Smoking Souls: "Que llenemos el WiZink es una victoria para todos los valencianos"

¿Qué significado dan a esta etapa final que abren con Flors i Finals?

Vamos a vivir esta etapa con los sentimientos a flor de piel. Es una etapa que hemos visto crecer desde hace más de diez años y creemos que es el momento de coger aire y tener perspectiva. Trataremos de volver, no sabemos cuándo, pero con más fuerza y con nuevas cosas que ofrecer. Sentíamos que necesitábamos un poco de pausa y de introspección para abrir una nueva etapa futura.

¿Era la mejor forma de llegar a este momento con un disco que apenas tiene un año?

Ya no tiene nada que ver con este último disco sino con una larga trayectoria que llevamos a la espalda. Al final, nosotros somos todavía jóvenes y sentimos que tenemos aún muchas cosas que decir, pero también tenemos ganas de trabajar en proyectos personales dentro y fuera de la música.

Es una salida, pues, de la dinámica de la industria actual.

Exacto, buscamos eso también. Queremos componer canciones fuera de una industria tan exigente y que te obliga a hacerlo todo muy rápido. Queremos apartarnos de ese mecanismo y volver a tener ganas de cocinar canciones sin ninguna fecha fija.

¿Creen que este tiempo va a poder ser perjudicial para los números de la banda?

Creemos que no. Seguro que muchas personas querrán despedirse de nosotros en esta gira y, a su vez, también provocará que los seguidores tengan ganas de consumir nuestra música cuando volvamos. Ese parón también es necesario para no estar siempre en activo en todos los carteles y llegar a hacerse pesado.

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¿Qué nos pueden contar de la gira?

Estas últimas semanas hemos estado rematando todo lo relativo a los conciertos. Vamos a repasar las canciones que son piezas fundamentales de nuestra trayectoria y, además, hemos grabado una canción nueva que explicará esta pausa y que lleva el nombre de la gira.

¿Por qué será la gira más especial hasta la fecha?

Para nosotros es la gira más especial porque nunca hemos parado. Siempre hemos estado en la carretera desde nuestros inicios y, para nosotros, cada concierto será como un adiós. Nos despediremos de cada sitio al que vayamos porque no sabemos cuándo volveremos. Será como una fiesta de despedida.

¿Era necesaria esta parada?

Sí. Para nosotros fue muy fácil decidirlo como banda, no tuvimos ningún conflicto interno. Al contrario, sentíamos que era muy necesario parar y volver a echar de menos todo lo que envuelve a la banda. Estar en esta posición significa hacer música a un ritmo frenético y no te paras a pensar en todo lo que estás viviendo. Por eso parar nos ayudará a poner los pies en la tierra y valorar todo lo que hemos conseguido.

¿Sustentar un grupo de la talla de Smoking Souls ha llegado a pesar mentalmente?

Por supuesto. La gente solo ve lo superficial pero, detrás de Smoking Souls, hay un trabajo diario, muchas personas que no son las caras visibles del proyecto pero que trabajan duro para hacer que esto funcione. Nosotros tuvimos la suerte de profesionalizarnos y de poder vivir de hacer música en nuestra lengua. Cantar en valenciano siempre pone las cosas un poco más difíciles y, a día de hoy, tenemos la suerte de poder vivir de ello.

¿Alguna vez temieron dejar la banda antes de tiempo?

Hemos pasado momentos especialmente duros. Recuerdo el momento de la pandemia, justo cuando salió nuestro anterior disco, Translúcid. Después de una inversión económica y de tiempo descomunal, se paró todo el mundo, incluido el sector cultural. Vivimos un momento de salud mental muy difícil. Teníamos deudas pero no trabajo y tuvimos que buscarnos las castañas para poder tirar adelante. No queríamos que esto se acabase.

"Cantar en valenciano siempre pone las cosas un poco más difíciles y tenemos la suerte de poder vivir de ello"

¿Se ha desinflado la burbuja de la música en valenciano?

No creemos que haya decaído la música en nuestra lengua. Al final son etapas. Este año hemos tocado en México y nos sorprendió ver seguidores de la banda que venían de otros lugares de Latinoamérica para vernos. Y este año cerramos gira tocando en el WiZink Center de Madrid y en el Palau Sant Jordi de Barcelona. Son los espacios con más aforo de todo el Estado español y cantamos en nuestra propia lengua. No creemos que la música en valenciano esté en un mal momento. Está madurando. Puede que antes fuera una eclosión muy joven y ahora está cogiendo forma.

Cerrar el WiZink Center es algo al alcance de muy pocos.

Total. Para nosotros es el regalo de nuestras vidas. Son experiencias que puede que vivas solo una vez en la vida. Invadimos la capital del Estado español cantando en valenciano delante de miles y miles de personas, y despidiéndonos junto a los compañeros de Desakato. Creemos que es una victoria para el punk, para el rock y para todos los valencianos. Al final, nuestra música no es algo que reciba la cobertura de muchos medios de comunicación. Somos un grupo que no tiene las mismas posibilidades que otros grupos nacionales. Y ocupar un espacio de poder como el WiZink Center es una victoria para la música alternativa con discurso. Reivindicamos de esa forma la autogestión musical y la importancia de tener un trasfondo social.

¿La autogestión es una forma de acto político?

Al fin y al cabo, política es todo. Para nosotros es una premisa natural trabajar bajo el concepto de la autogestión. Antes del grupo también hemos sido cercanos a movimientos sociales con los que empatizamos y, como músicos, nos gusta tener el control de aquello en lo que creemos. No nos gustaría trabajar con una discográfica que nos pudiera censurar o limitar.

Volviendo a la gira, ¿habrá despedida de Alicante?

La agenda va llenándose. Pronto iremos publicando más fechas de nuevos conciertos en salas y festivales. Seguro que habrá alguna fecha por la provincia aunque todavía no podemos anunciar nada.