Un libro analiza la transformación de las artistas alicantinas de los últimos 70 años

"Las mujeres artistas están luchando por construirse como sujetos del acto artístico frente al arte patriarcal que las contemplaba como objetos artísticos", avanza el profesor de la Universidad de Alicante Juan Antonio Roche y editor de la publicación La construcción del sujeto robado. El arte hecho por mujeres en Alicante (1950-2020), que ofrece una amplia perspectiva del proceso de transformación que viven las mujeres artistas de la provincia en los últimos 70 años en la búsqueda de su identidad y de su espacio como sujeto creativo.

El libro, que se presenta este lunes a las 20 horas en la Sede de la UA en Alicante de la calle San Fernando, ha sido editado por el Servicio de Publicaciones de la UA en colaboración con la Institución Alfons El Magnànim y el Consorcio de Museos de la Comunidad Valenciana. A lo largo de sus 288 páginas, la publicación de Roche -que ya teorizó sobre la modernización de los artistas alicantinos desde 1950 en otro libro- analiza la obra y la figura de un total de 24 artistas alicantinas de distintas generaciones, sus características comunes o los temas que abordan en la construcción de su mirada al mundo.

Desde artistas consolidadas como Polin Laporta, Juana Francés, María Chana, Carme Jorques, Elena Jiménez, Iluminada García-Torres o Ana Teresa Ortega a mujeres de trayectoria artística labrada en este siglo como Cristina de Middel, Olga Diego, Rosell Meseguer, Rosana Antolí, Susana Guerrero, Perceval Graells o Inma Femenía. Junto a ellas, también figuran Isabel Rico, Mª Dolores Mulá, Luisa Pastor, Elena Aguilera, Mónica Jover, Dolores Balsalobre, Cristina Ferrández, Aurelia Masanet, Pilar Sala y Silvia Sempere. Todas ellas aparecen retratadas por otros 24 expertos, 6 de ellos hombres y 18 mujeres, y enmarcadas en alguno de los cuatro ejes temáticos en el que, a juicio de Roche, sobresale su obra: la interiorización, el ser humano problemático, la naturaleza, y los hilos y tramas que construyen la vida y el mundo.

Por ejemplo, Roche apunta en la introducción del libro que "la libertad estética y filosófica define a María Chana; la libertad de la imaginación a Cristina de Middel; la expresión libre a Isabel Rico; la libertad del sujeto en la naturaleza a Cristina Ferrández; la libertad de las puntadas a Aurelia Masanet; la libertad de vuelo en el ser humano a Olga Diego; la función liberadora que produce el proceso creativo a Ana Teresa Ortega; y la libertad, en general, a Polín Laporta". Otras consideraciones son analizadas de forma similar en apartados como la introspección femenina, la utilización de nuevas tecnologías o la reflexión sobre el paso del tiempo en sus obras.

El editor apunta que son "temas comunes en el arte hecho por mujeres, que se ajusta al que hacen otras mujeres en el mundo" y añade que algunas de las principales transformaciones por las que las creadoras pasan y constituyen su raíz principal son la ruptura con el formalismo establecido, la modernización artística y su incorporación al informalismo, la incursión en nuevos materiales y soportes, la consideración del cuerpo gozoso y sufriente, el multiculturalismo y la globalización.

"Las mujeres artistas están deconstruyendo paso a paso la mirada masculina dominante en el arte y están en camino de construir el sujeto femenino propio. El dilema hoy es ver cómo construyen sus obras y cómo ven representadas a las mujeres; como sujeto artístico desde su mirada femenina, y como objeto de representación, alejado de la mirada que los hombres han dado en el arte, marcada por el temor y por el deseo", indica Roche, que añade que "las mujeres artistas no solo tienen ante sí la ingente tarea de construirse como artistas, sino también de ser sujetos políticos, sociales o civilizatorios que ayuden a construir una sociedad mejor en paridad de condición con los hombres", algo que considera una "tarea hercúlea".