Despedidas tristes, despedidas dolorosas, despedidas felices, despedidas buscadas, despedidas esperadas. Unas nos gustaría evitarlas, otras las celebramos. De este concepto ambiguo de decir adiós nace Adeu, la segunda producción de circo del Institut Valencià de Cultura, creada y dirigida por el alicantino Lucas Escobedo. Y será los días 11 y 12 de diciembre cuando se estrene en el Teatre Arniches, para presentarse en València después, del 15 de diciembre al 16 de enero.
En la propuesta intervienen siete artistas de circo, aunque con conocimientos multidisciplinares en música y teatro, que fueron seleccionados mediante una audición. Los ensayos comenzaron el pasado mes de agosto en el Teatre Arniches de Alicante y se retomaron el pasado mes de septiembre en el Escorxador de Elche.
«Para el circo en general, no solo a nivel de Alicante y de Comunidad Valenciana, sigue siendo un paso adelante necesario y muy importante porque cada año se hacen muchas producciones de teatro, tanto a nivel autonómico como a nivel estatal, pero de circo no se hacen», asegura el recientemente ganador del Premio de las Artes Escénicas del IVC por Paüra, como mejor espectáculo de circo, el segundo galardón de estas características que consigue.
Escobedo, que ha dirigido diversos montajes con la compañía La Trócola, define Adeu como «un espectáculo de circo con música en directo que parte de un tema que son las despedidas, del hecho de decir adiós, con todos los colores que tiene esa palabra», afirma. «Despedidas más alegres, más tristes; también hay cosas a las que estamos deseando decir adiós… En la investigación que he hecho, la gente lo primero que asociaba con la despedida era la tristeza, pero cuando ahondas más ves que hay cosas de las que quieres despedirte».
Mostrar esos colores de la despedida es su objetivo, «sobre todo viniendo de estos años de pandemia en la que las no despedidas han protagonizado por desgracia la vida de mucha gente».
Y todo ello, a través del circo, la poesía, la música y la palabra, con siete artistas sobre el escenario. Malabares, verticales, rueda, mástil chino y música protagonizan este espectáculo multidisciplinar. «Hay una chelista que también toca el piano, dos guitarras, batería, canto. Son seis artistas de circo y la compositora y directora musical que también actúa», destaca Escobedo, cuya primera producción de circo fue Yolo, que ha recorrido numerosos escenarios y que fue galardonada con dos premios Fetén 2019, al mejor espectáculo de gran formato y mejor espacio sonoro, y el de mejor espectáculo de circo de los Premios de las Artes Escénicas Valencianas ese mismo año. «Está montado de una manera muy coral son siete artistas que hacen mucho de todo».
Artistas que fueron seleccionados en una audición, «algo que yo defendía mucho con el IVC porque ya que es una producción pública había que abrirla a más gente». En este sentido, afirma que danza y teatro, «los artistas están acostumbrados a hacer casting para anuncios, cine, teatro o publicidad, pero para el mundo del circo no hay». Por eso, «de golpe, ha sido una maravilla descubrir a esa gente; algunos estaban fuera y esto ha sido su oportunidad para volver».
En esa audición se buscaba un perfil de artista «con conocimientos de circo y música o de circo y que también hubieran estudiado arte dramático». Así se seleccionaron las siete personas que conforman el equipo artístico. «De los siete artistas hay dos que son de Murcia, uno de Santander, dos de València, uno de Alicante y uno que es colombiano que vive en València».
El primer encuentro se produjo en agosto, con una semana de ensayos en el Arniches. «Era importante estar allí por ser la casa del IVC en Alicante y también porque todo el mundo ha salido de una audición y yo no había trabajado nunca con ellos. Tenía que conocerles a nivel personal y también sus herramientas y sus disciplinas».
Después no fue hasta el 20 de septiembre cuando empezaron los ensayos en Elche, en el Escorxador. «Queríamos que la producción fuera lo más alicantina posible y buscando espacios pues apareció Elche porque en Alicante no conseguíamos y el Escorxador es una maravilla, es una suerte poder crear en ese espacio».
El resultado es Adeu, espectáculo con el que Escobedo pretende llevar al público a un «viaje emocional».
