Sonidos de proximidad

Luisaker: rap con esencia propia

El rapero alicantino es fiel a la vieja escuela y sus canciones representan una manera de rapear única

Acaba de estrenar su tema Mimosín, que ya cuenta con más de 30.000 reproducciones en Spotify

Luisaker y su perro Bambú, en una sesión de fotos realizada en diario INFORMACIÓN

Luisaker y su perro Bambú, en una sesión de fotos realizada en diario INFORMACIÓN / RAFA ARJONES

Juan Fernández

Juan Fernández

Ficha técnica

Género: Rap

Formación: Luisaker

Procedencia: Alicante 

Discos: Medicinal (2021) y Latiendo en casa (2022) 

Año de comienzo: 2008

Hubo un tiempo donde se decía que Alicante era la cuna del rap en España. Artistas como Nach, Jaloner o Cres pusieron a la provincia en la vanguardia de un género que no era popular. Ser rapero, con el paso del tiempo, ha cambiado. Ahora el estilo se ha vuelto mainstream e incluso se programan festivales que se mueven en torno al género con tiradas que superan las 30.000 entradas vendidas. Pero antes de que saliese el sol dentro de la industria, hubo un rapero alicantino que nadaba a contracorriente. Se desvinculó de las batallas de gallos cuando éstas comenzaron a popularizarse para hacer lo que a él realmente le llenaba: escribir canciones. Y ahora, pese a que el rap reinante es una mezcla de estilos que tiene como coletilla la descripción de «música urbana», él se muestra como un artista clásico que se mantiene de pie a pesar de que la escena se mueve a un ritmo diferente al suyo.

Su nombre es Luisaker, vive en Alicante y lleva desde el año 2008 haciendo lo que quiere como puro divertimento. Canciones como Easy, Quédate, El king o Contra la pared han forjado el sonido propio de un artista que ha encontrado su esencia. Tras muchos años publicando en forma de sencillos, en 2021 dio a luz a su primer disco en formato físico, un EP bajo el nombre de Medicinal cuya portada protagonizaba su perro Bambú, la segunda cara visible del proyecto. El disco contaba con seis canciones producidas por Toni Anzis y Vnder junto a las colaboraciones de J Abecia y Kaze

Luisaker posa con Bambú, que es portada de su disco "Medicinal" y protagonista de sus redes sociales

Luisaker posa con Bambú, que es portada de su disco "Medicinal" y protagonista de sus redes sociales / RAFA ARJONES

Este proyecto marcó un antes y un después en su carrera, tanto que al año siguiente publicó Latiendo en casa, una compilación digital de nuevas canciones que sorprendió a propios y extraños por la calidad con la que estaba producida. Ahora, echando la vista atrás, se da cuenta que hizo bien en seguir a su corazón sin buscar a ciegas el éxito que le podía haber proporcionado el freestyle: "Yo empecé a escribir antes que a hacer batallas, pero no conocía a nadie a quien le pudieran interesar mis letras", comenta Luisaker. Una vez, por casualidades de la vida, acabó rapeando en una batalla y fue ahí donde nació el nombre de Luisaker "de forma completamente aleatoria". Sin embargo, se dio cuenta de que lo que a él realmente le gustaba era hacer música, por lo que decidió dejar de lado una modalidad que podía ser un seguro de vida para "hacer lo que verdaderamente me llenaba por dentro". "Estuvo bien durante un tiempo, pero dejaron de hacerse competiciones por entretenimiento y sentía que ya no estaba cómodo en ellas".

El rapero alicantino Luisaker es fiel a su esencia de vieja escuela

El rapero alicantino Luisaker es fiel a su esencia de vieja escuela / RAFA ARJONES

Dentro de la industria es conocido por llevar a cabo una forma única de fluir sobre el ritmo, capaz de encadenar una retahíla de palabras en doble tiempo sin la necesidad de recurrir a estribillos que modifiquen la forma de ser de la composición. Esto no quiere decir que no los use, pero, cuando lo hace, los elabora de forma que se siga preservando la esencia misma del tema. "Tengo un estilo muy clásico, no porque no quiera innovar, sino porque siempre que intento hacer algo que no suena a vieja escuela, no me sale bien, me chirría", se sincera el artista alicantino. Junto a otros referentes de la terreta como Santiuve, Da Zoo Bros o Tase, es considerado uno de los abanderados de una ola old school que sigue presente dentro de la provincia. Son artistas que siguen el camino que dejaron raperos como Violadores del Verso, Toteking o Falsalarma, y que a día de hoy siguen representando otros artistas más jóvenes como Ill Pekeño, Ergo Pro o Hoke. Sin embargo, no rehuye de sonidos innovadores y habla muy bien de otros compañeros como Cixer, de Elche, que han conseguido hacer de sus canciones un foco donde fabricar músicas sin etiquetas: "Es un referente capaz de hacer cosas tan opuestas que algunas no las identificarías nunca con el rap". 

Pero no todo es luz y color. La escena alicantina ha tenido algo verdaderamente perjudicial durante el paso del tiempo y ha sido la falta de unidad. Según Luisaker, por talento "Alicante debería ser la mejor escena de España, pero como hay que estar pisándole el fregado al vecino, no ha llegado a ser nada grande". Siempre se ha comentado que el rap alicantino tenía algo positivo, que era un estilo propio que no había en ninguna otra ciudad, pero por contra, es un secreto a voces que no se encuentra en un buen momento en cuanto a apoyo entre artistas dentro del gremio. "Hay dobles caras. Cuando hay que hacer fuerza entre todos, no se hace porque hay gente que prefiere ir por su cuenta", lamenta Luisaker, que mientras siguen habiendo rencillas internas en el sector, él se muestra transparente y sigue haciendo lo que mejor sabe hacer: rapear. Su nuevo sencillo, Mimosin, representa a la perfección cuál es su estilo y cómo se siente más cómodo. "Esta mal que lo diga yo, pero si tengo que definirme de alguna forma, sería como el que está siempre que se tiene que estar. Un real dentro de la escena", sentencia.