Si las entrevistas son un viaje por la vida de una persona, esta es más si cabe como una novela de Julio Verne. Isabel Sánchez Arán (Elche, 1985) me condujo hasta el centro de su tierra. En vez de encontrarme con un núcleo de lava, me topé con las aguas donde pasó su infancia comiendo tortilla con sus primos o donde instruye en su Club de Apnea La Caratta en Girona, su residencia. Con un té en la mano, serena y transmitiendo desde la pantalla la misma sensación que da el escuchar el vaivén de las olas.
Después del Campeonato del Mundo en Serbia, ¿cómo está?
No te puedes imaginar lo liada que estoy, aparte del deporte tengo mi club del cual soy instructora, estoy todos los días en el agua enseñando a la gente, después colaboro en la Federación Española de Actividades Subacuáticas, dentro de la Junta Directiva del departamento de apnea, soy vocal de deportes de la Asociación Emprén Dona, luego está mi familia...
Y luego, después de todo eso, está usted...
Si, sobre todo también para entrenar no saco tiempo, pero es que lo tengo que hacer así. Mi deporte es minoritario y gracias a todas estas cosas que hago, he podido ir saliendo a flote, incluso las que hago de forma voluntaria no retribuida, también se revierten de forma positiva.
Pero al final, también necesita apoyo económico. ¿Cómo está actualmente la apnea en ese aspecto?
No generamos, entonces da igual lo que ganes, el seguimiento o el espectáculo, si unas marcas quieren invertir en ti porque te siguen, antes te lo tienes que generar y pagar tu sola. También hago traducciones especializadas en buceo, que es para lo que estudié, y luego me financio con la beca de la diputación de Alicante que no llega ni para pagar las inscripciones de las competiciones. Principalmente entra todo por el club, también por mi familia que tienen mucha paciencia y conocen la disciplina, están conmigo, ilusionados, me apoyan mucho.
Entonces su familia también conoce la disciplina.
Sí mi pareja… Bueno somos una familia un poco simpática, una pequeña tribu en la familia. El ex de mi pareja es el árbitro principal de todos los árbitros de España, mi pareja, Mara Torrealba, es mi entrenadora, que también ha sido récord de España, aunque no compite. Ahora es capitana de la selección, es responsable de la Federación y ha escrito los libros de formación de la propia Federación. Estamos muy metidos todos, El trabajo del ex de mi pareja es buzo profesional, realiza obras subacuáticas, y además es nuestro vecino por comodidad, nos llevamos genial, ahora tiene otra pareja con dos gemelas, nos vamos al campeonato de España todos juntos.
¿Y ahora mismo vive en Girona?
Sí, ahora vivo en el Estartit, para los que no lo conocen, lo asocio a que es el pueblo de Xumetra, el antiguo jugador del Elche, para los más futboleros.
Es una trotamundos, ha vivido en distintos puntos del mundo. ¿Tiene algo que ver con el deporte que practica?
Soy una persona que está al aire libre, que viaja y está en contacto con la naturaleza. He practicado otros deportes outdoor como la espeleología, el barranquismo, la natación en aguas abiertas. Descubrí el buceo y me encantó, de ahí ya me pasé a la apnea.
Es un deporte que tiene distintas temporadas por la temperatura del agua, y por el covid, el Campeonato del Mundo de Serbia de piscina del que vengo ya se me está solapando con el inicio de la temporada del mar. Si a eso le sumas todo el trabajo que tengo en el club... Es un trabajo estival, en julio y agosto es cuando más gente viene y quiere hacer cursos de apnea, y justo es cuando precisamente tú tienes que entrenar más para el campeonato de España. Si luego te clasificas para el del mundo, prepararlo todo en tiempo y por energía es complicado, te va drenando.
¿Qué rutina o dinámica sigue si tiene que compaginar tantas cosas y luego competir?
Mi rutina varía mucho, depende del momento del año, en invierno no tengo que ir al mar, hago más gimnasio para coger fondo físico y piscina, también depende de los horarios de Mara porque me acompaña a entrenar, es un deporte que se hace en pareja por seguridad.
