Las fans de Alicante se suman al fenómeno de Taylor Swift: "Pelos de punta todo el rato"

Varios jóvenes de la provincia se desplazan a Madrid para disfrutar de los conciertos de la artista, incluidos en la gira The Eras Tour

"Después de lo que hemos vivimos allí, podemos decir que somos unas 'swifties' más", comentan unas asistentes alicantinas

El fenómeno Taylor Swift arrasa en su primer concierto en Madrid

Agencia ATLAS | Foto: José Luis Roca

Juan Fernández

Juan Fernández

España se divide en dos tipos de personas. Las que abrazan el fenómeno mundial de Taylor Swift, siendo o no fan de la artista, y los que todavía se niegan a creer el boom que ha generado una cantante que tiene la capacidad de cambiar la historia de la música a nivel internacional. Los dos conciertos de Taylor Swift en el estadio Santiago Bernabéu, celebrados el miércoles 29 y el jueves 30 de mayo, han revolucionado la ciudad de Madrid con calles cortadas, un fuerte despliegue policial, un notable aumento de las reservas en hoteles e incluso constantes protestas entre los vecinos del recinto por el nivel de ruido.

Pero esto no es una cosa que concierna única y exclusivamente a la capital de España. Las "swifties" que han abarrotado el campo de fútbol del Real Madrid vienen de diferentes lugares del territorio e, incluso, de países vecinos. Porque la revolución que supone una actuación de la cantante de Pensilvania comienza en el mismo momento de conseguir las entradas antes de que reflejen el cartel de "entradas agotadas". En total, unas 130.000 personas se reunieron en un espectáculo donde la música era lo de menos.

Las pulseras de las "swifties", uno de los reclamos entre los fans

Las pulseras de las "swifties", uno de los reclamos entre los fans / RODRIGO JIMENEZ / EFE

Una de las afortunadas que consiguió adquirir una de las solicitadas entradas para ver a la compositora de canciones como Cruel Summer o Love Story fue la eldense Marta Ortega, que asegura que fue "una odisea" conseguir los tickets. Pasaron ocho horas de cola virtual, pero finalmente accedió a comprar los pases para The Eras Tour, que oscilaban entre los 85 euros los más económicos y los 226 para las localidades más exclusivas. La joven de Elda las adquirió por 220 en la primera fila del sector derecho junto a su amiga y asegura que no se arrepiente del desembolso económico: "Es un concierto que te ofrece una experiencia única que es importante vivir".

"Nos gustaban sus canciones, pero no éramos las típicas seguidoras que se compran todo el merchandising de la cantante. Pero después de lo que vivimos allí, podemos decir que ahora somos unas 'swifties' más", explica Marta, que se quedó sorprendida por el despliegue técnico de la actuación: "No me esperaba que fuera tan espectacular, es impactante y te deja los pelos de punta todo el rato. Es más que un simple concierto".

Dos alicantinas, en primera fila del concierto de Taylor Swift del miércoles

Dos alicantinas, en primera fila del concierto de Taylor Swift del miércoles / información

Junto a ella se encontraba María Gil, de Sax, quien no se consideraba una "seguidora al uso" de la cantante, pero que no perdió la oportunidad de ir porque "hay artistas que hay que verlos sí o sí una vez en la vida". "El año pasado ya fui a un concierto de este estilo, al de Coldplay, un espectáculo en sí mismo por las pulseras de colores, las luces y el fuego. Sin embargo, con Taylor añadimos cambios de vestuario, escenario, bailes, bailarines... era como englobarlo todo ya".

Como previa a los shows, se puso el foco en los pañales que, aseguraban, iban a llevar algunas seguidoras para no perderse nada del concierto en caso de emergencia, o las pernoctaciones en la calle para conseguir un sitio lo más cercano posible a la cantautora. Pero las alicantinas asistentes demuestran con sus declaraciones que lo que se vivió allí tiene una fuerza que hace que estos detalles se queden en una anécdota menor, pues la magnitud de la actuación se puede explicar sin la ayuda de componentes externos.

