La banda alicantina que canta a Héroes del Silencio en EE UU

El Despertar del Silencio, banda alicantina que rinde tributo a uno de los grupos más populares de la historia del rock nacional, Héroes del Silencio, inicia el próximo mes de enero una gira en Estados Unidos que les llevará hasta Las Vegas y Los Ángeles con las canciones del grupo de Zaragoza. La idea es de la promotora Eventpromotingla y los alicantinos están deseando subirse al avión, con permiso de ómicron, para cantar las canciones con las que desde hace una década recuerdan al exitoso grupo liderado por Enrique Bunbury que se disolvió en 1996.

Desde 2013 y con más de 600 conciertos a sus espaldas por toda la península, incluida Portugal, esta es la primera gira internacional de El Despertar del Silencio, una banda encabezada por el vocalista Roma, el guitarrista Joaquín Rojas, Emmanuel al bajo y Tony a la batería. Además, a este tour americano se incorpora uno de los guitarristas que acompañó a Héroes del Silencio en la gira de reencuentro que el grupo realizó en el año 2007, Gonzalo Valdivia, hermano de uno de los fundadores de la banda, el también guitarrista Juan Valdivia. «Gonzalo ha colaborado con nosotros en algunas de nuestras actuaciones como un miembro más de la banda. El propio Juan Valdivia, guitarrista original de Héroes del Silencio, asistió a nuestro concierto de El Día H que se celebra en Aspe con unas críticas inmejorables por su parte, y Gonzalo está encantado de venir con nosotros», apunta Roma.

Serán seis días y dos conciertos en la costa oeste de Estados Unidos: el primero en el Patio Night Club de Las Vegas y el segundo en The Mixx Pasadena de Los Ángeles, ante unas cuatrocientas personas. «La promotora nos mandó un mensaje por las redes sociales y no pregunté ni lo que pagaban -bromea Roma-. Las condiciones son muy buenas y nunca imaginamos que podríamos cruzar el charco y tocar en ciudades como Las Vegas, donde Elvis tocó tantos años, o en Los Ángeles, la ciudad del rock y donde empezaron los Doors, además de que fue donde Héroes dio el último concierto en 1996, que duró tres minutos. La gira para nosotros es un experimento iniciático, pero la idea es que podamos volver más veces».

Roma vio a los de Zaragoza por primera vez cuando apenas tenía 10 años, poco antes de que la banda de himnos como Entre dos tierras o Maldito duende se disolviera. La mecha se prendió ahí, y la llama se avivó después, en la gira del reencuentro de Héroes del Silencio una década después, cuando Roma los siguió por los cuatro conciertos que dieron en España. Las entradas las compró con un año de antelación «y cuando llegó el momento no sabía dónde las había metido, hasta que las encontré en una enciclopedia», recuerda el vocalista, a quien hasta entonces le gustaba Michael Jackson y los Beatles, «pero al ver a Bunbury en escena me pareció sobrenatural. Y esas letras, tan místicos y tan intensos, era algo muy diferente a lo que había entonces. Solo duraron diez años y grabaron cuatro discos, pero dejaron huella».

Unos años después, mientras Roma cantaba en un grupo con canciones propias, el batería le dijo que tenía una voz parecida a la de Bunbury y en 2013 formó El Despertar del Silencio, por donde han pasado varios músicos y desde hace tres años sus miembros ya son estables.

«A mí me gustaba Héroes del Silencio desde niño y siempre quise hacer algo. Las bandas que se separan ya no puedes verlas más en directo y a la gente que las vio en su momento le sigue gustando escuchar sus canciones», argumenta el vocalista, que justifica su existencia como grupo «porque hemos trabajado mucho por buscar el sonido de Héroes y ser muy fieles a él. Hace falta que las canciones suenen como tienen que sonar y dar un espectáculo escénico, cuidar el vestuario y que la gente esté en tensión en todo el concierto».

En sus shows ofrecen siempre dos horas de concierto con entre 20 y 24 canciones, comienzan siempre con Deshacer el miedo y acaban con Entre dos tierras, «la guinda del pastel, para que nadie se vaya antes». Un repertorio, como les dijo una vez Bunbury, «muy equilibrado».

Para este grupo, que solo vive de dar conciertos, la pandemia ha trastocado mucho sus planes «pero tenemos suerte de tener un circuito de salas nacionales donde nos llaman, en Alicante no tanto», apunta, y a diferencia de otras bandas tributo, «tenemos la fortuna de poder vivir de ello».

Ellos pasaron la prueba de fuego y tocaron en Zaragoza ante miles de personas «y si triunfas ahí, es que la cosa va bien», concluye.

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