Cine en el Secadero de Las Cigarreras

El Secadero de Las Cigarreras estrena pantalla de cine en la parte trasera con un ciclo de proyección de películas promovido por el colectivo de arte y arquitectura La Cuarta Piel y bajo el título Algunas grietas de la ciudad, en colaboración con la Fundación Carasso, el Consorci de Museus de la Comunitat Valenciana y Las Cigarreras, a través de la Concejalía de Cultura y el fondo Edusi. La propuesta plantea cuatro sesiones con cinco películas que se podrán contemplar los jueves a las 19 horas hasta el próximo 14 de diciembre, de entrada libre a este aforo de unas cincuenta personas.

El ciclo incluye desde películas de la pionera y aclamada directora francesa Agnés Varda hasta cortometrajes y documentales producidos en Carolinas Altas.Se trata de una ventana cómplice a los proyectos que están en marcha este otoño en el espacio que Las Cigarreras dedica al arte y a la ecología. El programa ha sido diseñado con el apoyo de Andrés Tebas y plantea "una mirada a las emergencias contemporáneas, pero situándonos desde la cercanía de los barrios del entorno del Secadero".

Las proyecciones arrancaron el pasado jueves con la película Lazzaro Feliz, premio al mejor guion en el Festival de Cannes 2018, de la italiana Alice Rohrwacher, y proyectará también el 30 de noviembre Los Espigadores y la Espigadora de Varda, mejor documental en los Premios del Cine Europeo 2000, entre los títulos de la muestra, que también incluye propuestas elaboradas junto a colectivos artísticos que realizan otras actividades en el Secadero, como la selección de cortometrajes de este jueves, 23 de noviembre, junto a Irene Moreno, Marina Irurzun y el colectivo Leuda.

El cortometraje Help Yourself de la castellonense Laura Palau -también participante de las residencias de Secadero- se podrá ver el 30 de noviembre y el documental Emilvis, el rey de Carolinas, de la alicantina Carla Vidal Ferrandis, completan la propuesta cinematográfica el 14 de diciembre.

"Tendemos a pensar la ciudad como el gran logro del siglo XX, un organismo perfecto", indican desde La Cuarta Piel, que se plantean: ¿existe alternativa? ¿podemos imaginarla? "No a través de operaciones maximalistas, distantes y antagónicas como derribar y reconstruir la ciudad de nuevo, sino a través de miradas sensibles, agónicas y de aprendizaje hacia unos entornos que han visto sus sentidos agrietados", responden.

Compartir espacio en el barrio

Por otra parte, dentro de las actividades del Secadero, el colectivo Leuda estas semanas desarrolla Relatos Solares, un proyecto que recupera un espacio de encuentro para las vecinas del barrio. "Para estas vecinas es muy importante compartir espacio público juntas, así que algunos de los solares abandonados de la zona están ocupados por ellas", explican desde Leuda. En ellos "han ido regando pequeños huertos y plantas y colocado sillas, mesitas y buzones. Han domesticado un espacio público, o bien han avivado un lugar abandonado". Un proceso que finalizará este viernes con la fiesta final en el Secadero a las 19 horas.