Dicen que alejarte de las atmósferas que te recuerdan a tu trabajo es sano. ¿Le pasa lo mismo con el agua?
Para nada, desde siempre me ha gustado mucho el agua. Recuerdo mis momentos más felices en la piscina del pueblo, en la playa con mis primos y la tortilla de patatas o bañándome en una balsa con mis padres. Era como una sensación de libertad, de no gravedad, de que te puedes despeinar si quieres. Sientes los elementos en tu cuerpo, el agua, el sol, la tierra. Desde la base el agua me aporta bienestar, creo que para mucha gente es así. La imagen del mar nos trae serenidad, inspira los pensamientos más elevados. La apnea como deporte me ha aportado mucho equilibrio físico y mental.
¿Y su historia con la apnea es de casualidad?
La primera semana que alguien me llevó al agua y me dijo qué tenía que hacer, pasé ya de seis minutos, conseguí llegar a mi límite. Normalmente a la gente le suele costar un tiempo, porque hay que acostumbrarse a las sensaciones, pero tenía mucha curiosidad y confiaba mucho en la gente que estaba conmigo. De cara a la convocatoria del Mundial, Mara, mi entrenadora, me comentó que podríamos hablar con Aleix Segura, ex campeón del mundo de apnea estática. Me dio unos consejos y me planté en siete minutos, tenemos la sensación de que aún puede dar para más.
Ha practicado muchísimos deportes. ¿Por qué se quedó con él?
Cuando empecé a hacer buceo éramos un grupo de amigos en la isla de Tobago, vivía en la Guayana Francesa. Probamos la experiencia e hicimos un bautizo de buceo con botella y nos gustó. Mi amiga me comentó que no trabajaría en esto porque era su hobby y no una obligación, eso se me quedó en la cabeza. Tiempo más tarde me reencontré con el buceo ya en Chipre, fui a un sitio a hacer inmersión y coincidió con que tenía que buscar un trabajo de verano. Se me ocurrió mandar un currículum al sitio donde estuve haciendo buceo, pensé que no me llamarían, porque no tenía experiencia, pero como hablaba idiomas y, creo, que soy sociable, me contrataron. El que me contrató para tenerme contenta me llevaba a bucear cuando no había trabajo, enseguida se dio cuenta de que se me daba bien el agua y transmitir.
Pero al tiempo, ¿no sentiste desgaste?
No, no, es que era pasión, me levantaba cada día feliz, me metía en la cama esperando a que llegara el día siguiente. Fueron los días más felices de mi vida, cuando empecé a trabajar como profesional en el buceo, luego ya me pasé a la apnea. Cuando algo me gusta quiero ir a fondo.
¿Hay alguna relación entre descubrir cosas y que le guste el mar, algo tan misterioso e inhóspito?
Tengo un recuerdo... Esto nunca lo he contado en entrevistas, es el más antiguo de mi vida, y es el color amarillo. Es algo que brilla y llama mi atención, quiero ir ahí y descubrir qué es, está a lo lejos. Cuando algo te llama, te impulsa a ir ahí a averiguar qué es, y lo relaciono con la curiosidad. La curiosidad siempre ha sido el motor de mi vida, lo que me ha impulsado a siempre querer aprender, a descubrir o explorar. Agradezco mucho este regalo tan misterioso que nos han dado como es la vida, también el universo es como un gran interrogante. Como me parece tan fascinante, sería muy triste para mí pasarme la vida delante de la televisión y verlas pasar. Quizá también haya tenido algún efecto el hecho de que mi madre también murió cuando yo era joven, con 19 años, y fue como que me quedó algo grabado. Una sensación de que la vida son dos días, hoy estás aquí y mañana nunca se sabe.
