"Las cuatro estaciones" llega a Alicante con el ballet de Ilia Jivoy y PAR en Danza

El espectáculo se presenta este miércoles, a las 20.30 horas, en el Teatro Principal

Una escena de "Las cuatro estaciones" que se verá en el Teatro Principal de Alicante.

Una escena de "Las cuatro estaciones" que se verá en el Teatro Principal de Alicante.

Las cuatro estaciones, con música de Max Richter en base a la obra de Vivaldi y con coreografía de Ilia Jivoy, considerado como uno de los mejores jóvenes coreógrafos provenientes del Teatro Mariinsky de San Petersburgo, llega el miércoles, a las 20.30 horas, al Teatro Principal de Alicante.

En 2012, el productor, pianista y compositor británico de origen alemán Max Richter, editó el disco Recomposed by Max Richter–Vivaldi–The Four Seasons. Este trabajo, de uno de los referentes actuales de la música clásica y minimalista, cautivó al coreógrafo Ilia Jivoy y le inspiró para crear esta coreografía para 16 bailarines, que presenta junto a PAR en Danza, el programa de Alto Rendimiento en Danza impulsado desde La FACT Cultural de Terrassa. Ilia Jivoy ha recibido el premio Esperanza de Rusia y está considerado como uno de los mejores jóvenes coreógrafos de su generación.

Una técnica exigente

La coreografía de Las cuatro estaciones, exigente en la técnica, requiere para ser eficaz un equipo compacto y compenetrado, con conciencia de grupo, que sea capaz de resolver la sincronización, el unísono, la simetría y el canon, con constantes entradas y salidas de los bailarines, recursos sobre los que Jivoy articula toda la obra, que discurre con la serenidad sin exaltaciones que Richter impone a la conocida partitura. 

Una escena del ballet "Las cuatro estaciones".

Una escena del ballet "Las cuatro estaciones".

Jivoy montó originalmente esta creación para el legendario Mariinsky, de San Petersburgo, cuando ocupaba allí la posición de coreógrafo residente. Hoy, fuera de su país y abiertamente contrario a la guerra en Ucrania, se mueve en un territorio claramente marcado por la elegancia y musicalidad de los cuerpos.

Hay también esmero y cuidado en la iluminación, que, con su ciclorama de colores vivos para cada estación, otorga sugerentes cualidades cromáticas a la pieza. Hay además buen gusto y sentido de la composición coreográfica en la resolución de las distintas etapas que, articuladas por breves interludios de música electrónica, pasan de la belleza de la primavera a la roja efervescencia veraniega, quizá la más brillante del conjunto, para dar paso a la melancolía del otoño y finalmente, a la blanca monotonía invernal.

Los precios de las entradas oscilan entre los 20 y los 35 euros.