Las fechas en la que aterrizaba la artista coincidían en plena época de exámenes para muchos adolescentes que, pese a todo, no quisieron perderse la gala y se llevaron los apuntes de viaje. Fue el caso de la alicantina Alma, de 16 años, que no se arrepiente de nada y que repetiría "mil veces más". Para ella, ser "swiftie" es más que ser fan de Taylor, "es poder conectar con su música y entender lo que representan sus canciones". Es formar parte de una comunidad en la que se valora a una cantante que ha conseguido trascender entre la población gracias a sus verdades hechas canción. "Flipé con el concierto, pues canta todo sin ninguna ayuda, sin playback y con una puesta en escena brutal que requiere saberse al detalle todos y cada uno de los movimientos", explica la adolescente.

Otro punto de vista es el de Sonia Rodríguez, una alicantina que acompañó a su hija de 12 años al concierto de su cantante favorita: "Para ella fue el día más feliz de su vida, es la frase que no ha parado de repetir desde el miércoles", asegura la madre. Este caso tiene también un componente especial, pues no consiguieron entradas ninguna de las dos veces que se pusieron a la venta: "Había que hacerlo con código y era muy complicado, pero la semana pasada desde Ticketmaster pusieron algunas localidades más del Bernabéu a la venta, en zonas muy altas, que al conseguirlas a última hora hicieron que la ilusión de mi hija fuese todavía mayor".

El Santiago Bernabéu durante la actuación de Taylor Swift

El Santiago Bernabéu durante la actuación de Taylor Swift / JESUS MARTIN / EFE

La brecha generacional se hizo patente cuando la joven insistió que quería asistir al concierto de una cantante que la madre no tenía el placer de conocer. No obstante, una vez vista la actuación, asegura que le sorprendió mucho: "He estado en conciertos de los Rolling Stones y de U2, pero esto es otra cosa y la estética del fan juega un papel importante". En este sentido, alega que lo que ve "excepcional de esta mujer no es solo que sea capaz de llenar el estadio durante dos días, sino que la mayor parte de los fans iban vestidos de una manera concreta, llevaban sus pulseras y generaban un buen ambiente". Sin embargo, no todo iban a ser palabras bonitas. Sonia comenta que, pese a que el concierto "es estéticamente muy bueno, el Bernabéu no suena muy bien y su acústica no es la mejor".

Más allá del concierto

Debido a la gran cantidad de asistentes, Madrid ha movilizado 200 agentes de la Policía Nacional y otros 200 de la Policía Municipal para cada uno de los días, cifra que se completa con los vigilantes de seguridad instalados en los accesos al recinto y los miembros de la seguridad privada de la propia cantante. Además, la policía también se ha encargado de custodiar la comitiva de la artista desde su aterrizaje en Barajas, hacia las 14.30 horas, hasta su alojamiento en el hotel Villa Magna, en pleno paseo de la Castellana.

Varios asistentes al concierto, vestidos especialmente para la ocasión (y con varias pulseras)

Varios asistentes al concierto, vestidos especialmente para la ocasión (y con varias pulseras) / DIEGO RADAMÉS / EUROPA PRESS

Según informaba EFE, en las tiendas se registraron las mayores aglomeraciones de fans para hacerse con todo tipo de objetos con la imagen de la cantante, con precios que oscilaban desde los 20 euros de una pulsera a los 80 de una sudadera. Sin embargo, las alicantinas asistentes aseguran que esto cambió conforme se iba acercando la hora de la actuación, pues las personas ya encaraban las filas que llevaban a la entrada al Bernabéu.

Y si algo representa a las "swifties" son las pulseras que llevan, que plasman la conexión con la artista y con su música. A menudo, estos accesorios son utilizados como símbolo de apoyo y admiración hacia Taylor Swift, así como para identificarse como parte de su comunidad de seguidores. No obstante, esto genera unidad entre unas fans que acaban intercambiando estos accesorios con los de otros asistentes, estrechando lazos y creando una comunión. "Había gente que iba con medio brazo 'vestido' con pulseras", añade María Gil.

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