He viajado, he hecho deportes al aire libre porque estás en contacto con la naturaleza, en un punto de mi vida empecé a pensar que el universo es lo real, existe ahí fuera, es parte de la naturaleza. En las ciudades vivimos como inmersos en un mundo lleno de símbolos convencionales, los cuales nos hemos puesto de acuerdo para darles un significado, si la luz del semáforo está verde puedes cruzar, si está roja tienes que esperar, nos vamos metiendo como en nuestro propio videojuego. Configuramos nuestra cabeza de acuerdo a eso, y nos olvidamos de todo lo que existe ahí fuera, por eso me gusta estar en contacto con la naturaleza, aunque también he tenido mi lado de joven un poco más destroyer, de salir mucho.
"La curiosidad siempre ha sido el motor de mi vida, lo que me ha impulsado a siempre querer aprender, a descubrir o explorar"
¿Pero siempre tuvo ese espíritu de aventurera?
De joven estaba más metida en los libros, aunque mi familia viniera del pueblo, me crié en la ciudad, me gustaba mucho el pueblo porque siempre andaba libre por ahí trepando los árboles. Luego en la ciudad estaba encerrada en casa y siempre en invierno engordaba mucho porque la ansiedad me daba por comer, tenía muchos cambios de peso. En verano adelgazaba por el movimiento en el pueblo. Después cuando acabé mis estudios, me gustaba ver otras culturas, por mi continuo descubrimiento del mundo llegué, como te digo, al buceo, que ya de por sí me gusta mucho estar debajo del agua, porque es como una meditación. Luego cuando conocí la apnea me terminó de fascinar porque es como un viaje interior, el buceo es como un paseo por la naturaleza y la apnea es un viaje interior, la mayoría del tiempo estamos con los ojos cerrados o entreabiertos porque eso nos permite enfocarnos mejor en nuestras sensaciones y en el autocontrol. Quedarte presente, no proyectarte en el futuro ni anclarse en el pasado. El hecho de que esté tan conectada a la apnea viene relacionado con mi personalidad.
En la apnea, ¿cómo trabaja su mente, piensa en el amarillo?
No, eso me excitaría. En profundidad visualizo el buceo. Y luego en la apnea estática, durante ella, intento dejar la mente en blanco, como es muy complicado, pienso que estoy echando la siesta abrazada a mi pareja y cuando me empiezan a entrar las ganas de respirar es como si sonara el despertador, esa sensación de pesadez de no querer levantarme, ¡cinco minutos más!
En vez de pasarlo mal porque no puede respirar, al contrario, como si no quisiera ir al colegio.
Sí, pero si veo que no funciona dejar la mente en blanco, te empiezan a venir pensamientos, cosas que no sabes ni por qué están en tu cabeza, cuesta mucho controlarlo. Fíjate en la cantidad de problemas mentales que tenemos las personas, de depresión y ansiedad, si la mente fuera tan fácil de controlar, no estaría pasando eso.
Tengo una técnica mental que se llama atención deconcentrada, es un estado en el que no tienes la mente en blanco, pero percibes sonidos del exterior y los escuchas sin juzgarlos y sin interpretarlos por así decirlo, y me relaja mucho. Otra gente, yo lo he intentado pero no me ha funcionado, reduce los pensamientos a uno muy simple, se imaginan un punto en una pared, lo intenté pero me ponía muy nerviosa, porque de qué tamaño es el punto.
¿Y si la pared es de gotelé?
Eso le dije yo, el gotelé tiene muchos puntitos, muchas sombras y se reían de mí cuando lo dije...
Como instructora, también en sus cursos, ¿realiza una labor terapéutica?
Puede ser que a la gente le guste mucho el buceo porque en el momento en el que estás en el agua te olvidas de los desamores, las deudas o los exámenes. El buceo engancha por eso, es una sensación de desconexión, como cuando yo no sabía lo que era la apnea, y cuando lo pruebas lo entiendes todo. Sobre todo los entrenamientos en ciudades, gente que tiene vidas muy ocupadas que se relajan mucho mentalmente.
Y hablando de apoyos, ya no solo económicos sino también de visibilidad, qué opina del proyecto FER, también dan apoyo a nadadores.
