su taller en Madrid después. Muchas son las serigrafías que sabemos estampa, aunque desconocemos el número exacto ni para cuántos artistas trabaja. Gracias a las donaciones de Florencio Martín y a los depósitos de la colección ARS Citerior, de forma generosa, profundizamos en el conocimiento.

Desde 1968 a 1972, Abel Martín estampa sus propias serigrafías, apenas una veintena de obras en tres carpetas tituladas Metempsicosis con textos de Tomás Marco; Musical, con texto de Enrique Delgado y seis partituras musicales y Redes con un cuento de Felipe Briones, además de una serie de serigrafías sueltas. En todas ellas trabaja desde la geometría, sobre el plano o sobre la curva, por medio de lenguajes de programación muy próximos al Centro de Cálculo de la Universidad de Madrid, en cuyos seminarios participa activamente asumiendo desde entonces, la colaboración entre artistas como forma de creación transversal y enriquecedora.