Salud mental en el ejército

'La soldada', la ansiedad que se esconde tras el servicio militar obligatorio de Israel

La escritora Paulina Tuchschneider explica su experiencia llena de angustia desde que la reclutaron en el ejército de Israel

La escritora Paulina Tuchschneider.

La escritora Paulina Tuchschneider. / EDITORIAL PERIFÉRICA

Alba Giraldo

La salud mental de las personas que forman parte del ejército y se encuentran con la amenaza constante de una guerra inminente es la gran olvidada. La ansiedad aparece ante las situaciones dramáticas y hostiles que se viven en los conflictos armados. No solamente por el drama y el dolor ante la muerte o la amenaza constante de una guerra inminente, sino también por el ambiente sórdido en la base militar.

Paulina Tuchschneider (Polonia, 1987) vivió el trauma de primera mano en el Ejército de Israel, mientras cumplía el servicio militar obligatorio para mujeres y hombres en ese país. En 1989 emigró de Varsovia a Tel Aviv. En 'La soldada' (Periférica), la escritora explica su experiencia llena de angustia desde que la reclutaron. Su destino nunca fue luchar en la guerra. "Estaba claro desde el principio: nunca podría convertirme en una auténtica soldada", empieza este libro irreverente y antibelicista que acaba de llegar a las librerías.

Escrito entre la ironía, el humor, lo escatológico y lo sórdido, Tuchschneider narra su traumático paso por el ejército hasta que lo abandonó antes de terminar el servicio. La joven comparte sus vivencias, como si se tratara de su diario personal, marcadas por un ambiente opresivo, inmundo y hostil en el que la humillación y el escarnio son habituales. "Para mí, cualquier contacto con el sistema era sinónimo de humillación y de asfixia. Si me obligaban a hacer algo o me encerraban entre cuatro paredes, terminaba con una opresión en el pecho y el estómago revuelto", relata.

Guerra entre Israel y Hezbolá

La autora huye en todo momento del ensalzamiento patriótico, aunque los hechos ocurrieron durante la guerra del Líbano de 2006, entre Israel y Hezbolá. Se encontraba en pleno entrenamiento militar cuando estalló el conflicto. La guerra duró 34 días, entre el 12 de julio y el 14 de agosto, cuando entró en vigencia la Resolución 1701 del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, que estableció un alto el fuego. 

El conflicto se desencadenó cuando la organización terrorista Hezbollah lanzó un ataque combinado en la frontera norte en territorio israelí, apuntando a una patrulla de su ejército. Israel respondió con bombardeos aéreos y desencadenó una invasión terrestre del sur de Líbano que incluyeron, además de los objetivos militares de Hezbolá, la infraestructura civil del país y el aeropuerto de la capital, Beirut.

Salud mental delicada

Sin embargo, el mayor enemigo de Tuchschneider no fue Hezbolá, sino su propia mente. Cuando la reclutaron en el servicio militar obligatorio de Israel, llegó el momento de comenzar los duros entrenamientos para los soldados, empuñar un arma por primera vez, pasar noches sin dormir y desempeñar todo tipo de tareas desagradables en la base.

La protagonista de la historia se enfrentó a ataques de ansiedad continuos en medio de rutinas y guardias inhumanas. También situaciones que se alejaban de los límites de salubridad: baños llenos de compresas o tampones manchados de menstruación, habitaciones plagadas de cucarachas y váteres con el sello de la Chica Dinamita (en palabras de la escritora, "una persona misteriosa que hacía sus necesidades y dejaba el inodoro como un campo de batalla arrasado: una montaña espiralada de mierda tan grande que parecía imposible que hubiera salido de un trasero humano").

Pero la peor degradación fue la falta de intimidad, como las duchas abiertas con decenas de personas a la vez, y, en última instancia, la supresión de la individualidad. Su vida en el ejército se convirtió en su mayor pesadilla y la ansiedad se volvió su fiel compañera en su día a día. Su desesperación no terminó hasta que una de las comandantes le dio permiso para volver a su casa. Y no regresar jamás.

Esta novela ha sido alabada por la crítica israelí, por el novedoso punto de vista que ofrece sobre la guerra. La novelista y montadora audiovisual también acaba de escribir un guión en el que hace su adaptación cinematográfica de este libro, actualmente en fase de preproducción.