El proyecto FER solo ayuda a olímpicos, ya estuve en contacto con ellos, fueron muy educados conmigo, les dije que todo el mundo ayuda a los que ya se le ayudan. Los olímpicos tienen un montón de becas, si encima luego las fundaciones privadas también solo ayudan a los olímpicos, pues vaya. Muchos patrocinadores me dicen que les proponga cosas, acciones publicitarias, y es como, oye yo soy deportista, vosotros sois los que sabéis de marketing, decidme lo que queréis de mí.
Es algo complicado entonces si sus redes sociales no son un factor importante.
Con el patrocinador con el que estaba de relojes y en el equipo de patrocinados que conocía, éramos tres hombres y yo, y conmigo no han renovado y con ellos diría que sí. Y es porque ellos tienen más seguidores que yo.
Echándole un vistazo a su página web, veo que hay varios más.
En el apartado de patrocinadores en mi web, verás que está la Federación de Deporte Ilicitano o la Diputación de Alicante, y los pongo por respeto, porque al fin y al cabo cuando vamos a las competiciones, ellos están pagando nuestros gastos de desplazamiento, hotel y comida. Es una ayuda y hay que agradecerlo también a la Federación, que hay gente que se piensa que si te has clasificado es obligación de estos estamentos el pagarte los gastos. Pero lo sea o no, hay que ser agradecido y humilde en esta vida. Y con la Diputación pues igual, a mi me dan la beca de deportista de alto nivel como cualquiera que lo sea y que la pida, pero son 600 euros y yo con eso… Ya me dirás lo que puede hacer un deportista con ese dinero, pero bueno hay que ponerlos.
Y con el tema de subir publicaciones a redes sociales con las marcas, ¿no es algo cansado?
He llegado a tener un contrato de influencer, que en realidad es un contrato de patrocinio, pero cuando lo fui a firmar, vi que era de influencer y yo soy deportista, la sorpresa fue evidente. Soy una influencer… En otros casos, aunque las instituciones cubran los gastos, por ejemplo, los entrenamientos no. Y para poder competir y clasificarte necesitas invertir mucho dinero en entrenar. Y el dinero que pierdes por ir a las competiciones también, porque en pleno verano estar dos o cuatro semanas compitiendo me perjudica, porque son justo las temporadas donde el club hace dinero y tengo que cerrarlo. Eso no está pagado. Quitando así deportes que son muy típicos femeninos como la natación sincronizada, y aun también ellas o tienen salero o gracia para hacer algo publicitario o se te da bien vender cosas o no te comes un rosco, sin embargo los hombres con hacerlo bien en su deporte, ya está.
En España, en el mundo de la apnea y sus disciplinas, alguna vez le he leído hablar de la poca participación femenina.
Haberla la hay, en la masculina hay más, luego también va un poco por zonas, donde hay climas más templados, más cálido, las mujeres como que se animan más. Y los sitios donde el mar está un poco duro, se animan menos. Dentro de nuestro propio país también lo vemos, en Canarias en general participan muchas más chicas que por ejemplo en Galicia, cuando llega el Campeonato de España no hay ninguna mujer. A lo largo de la historia también en Galicia, al ser aguas más picadas o frías, se ha desarrollado una retórica en cuanto al mar como de un lugar peligroso, donde los hombres van a faenar, hay monstruos marinos… Y sí que tenemos mujeres apneístas muy buenas, como mi compañera Almudena Calvo que fue al último mundial conmigo y en las dinámicas hizo récord de España, en las tres.
Los últimos datos de competición que he encontrado sobre sus participaciones en competiciones son de 2019. ¿Por la pandemia no hubo nada en 2020?
No, porque había mucho miedo, no había protocolos claros de seguridad que estuvieran contrastados, al final somos un deporte amateur, yo sí que estuve todo el verano dando cursos como una loca. Las competiciones no se hicieron, al haber restricciones de movilidad y cuesta un dineral organizar algo así.
Después de haber batido un récord histórico y ganar tres modalidades, dónde le podemos ver a partir de ahora?
Tengo el campeonato de España en Tenerife en septiembre, y el campeonato del mundo en octubre en Turquía. Para el año que viene tengo la esperanza de encontrar patrocinadores para ir a la Vertical Blue que es mi competición de ensueño.
