Con un programa, un concurso o un musical, Àngel Llàcer lo que pretende es hacer feliz a la gente. Lo hace desde Tu cara me suena, y ya van por la décima temporada, y también desde los musicales que monta y dirige al alimón con Manu Guix. El jueves llega al Teatro Principal de Alicante para presentar La jaula de las locas, donde además se subirá al escenario cada noche hasta el domingo, en la versión musical de gran formato de Jerry Herman y Harvey Fierstein, estrenada en Broadway en 1983. "Es como un masaje para el alma".

Parece extraño que en el siglo XXI todavía haya que hacer un musical que refleja la libertad, y no solo sexual, también individual y colectiva.

La verdad es que no lo hago para reivindicar nada, lo hago para pasar un buen rato. Es una oda al amor, a quererse uno mismo y querer a los demás. Creo que la libertad cada uno la tiene de ser como quiere ser. El problema es de los que no te dejan ser libre. Yo nunca he reivindicado nada en mi vida, yo he seguido mi camino y quien quiera compartirlo pues bien y quien no, pues nada. Esta obra es una fiesta, es muy divertida, un clásico. Con los músicos en directo, las canciones corales, las coreografías... El mensaje está por ahí. Pero yo hago eso para explicar que me gusta mi profesión, que me gusta hacer teatro. En realidad, el mensaje que cada uno lea lo que quiera o lo que pueda.

¿La jaula de las locas anima a nadar contracorriente contra las normas?

No es ir en contra de nada sino ir a favor de cómo uno es. El concepto de luchar no está para nada en la obra. Siempre es diversión. Ningún personaje tiene un pensamiento negativo, todo es positivo. Son dos horas y media donde no hay nada malo. Solo hay risas, amor, buen humor, ternura… es como un masaje para el alma. Y es por eso por lo que hemos tenido tanto éxito, la gente está a gusto viéndolo, nadie se incomoda.

¿La canción Soy lo que soy la sigue reconociendo el público?

Sí, yo creo que sigue reconociéndola. La canción llega al final del primer acto y salgo y lo canto con un silencio sepulcral. La gente viene de reírse una hora y pico, y se calla. En ese momento es cuando se emociona y llora.

"Yo nunca he reivindicado nada en mi vida, yo he seguido mi camino y quien quiera compartirlo bien y quien no, pues nada"

Usted dirige los musicales Cantando bajo la lluvia, La tienda de los horrores y La jaula de las locas. Pero solo en este último también sale el escenario como protagonista. ¿Qué le ha impulsado a dar ese salto?

La jaula de las locas vino el primero, empezó en 2018, pero será el último que acabe. Lo hago solo en este porque ya tanto no puedo. Tampoco tengo edad de bailarín para subirme a las farolas. Yo trabajo mucho en equipo, con mucha gente. Todos vamos creando y al final no sabes de quién son las ideas. En realidad, no son de nadie, son de todos. Para dirigirme a mí mismo tenía antes un chico que hacía mi papel y yo le dirigía a él. Luego yo repetía lo que le había dicho. Y de momento con este musical no paro. Estoy de gira saliendo a todas partes y dando felicidad que eso es mucho. Y los martes vuelvo a Barcelona, porque estoy preparando una obra que dirigiré en el Teatro Nacional de Catalunya y también un montaje de El Principito.

¿Por qué los musicales llegan tanto al público, cuál es su magia?

La música es poderosa, te entra de una manera que no sabes. Cuando te das cuenta estás cantando la melodía. La música tiene un poder mucho más grande que la palabra y quieras o no combinas las dos cosas, te va entrando en el alma y te dejas llevar. Es mucho más cautivador. Y para todas las edades. A las personas mayores les encanta y a los jóvenes también, vienen niños incluso y les encanta porque mi personaje es como muy brillante y muy espontáneo. Y también hay gente que se sorprende. Muchas veces las mujeres obligan a los maridos y salen fascinados.

Àngel Llàcer, actor, cantante y director de "La jaula de las locas". Cristina Martínez

Defina cómo sale el público después de ver este musical

Salen felices. Y ahora con las redes sociales que te escriben cosas, lo que más me dicen es muchas gracias. La gente lo agradece y eso me gusta mucho. .

Montar un musical es un proceso largo. ¿Desde que se elige la obra hasta que se sube a un escenario cuanto tiempo pasa?

Puede pasar un año o un año y medio. Lo que más me ocupa a mí son los casting porque es algo súper importante. Además de buenos actores y artistas tienen que ser buena gente. Para hacer un casting tengo que hacer como en las mesas de las bodas: ver quién se lleva bien. Pero me gustan todos los procesos. Primero vas descubriendo, no entiendes muchas cosas. Yo me dejo llevar, nunca sé lo que va a pasar y así me dejo sorprender.

"Lo que me gusta a mí es transmitir a la gente que me ve un bienestar y una risa"

¿Y ese tándem que ha formado con Manu Guix, con quien ha codirigido estos musicales?

Sí, la verdad es que nos respetamos mucho y nos queremos mucho porque trabajamos juntos desde el 97. Él llega donde yo no llego y yo donde él no llega. Somos complementarios y nunca discutimos. Al final siempre nos damos la razón.

Tu cara me suena se ha convertido en un fenómeno y en una experiencia total. ¿Hay programa para rato?

Acabamos de empezar a grabar la décima temporada. Y sí, hay programa para rato porque hay muchísimo talento. Lo hacen súper bien y además es un programa divertido. Es lo que me gusta a mí, transmitir a la gente que me ve un bienestar y una risa.

 ¿Qué queda en su recuerdo de los años de Operación Triunfo?

Malo, nada. El trabajo nunca es malo. Lo que siempre recuerdo son risas y todo en color rosa. Me viene una época divertida de mi vida y muy exigente porque tenía que enseñar como profesor, al mismo tiempo que seguir el ritmo de la televisión. Fue un grandísimo aprendizaje.