Una mirada profunda a la escritura de Francisca Aguirre

La revista Cincinnati Romance Review prepara un monográfico sobre la autora alicantina, Premio Nacional de las Letras y de  Poesía, para ahondar en diversos aspectos de su trayectoria

La poeta alicantina Francisca Aguirre.

La poeta alicantina Francisca Aguirre. / INFORMACIÓN

Empezó a caminar por la senda de la escritura en 1972 con Ítaca, un poemario en el que se aleja del rumbo de los novísimos. Siguió con Los trescientos escalones, publicado en 1977 tras ganar el Premio Ciudad de Irún, un libro que contiene algunos de sus poemas fundamentales. Un año después llego La otra música.

A partir de ahí, Francisca Aguirre (Alicante, 1930-Madrid, 2019) se sumió en un silencio literario que duró cerca de dos décadas, del que salió con sus dos únicos libros de prosa: Que planche Rosa Luxemburgo y Espejito, espejito, ambos publicados en 1995. A partir de ahí su producción literaria se incrementó con una trayectoria que fue recompensada con el Premio Nacional de Poesía (2011)y el Premio Nacional de las Letras (2018).

Indagar en la profundidad de sus escritos, superar ciertos tópicos y redefinir su papel fundamental en la poesía femenina a partir de los 80 se ha convertido en objeto de estudio para el monográfico que dedicará a la escritora alicantina la revista Cincinnati Romance Review, dependiente del departamento de Lenguas y Literaturas Romances y Árabes de la Universidad del Cincinnati.

Este trabajo, coordinado por los profesores María Paz Moreno y Manuel Valero Gómez, contará con las investigaciones realizadas por nueve especialistas, como Jaime Siles o Cecilio Alonso, junto a otro como María Teresa Navarrete, Laura Lozano Marín o David Ferrez Gutiérrez que se están consolidando en la investigación científica en literatura. Además, participan otros estudiosos como Raúl Molina, Antonio Cazorla Castellón, Eva María Álvarez Ramos y el propio Manuel Valero.

«La obra de Aguirre tiene cierto auge y actualidad, sin embargo no existen registros de homenajes tanto en revistas especializadas como divulgativas y esta era una buena oportunidad para hacerlo con el objetivo de actualizar ciertas cuestiones sobre su crítica literaria», apunta Valero.

Superación de tópicos

Uno de los aspectos que se pretende abordar es «la superación de algunos tópicos», destaca. «Es recurrente caer siempre en sus libros Ítaca y Los trescientos escalones, que han encorsetado el estudio de su obra en la memoria, el pasado republicano por el pasado de su padre (el pintor Lorenzo Aguirre), la perspectiva de género... que es cierto, pero queremos ir más allá, para contextualizarlo y darle otra visión».

Francisca Aguirre.

Francisca Aguirre. / INFORMACIÓN

Uno de los aspectos más destacados de su figura es que Francisca Aguirre está en un momento decisivo «que engarza a las poetas del medio siglo con el llamado boom femenino de los 80, y ella ocupa un puesto decisivo en esa transición».

El monográfico tratará «una gran variedad» de temas. Cecilio Alonso se centrará en una serie de cartas inéditas; Jaime Siles, en la lectura de un poema de Aguirre; María Teresa Navarrete, en identidad y mujer poeta; Laura Lozano, en la admiración en la obra de Aguirre; Antonio Cazorla propone una lectura de Conversaciones con mi animal de compañía, y Manuel Valero se centrará en una lectura del poemario Ítaca. 

Una veintena de títulos

Francisca Aguirre firmó una veintena de títulos a lo largo de su trayectoria. Y algunos poemarios fundamentales los publicó en sus útlimos años de vida. Como Historia de una anatomía (2010), «su muestra más lograda y representativa», que le proporcionó el Premio Internacional de Poesía Miguel Hernández-Comunidad Valenciana y el Nacional de Poesía.

El grueso de su producción poética la escribió a finales de los 90 y el cambio del milenio, con obras como Ensayo general (1996), en el que combina la prosa poética «con un sonetario unívoco y coherente» y que «escenifica una visión barroca de la existencia», y Pavana del desasosiego (2000). 

Los últimos fueron Conversaciones con mi animal de compañía (2012) y Una larga dolencia (2018). También se publicaron varias selecciones de su poesía, como Detrás de los espejos (2011 y 2013) y Prenda de abrigo (2019), además de sus obra completa en 2018.

«Yo diría que tras una explosión comercial, su figura se ha revitalizado en tesis doctorales y trabajos de fin de grado o máster», afirma Manuel Valero. En este sentido, considera que «se ha encontrado un equilibrio entre lo comercial y la investigación, pero hay temas pendientes de analizar que no se han podido incluir aquí, como las traducciones de sus obras que se han hecho al italiano y en EE UU también hay ediciones que no son fáciles de encontrar».

Profundizar en la crítica y reactualizar a la escritora es importante además que se haga «en esta revista internacional-fundada en 1981 y que se publica online desde 2008- que tiene mucho prestigio y está muy bien posicionada a nivel digital».