Si el lema de la anterior edición fue Resistimos, que no es poco, el director del Festival Internacional de Cine Pequeño de Aspe, Juan Torres, cree que el de este año debería ser «seguimos resistiendo», ya que la pandemia continúa y las restricciones sanitarias, también. Pero tampoco el coronavirus ha impedido este año que arrancara la ayer la octava edición de este certamen de cortometrajes, que se prolongará hasta el jueves en el Auditorio Alfredo Kraus de Aspe con la proyección al aire libre de los mejores trabajos recibidos de los cinco continentes para su exhibición.
Con un cartel que homenajea a Berlanga y su película Plácido, el director confía en que la resistencia «sirva para dar visibilidad a todas esas películas que con tanto esfuerzo se hacen», ya que celebrar por segundo año el festival dentro de una pandemia es «una suerte», opina el director del certamen, que realiza en colaboración con el área de Cultura del Ayuntamiento de Aspe.
Torres indica que esta edición se ha organizado en tiempo récord -«porque hasta mediados de junio no pudimos abrir la convocatoria», explica- y en apenas tres semanas se recibieron 745 películas cortas de todo el mundo.
La cifra de cortometrajes seleccionados ha aumentado, al pasar de 30 a 36 títulos a concurso, que se distribuirán en cuatro sesiones de ocho trabajos cada noche. A pesar de que Aspe entra hoy también entre los municipios con toque de queda a la 1 de la mañana, las sesiones comienzan a las 22 horas y terminan poco antes de la medianoche.
Entre el programa seleccionado para la octava edición hay «de todo: comedia, drama, documental, animación, terror o ciencia-ficción», apunta Torres, incluidos algunos trabajos nominados en la última edición de los Goya en la categoría de cortometraje de animación, como Homeless Home, de Alberto Vázquez; La colcha y la madre, de David Pérez Sañudo, ganador de tres premios Goya en 2021 por su película Ane; el corto animado candidato al Goya Roberto, de Carmen Córdoba González; o El ruido solar, de Pablo Hernando, uno de los directores más destacados del cine independiente nacional.
Pero este certamen también presta atención a la cinematografía que se realiza en la provincia y suele mostrar los últimos trabajos de un puñado de autores locales. En este caso fue la ilicitana Lucía Forner la que abrió ayer el festival con su corto Dana, un thriller estrenado en el Festival de Sitges. Forner acudió a Aspe a presentar su trabajo, al igual que harán otros alicantinos como Ángel Puado, que presenta el miércoles El poeta en la barra, o Augusto Almoguera, quien lleva el jueves Yo, sirena, cuyo reparto cuenta con Lola Rodríguez, una de las actrices principales de la serie Veneno.
Por otra parte, Space Frankie, la historia de ovnis escrita por Álex Cuéllar y dirigida por el realizador de San Vicente del Raspeig David Valero, abre la sesión de hoy, martes, mientras que la ilicitana Elena Bru es la productora de Ecoutez-Moi, de Paula Armijo, proyectado ayer . Toda la programación del festival se puede consultar en la web y cabe recordar que la entrada es libre, sin necesidad de reserva previa, hasta completar el aforo, que es de unas 350 butacas. Tan solo se recomienda acudir un cuarto de hora antes, ya que los espectadores deben dar sus datos en el control de acceso.
La gala de clausura se celebrará el viernes, 20 de agosto, en el Teatro Wagner de Aspe, presentada por la actriz crevillentina Adriana Gil.
