En dos semanas estrenarán categoría, la División de Honor B del rugby nacional, todo un sueño que el Akra Bárbara hace realidad después de una década de buen trabajo. El equipo alicantino será el único representante de la provincia junto con La Vila. La satisfacción es máxima en el club alicantino que preside Manolo Cano, que apenas tiene tiempo de saborear su éxito porque la nueva temporada comienza en breve. El Akra es un club modélico con más de 200 licencias que solo pide una cosa: un campo de rugby propio. «Es una de las cosas que nos hacen falta para seguir creciendo, tener un campo como tienen Dènia, Elche, Elda, Orihuela o La Vila», afirma José Mendoza, director deportivo y entrenador del primer equipo. «En el Samaranch no estamos mal, además están cambiando el césped y se va a quedar muy bien, pero nos hace falta un campo propio de rugby para seguir creciendo como club y no tener que poner los palos cada vez», reivindica Mendoza, que ha instaurado un modelo de trabajo en el Akra que está dando sus frutos.

«En 2011 nos propusimos dar un paso más y ser competitivos. Desde entonces nos hemos quedado varias veces a las puertas del ascenso hasta que lo hemos conseguido. Ha sido un objetivo muy buscado», señala el técnico, feliz por el éxito pero siempre con los pies en el suelo. «Dimos un golpe en la mesa para dejar de ser un club social y pasar a ser un club deportivo competitivo, en ese momento empezamos a crecer con todas las categorías, con dos equipos Senior y también uno Femenino», señala el entrenador.

Los capitanes junto al entrenador José Mendoza. Juan Seguí

Mendoza se congratula del empuje que está teniendo el rugby en Alicante. «Cada vez está teniendo más visibilidad, hay nuevos equipos y se están haciendo las cosas bien. La Vila es sin duda el estandarte, un club totalmente consolidado en el panorama nacional», señala Mendoza, que tiene claro que el objetivo es «conseguir la permanencia y consolidarnos en la categoría». Sobre si se puede soñar con tener alguna vez al Akra en la máxima categoría, el técnico se muestra cauto y realista: «Hay que ir despacio pero seguros, paso a paso, lo primero es consolidarnos en la División de Honor B y en unos años ver si es posible, pero lo fundamental es evitar que un resbalón pueda dañar la estructura del club». Por su parte, Manolo Cano, presidente del Akra, sigue la misma línea que Mendoza. «Estamos muy orgullosos de lo que hemos conseguido, somos un club de cantera y por fin hemos conseguido el ascenso después de habernos quedado muy cerca de subir otros años», señala Cano, que tiene pendiente reunirse con las instituciones para tratar futuras ayudas en una categoría en la que tendrán que aumentar de forma notable el presupuesto.

La victoria por 0-40 contra Cartagena, y el posterior empate 5-5 contra Gòtics de Barcelona le dieron el ascenso a Akra Bárbara. «Ha sido una alegría inmensa, pero apenas podemos celebrarlo porque tenemos a la vuelta de la esquina el inicio de nueva temporada», explica el dirigente alicantino. «Esto significa que algo estamos haciendo bien en Alicante, son muchos años de trabajo y están dando sus frutos. Ha sido una temporada extraña por la pandemia», concluye.