Orihuela y Alcoyano se repartieron los puntos en el partido disputado en Los Arcos a puerta cerrada, en el que supuso el debut liguero del equipo de Alcoy tras el aplazamiento de la primera jornada frente al Hércules. La igualdad, la intensidad y el compromiso mostrado por todos los jugadores de ambos conjuntos protagonizaron el choque que permite a los oriolanos sumar su segundo punto en la competición, ambos sin encajar goles, aunque también si ver portería.

La primera parte de fue muy igualada, de dominio alterno y mucho control por parte de los dos equipos. La posesión estuvo repartida durante los primeros 45 minutos, en los que ambos conjuntos ofrecían ideas de juego parecidas. Cuando disponían del balón, trataban de hacer daño por las bandas, y cuando no tenían la posesión, trataban de robar y salir a la contra con velocidad.

Esa misma tónica se mantuvo casi todo el primer periodo, y todas los líneas cumplían a la perfección su papel, que se intuía muy estudiado. Sin embargo, faltaba lo más importante en un partido de fútbol: las ocasiones de gol que dieran la oportunidad de romper el empate a cero del marcador.

Fueron muchas las llegadas y acercamientos peligrosos a las áreas. Los dos equipos rondaron la zona de tres cuartos del rival e incluso las áreas en gran cantidad de veces, pero fallaba la finalización. Hubo que esperar hasta el minuto 28 para ver la primera intervención importante de uno de los porteros. La ocasión fue del Alcoyano por medio de Carbonell que se internó por la izquierda y disparó cruzado para tratar de sorprender a Leandro. El meta local estuvo muy atento y despejó con los pies en el primer palo.

Dada la igualdad que reinaba sobre el césped, los dos equipos se mostraron muy intensos en sus acciones para tratar de conseguir un punto más de superioridad en cuanto a actitud con el fin de intentar romper la igualdad por esa vía, pero el árbitro del encuentro, Gonzalo Sánchez, se mostró impecable a la hora de frenar cualquier acción dura. Para ello recurrió a la tarjeta amarilla que enseñó hasta entre ocasiones.

Al descanso se llegó con empate sin goles, lo que hacía pensar que alguno de los dos equipos tendría que introducir alguna variante en el segundo periodo para desequilibrar la balanza. Y así fue. Vicente Parras, entrenador del Alcoyano, decidió dejar en vestuarios a Mourad y dar entrada a Ruba, a quien colocó en la banda derecha para mover a Ramón López hasta la media punta.

Por parte del Orihuela no hubo ningún cambio, pero curiosamente fue el equipo que dominó ampliamente los primeros compases de la reanudación. De hecho, en el minuto 48 el equipo de Albadalejo tuvo su mejor oportunidad de marcar hasta ese momento, con un remate de Badal que se marchó fuera por muy poco.

En el minuto 55, Gerard Albadalejó decidió introducir el primer cambio en su equipo. Dio entrada a Ferrán Giner por la banda izquierda y Chechu pasó a ocupar la zona interior. A partir de esos momentos llegaron las ocasiones más claras para los amarillos que intensificaron su dominio ante un Alcoyano que sufría para frenar las envestidas locales, sobre todo en dos acciones seguidas con Toché de protagonista.

Tras varias ocasiones del Orihuela, el partido se volvió a equilibrar e igualar, sobre todo porque el Alcoyano se hizo con el centro del campo, pero el marcador no se movió.